En pleno debate sobre cómo deben subir los sueldos en relación al IPC, la patronal de las pymes catalanas, Pimec, ha decidido incrementar el salario a los 200 empleados de la organización en un 3%. Una cifra muy cercana a la inflación subyacente, es decir, descontando el efecto directo de la energía. Y superior al 2,1% que la gran patronal española CEOE aprobó este mismo año para su plantilla. Así lo ha explicado este martes el presidente de la patronal, Antoni Cañete, tras celebrar la asamblea general de la entidad y en la que ha dado cuenta de la evolución de las cuentas de la misma. Pimec en 2021 ganó 9.000 nuevos socios, hasta un total de 141.000, tuvo unos ingresos de 17,5 millones de euros, tras aumentar estos el 7% respecto al año anterior, y le quedó un resultado consolidado de 755.000 euros

Inflación, morosidad empresarial, encarecimiento de materias primas, posibles problemas de suministros desde China… la lista de amenazas para la proyección del tejido empresarial catalán que ha citado Cañete en su exposición de resultados este martes es larga. Más no por ello desde la patronal de las pymes esperan perder pie y, como organización, frenar el ritmo de su crecimiento en socios. Para el 2022 son “optimistas” y “exigentes” y esperan a crecer en ingresos por cuotas el 10%, con un presupuesto total que rondaría los 19,58 millones de euros y un resultado consolidado de cerca de los 500.000 euros. “El activismo empresarial que practicamos se está traduciendo en movilización y así aspiramos que siga siendo”, ha afirmado el presidente de Pimec.

Cañete ha aprovechado la asamblea general de Pimec para apremiar al Gobierno para que apruebe vía Consejo de Ministros el tope del gas en la fijación de precios de la electricidad. El líder empresarial ha destacado que la bautizada como "isla energética" a la que podrán acceder España y Portugal será un "elemento estratégico e importante" a lo largo del próximo año, pero siguen demandando un cambio permanente de la configuración de los precios de la electricidad para evitar beneficios caídos del cielo a las eléctricas y poder reinvertirlos en la economía productiva. "No estamos pidiendo mantener empresas zombie, sino que los recursos que tenemos se dediquen a mantener actividad económica", ha aseverado.

Pimec refuerza su carácter apartidista

La asamblea general de la patronal ha aprobado una serie de modificaciones en sus estatutos. Una de estas ha sido reformar su reglamento interno y el código ético para reforzar el carácter apartidista de la patronal, con el fin de blindarse ante hipotéticos futuros asaltos desde movimientos políticos. Como el independentista, que armó una candidatura liderada por el empresario Pere Barrios -que acompañó a Joan Canadell en los comicios a la Cambra- para las anteriores elecciones a la presidencia de Pimec del pasado febrero. Candidatura que finalmente perdió holgadamente las elecciones en detrimento del actual presidente, Antoni Cañete. 

Otra de las modificaciones estatutarias ha sido para blindar el patrimonio de la patronal ante potenciales ventas y dotar de mayor poder a la asamblea para pronunciarse y poder vetar todas aquellas ventas superiores a los tres millones de euros. Modificaciones todas ellas avaladas por el voto de 1.300 socios (entre presenciales y delegados) y ni un voto en contra, ni una abstención, según ha explicado Cañete. Durante la asamblea Pimec ha condecorado con su medalla al mérito empresarial a Joan Rigol, político de la extinta Unió, ex presidente del Parlament y ex conseller de Treball y Cultura. También fue uno de los miembros fundacionales de Pimec, en 1975.