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Ford concurrirá al Perte lastrado por la incógnita de las adjudicaciones a Almussafes

Si la automovilística no asigna los modelos eléctricos a la planta valenciana, el dinero europeo repartido por España se perdería e iría de vuelta a Bruselas, lo que merma la candidatura. Auxiliares como Alegre, Antolín o Faurecia están en el proyecto

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, en la reunión mantenida hace un año en Moncloa. Fernando.Calvo

Se ha hecho de rogar, pero Ford España sí que concurrirá finalmente al Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico puesto en marcha por el Gobierno. Será el segundo después del anunciado por Volkswagen para instalar una gigafactoría de baterías en Sagunt. La iniciativa de la multinacional de Detroit, sin embargo, nace con pocas opciones de cristalizar porque está condicionada a que la planta de Almussafes reciba las adjudicaciones por las que pelea con Saarlouis (Alemania) y, si no fuera así, el dinero comprometido no se podría ejecutar e iría de vuelta a Bruselas.

Fuentes cercanas al proyecto así lo confirman en declaraciones a este diario. Aseguran que Ford ha reclutado para su "futurible Perte" a varias empresas proveedoras del sector auxiliar valenciano instaladas en el parque industrial anexo a Almussafes como Faurecia, Antolín o Industrias Alegre. Otras fuentes de Yanfeng, productor chino de paneles interiores, también aseguran a Levante-EMV que la empresa les transmitió en su día su "intención de presentarse junto a otras empresas del polígono" al proyecto de Ford para captar fondos europeos.

Lo que nadie se atreve a predecir son las fechas en las que se oficializará el paso de la firma del óvalo azul. En un principio estaba previsto que el Gobierno abriera la ventanilla para la recepción de proyectos el 3 de mayo, pero ese plazo ha sido ampliado este mismo miércoles por el Ejecutivo hasta el próximo 17 de mayo.

Tampoco está clara la orientación del proyecto. Pese al ajustado calendario, diversas fuentes del sector aseguran que el Perte de Ford todavía está poco desarrollado y apuntan a la dificultad de la multinacional para cumplir con los requisitos de integrar a pymes en la iniciativa, pese a que fue flexibilizado a última hora por Moncloa a petición del sector.

Pero la mayor debilidad del Perte de Ford es que está condicionado a que Almussafes reciba nueva carga de trabajo. Hasta junio no se anunciará si Detroit asigna a la planta valenciana o a la de Saarlouis los dos modelos eléctricos pendientes de adjudicar en Europa. Si los contratos van a parar a Alemania, ese dinero no solo no se podría invertir en la iniciativa valenciana sino que el Gobierno no tendría opción de redirigirlo y regresaría a las arcas comunitarias.

Empleados de Ford saliendo de la factoría en una imagen de archivo Daniel Tortajada

Asimismo, las fuentes entienden que el "reparto autonómico" con el que el Ejecutivo quiere enfocar el Perte es otro posible freno, ya que "la llegada de Volkswagen ya pone a la Comunitat Valenciana en un puesto de privilegio" respecto a la distribución de estos fondos, en los que se primaría a otras autonomías.

Espaldarazo en la carrera contra Saarlouis

Por otra parte, el consejero delegado de la división de vehículos comerciales de Ford, Ted Cannis, dio el pasado martes un espaldarazo a los intereses valencianos al asegurar que Almussafes forma parte de los planes europeos de la compañía.

En una entrevista concedida a Europa Press, el directivo indicó que Valencia "es una gran parte" de los planes de la empresa en la UE y apuntó que la fabricación de los nuevos modelos eléctricos "es una gran operación", si bien no concretó nada al respecto de la decisión final.

En cuanto a las inversiones que planea realizar la compañía en sus plantas de cara a fabricar nuevos modelos, Cannis explicó que el futuro es eléctrico y que "hay que dar el paso". Por ello, la firma invertirá 2.000 millones de euros en la planta de Turquía que fabricará el modelo Transit Custom de próxima generación.

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