Con el precio de la gasolina por la nubes y sin previsiones de mejora, cualquier opción para ahorrar en el consumo de combustible es buena. Tanto la gasolina como el diésel están en precios máximos con cotizaciones por litro que supera de sobra los 1,5 euros por litro y se acercan peligrosamente a los 2 euros. Se trata de una situación que ya venía registrándose desde hacía meses y que ahora se ha visto agravada y disparada tras la invasión rusa a Ucrania. La crisis que se ceba con el este europeo ha provocado otra crisis en todo el continente, esta vez de índole económica con un aumento histórico en los costes energéticos.
Más allá de cuestiones geopolíticas, el común de los mortales asiste atónito a la escalada casi diaria de los precios del combustible. La situación es más grave si cabe entre los profesionales que dependen del transporte o de su vehículo para trabajar. El combustible es en estos casos un coste necesario, un peaje para poder trabajar y su encarecimiento está disparando los costes fijo más de 20% en las últimas semanas, tal como ha advertido el sector de transportistas.
Por ello, conviene tomar nota de algunos consejos para ahorrar y rebajar el consumo de combustible del vehículo. Además de buscar las estaciones de servicio o gasolineras con los precios más baratos, los usuarios podemos aplicar pequeños consejos en nuestra rutina diaria para hacer reducir el consumo de gasolina y diésel de nuestros coches.
Trucos para reducir el consumo de combustible
- Revisar la presión de los neumáticos: Puede parecer absurdo pero se trata de uno de los puntos clave para mejorar el rendimiento del vehículo y reducir el consumo. Si los neumáticos tienen la presión baja, la resistencia al avance será mayor y, por lo tanto, gastaremos más carburante.
- Reducir la velocidad y mantener una velocidad de crucero: No hay que abusar de la velocidad. Además de ilegal, conducir por encima de los límites de velocidad establecidos dispara los consumos.
- No abusar del freno y aprovechar la orografía del terreno: Es básico. Cada vez que frenamos se pierde velocidad y energía y para recuperar la velocidad hay que acelerar y aumentar la revoluciones del motor con el consiguiente gasto de combustible. Es mejor aplicar una forma de conducir más estable. Apostar por una velocidad estable que aproveche la orografía del terreno.
- Cerrar las ventanillas para mejorar la aerodinámica
- Vaciar el maletero de peso innecesario
- Intentar compartir el vehículo con compañeros de trabajo y reducir así los costes entre varias personas
- Usar el motor como freno: Está muy relacionado con aprovechar la orografía del terreno. Cuando haya zonas en las que desciendas, sencillamente suelta el acelerador y la propia retención del motor hará que la velocidad del vehículo se mantenga.
