Una coalición de 27 empresas, entre ellas Volvo y Ford Europa, han pedido a la Unión Europea que garantice lo antes posible que todos los coches y furgonetas vendidos a partir de 2035 deban ser eléctricos y que establezca objetivos de obligado cumplimiento en áreas como el despliegue de la infraestructura de carga.

El adelanto hasta 2035, antes estaba fijado para 2040, de la muerte de la combustión en Europa fue aprobado por la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara este mes y debe ser ratificado en junio por el Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE. Las 27 empresas consideran que este adelanto es el único camino para cumplir con el objetivo de una movilidad cero emisiones a partir del año 2050 y para mejorar la seguridad energética del continente, ya que un tercio del petróleo importado a Europa se destina a la producción de carburantes para coches.

Esta decisión, reclaman, debe además venir acompañada de una normativa robusta y obligatoria de instalación de cargadores para que los fabricantes de automóviles y de otros sectores puedan trabajar con objetivos claros y los clientes puedan confiar en la movilidad eléctrica. El sector español del automóvil, a través de la patronal Anfac, ha argumentado que la nueva fecha no les genera confianza, sobre todo por la carencia de estas normativas. Anfac reclamaba que harán falta medidas públicas adicionales para estar preparados para ese horizonte, herramientas “al mismo nivel de exigencia si se quiere que su cumplimiento sea posible”. Estas medidas deben posibilitar el despliegue de puntos de recarga, con nuevos objetivos “ambiciosos pero vinculantes”.

En esta línea, Stuart Rowley, presidente de Ford Europa, reclama que los responsables políticos deben establecer objetivos obligatorios para hacer posible una infraestructura de recarga “sin fisuras”. Además de Ford Europa y Volvo, cuyo CEO, Jim Rowan, ha recordado que “la ventana de oportunidad para evitar los peores efectos del calentamiento global se cierra rápidamente” y que es ahora cuando Europa debe “ratificar su liderazgo en la acción climática”, firman la petición Allego; An Post; Arrival; Avere; Ball; ChargePoint; Currys; Danfoss; EVBox; FastNed; Greenway; Grundfos; Iberdrola; LeasePlan; Li-Cycle; Novo Nordisk; Sanofi; SAP Labs in France; Solar Group; Tesco; Uber; Unilever; Vattenfall; Vulcan y Zurich.

Cargadores en Europa, pocos y mal repartidos

Según el Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos, en Europa hay 374.000 cargadores para, según la consultora EY, más de tres millones de eléctricos, un cargador por cada 8,71 coches. Además de ser pocos, estos cargadores están dispuestos de una forma irregular, con el 66% del total repartido entre los Países Bajos, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido -que tiene el objetivo de adelantar la prohibición de la comercialización de coches de combustión en 2030-. Según un estudio de Euroelectric, al ritmo actual de crecimiento de los eléctricos, en 2030 harán falta 65 millones de cargadores, 56 millones de los cuales deberán instalarse en casas, plazas de parking y en el trabajo, lo que fija un objetivo de nueve millones de cargadores públicos. 

En España, al cierre de 2021 había, según Anfac, 13.411 cargadores públicos, de los cuales más de 5.000 se reparten entre Catalunya y la Comunidad de Madrid. Del total, solo 1.606 ofrecen potencias superiores a los 22 kW, por lo que el grueso de la oferta no sirve para viajes largos por ser cargadores lentos -con tiempos de recarga mínimos de tres horas-, y únicamente hay 109 de 150 kW o más. Anfac afirma que se instalaron 4.866 puntos en 2021, “un crecimiento cuatro veces inferior al necesario para acompasar el crecimiento del mercado”.