El índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido se situó en febrero en el 6,2 %, frente al 5,5 % del mes anterior, lo que supone la tasa más elevada en 30 años, según informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).

Según el analista Grant Fitzner, economista jefe del citado organismo oficial, "la inflación aumentó de manera acusada en febrero al subir los precios de una amplia gama de bienes y servicios en productos tan diversos como los alimentos, juguetes y juegos".

"La ropa y el calzado experimentaron un regreso a las tradicionales subidas de precios de febrero tras las caídas detectadas el pasado año cuando muchos comercios estaban cerrados", señaló en un comunicado.

También contribuyeron a este incremento subidas en los precios de los muebles y en el combustible y productos energéticos.

"El precio de bienes que salen de fábricas británicas también ha subido de manera sustancial y ahora se sitúa en su tasa más elevada en 14 años", destacó Fitzner.

La nueva tasa de la inflación se conoce el mismo día en que se espera que el ministro británico de Economía, Rishi Sunak, presentará su plan financiero para el Reino Unido con el que espera hacer frente al encarecimiento del coste de la vida y al mismo tiempo eliminar parte del déficit contraído a lo largo de la pandemia.

El pasado día 17 el Banco de Inglaterra subió desde el 0,5 % al 0,75 % los tipos de interés en el Reino Unido, el tercer incremento consecutivo que acomete la entidad a fin de contener la inflación.

Esa tercera subida experimentada en apenas cuatro meses fue percibida como un intento del banco central inglés por contrarrestar el alza en el coste de la vida en el Reino Unido, con la inflación situada muy por encima del objetivo del 2 % fijado por la institución.