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Una planta solar de 240 millones del Valle de Ayora supera la evaluación ambiental

El proyecto de Genia cuenta con financiación del fondo italiano Solar Ventures y está pendiente del desbloqueo del Consell

Planta fotovoltaica diseñada por Genia en Talayuela (Extremadura). | LEVANTE-EMV

El proyecto fotovoltaico Valle Solar, promovido por la firma valenciana Genia Solar Energy, ha obtenido la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Ministerio de Transición Ecológica y solo está pendiente de que la Generalitat desbloqueé el desarrollo de parques solares en la C. Valenciana. El parque cuenta con financiación del fondo italiano Solar Ventures. La planta conlleva una inversión de 240 millones de euros, ocupa 110 hectáreas de terreno sin valor ambiental en el Valle de Ayora y cuenta con el respaldo de los Ayuntamientos de Jarafuel, Zarra y Ayora por el impacto económico que va a tener. Valle Solar, que tendrá una potencia de 300 megavatios (MW), es el primer parque renovable valenciano declarado por la Generalitat de «carácter estratégico» y «proyecto prioritario de inversión». A pesar de la declaración, la planta se ha topado con el tapón burocrático que bloquea el desarrollo de 500 proyectos renovables en la Comunitat Valenciana y que el presidente del Consell, Ximo Puig, se ha comprometido a resolver esta semana.

Genia lleva cuatro años trabajando en el proyecto y ha llegado a acuerdos con los agricultores locales para arrendarles el terreno por un plazo de 30 años prorrogables por otros 30. Gabriel Butler, CEO de Genia, subraya que la filosofía del proyecto es compatibilizar los terrenos con actividades agrícolas y ganaderas. «Hemos diseñado la planta en islas dispersas por las parcelas elegidas para facilitar la convivencia del bosque, los cultivos, la vegetación y la integración paisajística», subraya. «En aquellos terrenos hay cereal y almendros, y nos hemos alejado de un área de cerezos de Zarra», asegura Butler.

La planta se va asentar sobre un perímetro vallado de 500 hectáreas, aunque la zona de placas solares ocupa 110 hectáreas. La potencia del parque equivale a la de una cuarta planta de la central nuclear de Cofrentes, que va a dejar de operar en noviembre de 2030.

Butler reconoce que en el despliegue de las renovables «no todo vale», pero insiste en que el proyecto de Valle Solar «es hipergarantista y se ha desarrollado en coordinación con los ayuntamientos. Hemos habilitado pasillos de separación entre las filas de placas de 6 metros como mínimo para facilitar el tránsito de la fauna y la alimentación de las águilas».

La iniciativa incluye el uso de técnicas de construcción que evitan el empleo de hormigón por lo que «no se modifica el suelo ni quedarán marcas el día de su desmantelamiento». Además, reduce las líneas aéreas, que van agrupadas junto a las de otros proyectos y enterradas en su mayor parte. El perímetro de la planta tendrá una barrera visual formada por vegetación y árboles para que no se vean las placas desde la carretera.

El proyecto contempla la contratación de 300 montadores mecánicos y eléctricos para los módulos fotovoltaicos y de 150 personas para tareas que no requieren gran formación. «En el parque de Talayuela (una planta promovida por Genia en Extremadura) contratamos a mujeres mayores sin formación para el montaje de las placas solares. Es muy fácil porque van como un mecano», precisa el CEO de Genia.

El 90 % del terreno de los municipios donde va la planta está protegido. «Nosotros nos alejamos de la masa forestal por eso es un proyecto de carácter estratégico para la Generalitat Valenciana. Greenpeace nos dijo que los requisitos medioambientales que hemos aplicado son más exigentes que los suyos», añade el directivo.

La empresa apunta que el parque fotovoltaico puede estar en construcción a principios del año que viene si se desbloquea el parón administrativo.

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