Que el futuro plantea retos es una máxima asumida, más si cabe tras la crisis del coronavirus, por todos los agentes implicados en el desarrollo socioeconómico. Y, entre estos, una doble lucha contra el cambio climático y las desigualdades, así como la transformación digital, se erigen como el triunvirato implantado en la nueva era de la economía digital.

Este contexto que perfila dichos desafíos globales como bastiones en su hoja de ruta genera, en sí mismo, un escenario marcado tanto por oportunidades como por disrupciones.

Así, distinguir a aquellas empresas referentes en tecnologización de forma sostenible e innovadora y generadoras de riqueza es, en este punto, no solo importante, sino necesario.

Bajo esta premisa se consolidan los Premios BBVA Revoluciona, un certamen que en su primera edición marcó el ambicioso objetivo de «reconocer el esfuerzo diario de muchas pymes que crean riqueza y empleo, que investigan, innovan y proporcionan oportunidades», como afirmó David Conde, director de la Territorial Este de BBVA, en la ceremonia de entrega de galardones celebrada el pasado lunes en el Paraninfo de la Universitat de València (UV).

'No solo hay dos formas de resolver los conflictos: ganar o perder. La mediación es una apuesta rentable y revolucionaria'

Gemma Pons - CEO de Gestión Inteligente de Conflictos (GIC)

Las pequeñas y medianas empresas, como puntualizó Francisco Muñoz, decano de la Facultad de Economía de la UV, son determinantes en la economía española, pues su peso se sitúa en torno al 65 % del PIB. No obstante, matizó, «están invisibilizadas».

«Estamos viviendo la mayor transformación empresarial en muchas décadas y algo así merece un premio», admitió. En esta línea, Mª Vicenta Mestre, rectora de la UV, aseguró que «es momento de apostar por lo local» fomentando la creatividad y el diseño, entre otras soft skills, y «buscar el éxito empresarial y económico mejorando el mundo que nos rodea».

Para ello, tildó la sinergia público-privada de cooperadora necesaria y señaló que estos premios son «un incentivo para que lo que hoy es excepcional sea normal mañana en el marco económico español».

Premios que apuestan por el futuro

Los Premios BBVA Revoluciona buscan acompañar y brindar a las pymes —componen el 99 % del tejido productivo del país— las oportunidades necesarias para impulsar sus negocios.

Se trata, por tanto, de un galardón que ejerce como catalizador y que está dirigido a empresas de cualquier sector productivo que hayan mejorado sus indicadores clave de crecimiento y competitividad de una forma sostenible de la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia e Islas Baleares.

Es sencillo deducir, como se apresuró a reivindicar Muñoz, que «la competitividad nos hace pioneros a corto plazo», aunque lo que garantizará el éxito a lo largo del tiempo será la sostenibilidad.

«Ganar en competitividad no es ganar a menos que se incluya la variable de la sostenibilidad», destacó el decano de la Facultad de Economía de la UV. Una disertación aplicada con maestría por Gestión Inteligente de Conflictos (GIC), Fama Sofás y Talat, las tres empresas premiadas en la primera edición del certamen organizado por BBVA con la colaboración de la Facultad de Economía de la UV.

Obtener dicho reconocimiento ha supuesto una ardua tarea, pues el trío vencedor se ha sometido al cribado exhaustivo de las ajustadas bases de la convocatoria, así como al de los miembros del jurado —conformado por 11 destacadas personalidades del ámbito económico y docente, tanto del sector público como privado, y con representación de las tres comunidades autónomas adscritas al evento—.

En este sentido, esta primera edición constata el propósito de la entidad bancaria convocante de «poner al alcance todas las oportunidades de esta nueva era y generar impacto positivo en las empresas, familias, economía y sociedad», esgrimió Conde, «tangibilizando su meta de ayuda y acompañamiento».

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Todas las imágenes de la gala de los Premios BBVA Revoluciona ED

Competitividad como bien público

Vicent Soler, conseller de Hacienda y Modelo Económico en el momento en el que se celebró el evento, asistió al acto de entrega de galardones y defendió, durante su comparecencia, el valor de la competitividad como bien público, alineando su discurso al del decano de la Facultad de Economía, así como al del delegado de la Territorial Este de BBVA.

En su opinión, «las pequeñas y medianas empresas no siempre disponen de los recursos o habilidades necesarias para acometer la transformación de sus modelos negocio», por lo que celebró la política de recuperación sustentada en los fondos europeos Next Generation, que catalogó como «auténtico Plan Marshall».

«Las pymes pueblan nuestro tejido productivo y afrontan el reto de la digitalización, que puede suponer una auténtica revolución en términos de competitividad. Vuestro valor reside —dirigiéndose a las tres empresas premiadas— en vuestra capacidad de reacción ante las coyunturas», desarrolló.

'Hemos avanzado en la digitalización de nuestro producto poniendo a las personas en el centro de la ecuación'

Félix López y Manoli Santa - CEO de Fama Sofás

El conseller insistió, además, en que los grandes esfuerzos económicos se deben capilarizar hacia la pyme y aludió a los tres grandes planes de recuperación impulsados por la Generalitat Valenciana desde 2020. Es decir, el Plan Resistir, Resistir Plus y Reactiva.

En este sentido, fue tajante: las transformaciones deben acometerse de la mano de los agentes económicos y estas no deben ser ajenas a lo que denominó «triple concepción de la sostenibilidad» que actúa de forma transversal.

