CaixaBank ha decidido, dentro del proceso de reestructuración de su red, el cierre de la histórica oficina de Pintor Sorolla, ubicada en los bajos de lo que fue primero la sede social y operativa de Bancaja y luego, la social de Bankia, cuando la entidad valenciana se unió a Caja Madrid para crear el banco que luego fue intervenido.
En 2020, Bankia fue absorbida por CaixaBank y ello dio lugar a un proceso de reestructuración interna, acordado el año pasado, que ha supuesto cerca de 6.500 despidos en la entidad financiera con sede en el casi anejo edificio del Banco de Valencia y el cierre de más de 800 sucursales. En esa dinámica se enmarca la clausura de la mencionada oficina, si bien las fuentes consultadas por este diario aseguraron ayer que solo se cerrará la operativa de particulares y que se mantendrá en la misma la atención a empresas. Asimismo, en dichas dependencias se instalarán otros departamentos que ahora están repartidos por el edificio. Los clientes serán trasladados a las oficinas que la entidad tiene en los alrededores, singulamente la que se encuentra en la intersección de la plaza del Ayuntamiento y la calle Barcas.