Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Innovación

Las mascarillas usadas tienen futuro como peines

Itainnova presenta la validación del proyecto de reciclado de mascarillas | La reutilización permitirá reducir la contaminación y ahorrar casi medio millón de euros

La consejera Maru Díaz y la investigadora Cristina Crespo charlan ante mascarillas y cepillos.

Millones de mascarillas acaban en el vertedero sin que exista una alternativa o reaprovechamiento de estos productos sanitarios que durante dos años han sido compañeros inseparables de los habitantes de todo el mundo. La Universidad de Zaragoza y el Instituto Tecnológico de Aragón (Itainnova) se han propuesto buscar una solución a este problema y lo han encontrado de la mano de una empresa líder en el sector del plástico en Irlanda del Norte, Denroy. Se trata del proyecto Wasamask de reciclado de los tapabocas para convertirlos en peines y cepillos, una iniciativa "pionera de economía circular" que incluye un sistema de recogida en farmacias; y que permitiría recuperar unas 274 toneladas de este material (casi un millón y medio de mascarillas), evitar la emisión de 318 toneladas de CO2 y ahorrar casi medio millón de euros.

Así lo ha definido la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, que ha presentado la validación, a escala industrial, del método de reciclaje de mascarillas desarrollado por el grupo de Diseño y Desarrollo de Materiales del centro público aragonés, a partir del cual ha sido posible la fabricación de peines. Junto a ella estuvieron presentes la directora del centro, Esther Borao; el coordinador de Investigación y Tecnología de Denroy, Alberto Lario y los investigadores Cristina Crespo y Pablo González.

Peines reciclados.

Itainnova ha podido llevar a cargo el proyecto junto a Denroy y la Universidad del Ulster, con quienes firmó un acuerdo de I+D de nuevas tecnologías y conocimientos relacionados con los polímeros, su reciclaje y valorización. También se ha validado la recuperación de los residuos industriales generados por esta compañía en la fabricación de mascarillas Denpro FFP3, obteniéndose en este caso cepillos de pelo.

El coronavirus ha provocado también "la pandemia del plástico", ha dicho Díaz, ya que hay 350 toneladas anuales de deshechos no reciclables por mascarillas, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Gracias a Wasamask, "los materiales se reciclan, se transforman y se vuelven a generar útiles", ayudando a proteger el medio ambiente y contribuir en la neutralidad climática.

También el coordinador de I+D de Denroy ha insistido en el enfoque medioambiental del proyecto. "La apuesta por el uso de materiales reciclados en productos de alto valor añadido es clave para reducir la huella de carbono y hacer un uso más sostenible de las materias primas", ha afirmado.

Para completar el proyecto, se ha propuesto una solución para la recogida de este residuo como paso previo a su reciclaje en una ciudad piloto como puede ser la capital aragonesa, a cargo de Alberto Turón, Celia González, Pablo González y Cristina Crespo, quienes reconocieron en la importancia de la "circularidad" a la hora de recuperarlos residuos. La conclusión a la que han llegado es la recogida de mascarillas en las farmacias de la ciudad, ya que es la opción más favorable desde el punto de vista económico y medioambiental, además de recibir un amplio apoyo por parte de la población encuestada. Por detrás quedaron contenedores en edificios públicos y en la calle.

Esta recogida supondría en Zaragoza la recuperación anual de unas 274 toneladas de material, que podría valorarse en un ahorro en costes de producción de nuevos productos de 436.000 euros. Además, se evitaría la emisión de 318 toneladas equivalentes de CO2, procedentes de la no reutilización del material de las mascarillas.

Compartir el artículo

stats