Así, admitió no solo el gran potencial innovador de las empresas valencianas, sino también la urgencia de premiar a aquellas que lo hacen bien dado el contexto de recuperación aludido anteriormente.

Vicent Soler, conseller cuando se realizó el acto, junto a Francisco Muñoz, Mª Vicenta Mestre y David Conde. ED

Además, el responsable de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico no perdió la oportunidad de elogiar a la Facultad de Economía de la UV, de la que fue decano, por ser «un espolón de la formación de capital humano y económico».

En esta misma línea se manifestó David Conde, que apuntó que BBVA eligió dicha facultad como partner en la constitución de los premios por su «criterio, independencia, credibilidad y cercanía a la empresa».

Las tres empresas premiadas

Gestión Inteligente de Conflictos (GIC) se convirtió en la primera empresa galardonada de este certamen en el ámbito territorial de la Comunitat Valenciana. Capitaneada por la letrada Gemma Pons, su actividad se centra en la mediación de conflictos.

Una área, a priori, convencional que, como sostuvo la CEO de la firma durante la entrega del galardón, «es una apuesta rentable».

«No solo hay dos formas de resolver los conflictos: ganar o perder. La mediación está penalmente reconocida, validada y ha probado ser eficiente», defendió Pons. No obstante, aseguró que necesita modernizarse y, por ello, desde GIC incorporaron la tecnología en su modelo de negocio al digitalizar todo su sistema de gestión.

«La mediación es la única revolución que se genera a través de la paz. ¿Nos acompañáis?», animó a los asistentes del certamen en una arenga final.

Gemma Pons, CEO de GIC, junto a algunos de los miembros del jurado del certamen. ED

El premio destinado a la demarcación de Islas Baleares fue concedido a Talat, una empresa dirigida a la ingeniería que, como defendió su CEO, Magdalena Payeras, «incorpora la innovación como parte de su ADN».

«Estamos viviendo una cuarta revolución industrial y, dentro de esta, otra que lo está cambiando todo: la de las personas», esgrimió. Así, cogió el testigo del clima expuesto durante la jornada que sitúa a las personas en el centro de la acción empresarial, que tiende a ser cada vez más humana.

La mercantil balear incorporó, mucho antes de estar fijados, las políticas fijadas por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas bajo el firme convencimiento de que «la clave es repensar proyectos para conseguir un valor añadido en forma de eficiencia». Es el pilar fundacional de la ingeniosofía de Talat, cuyo fin superior es la felicidad.

'Estamos viviendo una cuarta revolución industrial y, dentro de esta, otra que lo está cambiando todo: la de las personas'

Magdalena Payeras - CEO de Talat

Por último, Fama Sofás recibió el galardón de los Premios BBVA Revoluciona en el ámbito territorial de la Región de Murcia. El nombre es premonitorio. Durante más de 50 años, esta empresa familiar se ha dedicado a crear y fabricar sofás y sillones.

Una labor, como definieron Félix López y Manoli Santa, CEO de la empresa, «aparentemente nada tecnológica» que, pese a ello, ha sabido reinventarse y consolidarse más allá de las fronteras españolas.

«Hemos avanzado poco a poco en la internacionalización y digitalización de nuestro producto poniendo a las personas en el centro de la ecuación», reconocieron.

Además, este proceso se ha acometido atendiendo a criterios sostenibles, pues Fama Sofás se define como una empresa altamente vinculada a políticas medioambientales.

«Cuando le hablas de sostenibilidad a las personas, la devalúan. Nuestra suerte es demostrar que estos aspectos antieconómicos son buenos y nos han hecho crecer de forma continuada. El respeto al medio ambiente no es el camino idóneo para que las empresas tengan futuro, es el único camino que existe», concluyeron López y Santa.

Decálogo de retos para mejorar el bienestar social

Productividad, empleo, internacionalización, innovación o competitividad, entre otros atributos, son canales que aportan capital humano al bienestar social. Al menos, así lo sostuvo Rafael Doménech, catedrático de Análisis Económico de la UV y responsable de Análisis Económico de BBVA Research, en su conferencia «Innovación, disrupción digital y bienestar social» durante la entrega de premios.

Para Doménech,  además de la desigualdad o la esperanza de vida, el principal indicador del bienestar social se basa en el consumo neto de emisiones de gases de efecto invernadero al tener en cuenta el coste social del carbono. La digitalización supone, para este propósito, un baluarte.

En este sentido, Doménech fue taxativo: «si la disrupción digital no crea empleo productivo, no generaremos riqueza suficiente como para poder repartirla».

Rafael Doménech durante su intervención en el acto de entrega de premios. ED

Así, entre los diez grandes retos que deben acometerse para mejorar el bienestar social se incluye la inversión en investigación y desarrollo —la paradoja actual establece una relación no lineal—, la inclusión del capital humano en la ecuación, la disminución de la polarización —consolida la rutinarización al generar empleo solo en los extremos—, la promoción de la formación capaz de revertir los índices de abandono escolar o, entre otros, los garantes de igualdad.

Además, el catedrático de Análisis Económico de la UV hizo una apreciación final centrada en el objeto del premio convocado por BBVA.

«Premiamos a estas empresas en la medida en que lideran un proceso determinante en la mejora del bienestar social, pues la evidencia disponible habla de un balance positivo de la disrupción digital para crear empleo y reducir la desigualdad. Va a haber costes de transición en algunas áreas y nuestra misión es evitar que eso deteriore la calidad del empleo», concluyó.