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Paro del transporte

"Si la huelga se alarga, la semana que viene tendremos escasez de cerveza"

El anuncio de Heineken y Mahou de que sus plantas están “al límite” por los paros del transporte pone en alerta a los hosteleros, que pueden aguantar tirando de las reservas de género de Fallas - La mayoría coincide en que está afectando más el encarecimiento que la falta de productos

Un trabajador de la Tasca Ángel, en el centro de València.

"Nos ha salvado que tenemos mucho género guardado de Fallas, pero si la cosa sigue así, en una semana tendremos problemas de desabastecimiento de cerveza". Son las declaraciones de Mario Escribano, un hostelero de la ciudad de València que ya teme los efectos del paro indefinido convocado por la Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancía por Carretera.

Pero Mario hace un llamamiento a la calma. De momento no hay ningún problema de suministro, aunque ayer Heineken - Cruzcampo (con fábrica en Quart de Poblet) aseguró que si continuaba la situación empezarían a tener problemas para hacer llegar el cargamento. Los locales consultados todavía guardan el excedente de las fiestas en el almacén y son capaces de aguantar el tirón, pero los pequeños son los más vulnerables en caso de que la cerveza no salga.

En la Tasca Ángel, un local en pleno centro de València a rebosar de gente pese a la lluvia, explican que "si dejan de salir camiones tendríamos género guardado para aguantar, pero, si se alarga, a finales de la semana que viene sí tendríamos alguna falta". Habla de la cerveza, ya que para el resto de productos "MercaValencia está funcionando con normalidad y no tenemos ningún problema". Hay una gran excepción que sí que están notando en toda la hostelería: la leche.

"Esperemos que no ocurra, pero si siguen los paros se puede producir un efecto dominó en la hostelería", dice Fotur

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Víctor Pérez, presidente de la Federación de Ocio y Turismo de la C.Valenciana, asegura que de momento la mayor queja de la hostelería tiene que ver con el encarecimiento y no con el desabastecimiento. Algunos sectores sí que están empezando a verse afectados por la huelga, por ejemplo, los salones de boda tienen ya un 25 % de desabastecimiento en general.

La Federación de Hostelería de València cuenta lo mismo. El stock que se adquirió para Fallas está actuando como red en estos días donde sobrevuela el desabastecimiento, que no se está notando en los locales de forma generalizada.

Dos jóvenes tomando una cerveza en el centro de València Miguel Angel Montesinos

Efecto dominó

Las discotecas, por su parte, han vaciado sus vitrinas y empiezan a sacar el género de los almacenes. Igual que los bares, puede peligrar su abastecimiento si la huelga del transporte se sigue alargando. La misma historia en los pubs, pero con una diferencia clave, cuanto más tamaño más capacidad de aguantar la huelga.

"Esperemos que no ocurra, pero si siguen los paros se puede producir un efecto dominó", dice Pérez. "El local pequeño es el que más va a notar todo esto, porque no tiene tanto espacio para guardar. En todo caso, se quedarían vacíos ellos cuando los mayoristas dejen de enviar, y semanas después los grandes". El presidente de Fotur avisa de que "muchos distribuidores ya están teniendo problemas" debido a la huelga.

"Ya hemos notado la huelga. Nos han dicho que los camiones no van a salir en unos días y no tendremos género", dicen en un restaurante

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Uno de los productos que viven un momento crítico es el vino y el champán. Fotur explica que "los almacenes y locales están teniendo ya muchas carencias con este producto y en algunos casos están dejando de servir".

María José Arboleda regenta una cervecería del centro de la ciudad, poco concurrida por las lluvias pegadas al cielo estas semanas. Su local en concreto es muy susceptible a los paros porque en su caso "no puedo comprar para mucho tiempo y vamos casi al día".

Explica que algunas bebidas sí que han desaparecido de la carta porque no hay, como la Desperados (cerveza con tequila), pero que más allá "la fábrica no nos ha avisado de que vaya a parar". Normalmente, apunta, "lo hace para que podamos pedir un poco más y aguantar". Ella trabaja sobre todo con Heineken, así que un cierre de la producción sería un golpe muy duro.

En el local Los Toneles, típico para los vecinos de Russafa y los alrededores del ayuntamiento, dicen en cambio que "ya hemos notado la huelga. Nos han dicho que los camiones no van a salir en unos días y no tendremos género. Dentro de poco quizá paren la producción. Pero como tenemos género guardado podemos aguantar un tiempo sin problemas", cuentan.

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