En plena tensión geopolítica y energética por la invasión militar rusa de Ucrania y por el choque diplomático con Argelia, España trata de buscar alternativas y dispara las compras de gas a otros países. Las compañías energéticas españolas se blindan frente a la incertidumbre y buscan diversificar sus proveedores como reclama el Gobierno español y la Unión Europea.
La alternativa está siendo disparar las compras de gas natural licuado (GNL), el que se transporta por barco, procedente de Estados Unidos y de países africanos como Nigeria o Egipto, según se desprende del último boletín mensual de Enagás, con datos correspondientes al mes de abril.
España busca garantizar su seguridad energética frente a las dudas sobre la continuidad del suministro de gas desde Rusia y al descenso de las compras a Argelia tras cerrar uno de los gasoductos el pasado octubre y por el encontronazo diplomático por el giro español sobre el Sáhara, que ha hecho que Argel amenace con romper contratos. España ha multiplicado por cuatro las compras de gas a Estados Unidos en lo que va de año y también en abril, con lo que se confirma como nuevo mayor proveedor de gas.