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Los concesionarios valencianos se autocompran un 15 % de los coches eléctricos que venden

Las marcas presionan a los intermediarios para dar salida a los modelos menos contaminantes y evitar multas de Bruselas, abocando a estos negocios a recurrir a las automatriculaciones

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Mientras las ventas de coches de combustión acumulan años en retroceso, las de vehículos eléctricos encadenan meses al alza. Pero el ritmo de crecimiento de este segmento no es suficiente para los fabricantes. De hecho, sus cifras en cierta manera están ‘dopadas’, ya que buena parte de esas matriculaciones son de los propios concesionarios, que se autocompran unidades cero emisiones a ellos mismos para cumplir con las exigencias de las marcas, que cada vez presionan más a los puntos de venta para poder comercializar estos modelos y evitar las multas con las que amenaza la Unión Europea para acelerar la descarbonización del transporte. Así, según los datos de la patronal de concesionarios Faconauto a los que ha tenido acceso este diario, uno de cada diez coches electrificados vendidos en lo que va de 2022 en la C. Valenciana no ha llegado a pisar la calle. El porcentaje escala hasta el 15 % con los eléctricos puros.

Desde 2020, la UE impone penalizaciones a todo productor de automóviles que supere de media los 95 gramos de CO2 emitido por kilómetro recorrido. Según señala el director de comunicación de Faconauto, Raúl Morales, la entrada en vigor de esa medida punitiva ha actuado como catalizador del «boom de automatriculaciones de eléctricos» que Morales admite se está produciendo en los últimos tiempos en los concesionarios del territorio nacional.

Manuel Palma, presidente del grupo Palma y con décadas de experiencia en el sector, confirma la presión que sufren estos negocios por parte de sus proveedores para vender la gama electrificada, cuya demanda aun no ha despertado por las dudas del consumidor acerca de una tecnología todavía incipiente y una infraestructura poco desarrollada.

«No es que nos aprieten, es que nos obligan porque ellos también están obligados. Si no, tienen que pagar penalizaciones», explica el profesional. Según Palma, la cuota de eléctricos que deben comercializar los concesionarios «varía de mes a mes según las necesidades de la marca, pero suelen oscilar entre el 20 % y el 25 %». Un porcentaje difícil de alcanzar hoy en día y que ‘obliga’ a estos negocios a lanzarse a las autoadquisiciones. «Los objetivos [que imponen los fabricantes] están vinculados con la venta de eléctricos si no llego, no cobro el rápel», añade.

En concreto, en la autonomía constan 7.847 matriculaciones de vehículos electrificados —eléctrico puro y los diferentes híbridos, que en 2023 computarán como los de combustión—, de las cuales 702 fueron ‘autocompras’ de los concesionarios. La ratio crece hasta el 15 % entre los eléctricos puros: de las 875 ventas, 130 no dejaron el escaparate. A nivel nacional el panorama es idéntico: las automatriculaciones de los 100 % eléctricos suponen un 14,3 % (1.421 de 9.928) y las de híbridos, un 9,8 % (8.644 de 87.865).

La transformación del sector del automóvil, obligada en parte por la llegada del vehículo eléctrico, tiene en España un actor clave. Con 17 plantas productivas es el segundo productor europeo tras Alemania. Para afrontar con garantía de éxito ese nuevo rumbo, las marcas de con fábricas en España ven en el Perte del sector una gran oportunidad para impulsar su electrificación. Prueba de ello, y tras conseguir que el Gobierno dilatara el plazo hasta el 3 de junio, es que casi todas las marcas que operan en el país registrarán proyectos para optar a las ayudas. La que más interesa a la C. Valenciana, Ford, sigue sin confirmar si concurrirá.

El Grupo Volkswagen fue el primero en mover ficha al condicionar ya en 2021 su gigafacotría de baterías que finalmente ha captado Sagunt a la convocatoria del Perte. Su plan tiene cuatro pilares: electrificar sus dos plantas (Martorell y Landaben), crear un ecosistema de baterías para vehículos eléctricos y la construcción de la megaplanta, la localización de componentes esenciales para los coches de cero emisiones y la formación de talento y digitalización de la industria.

Otro de los proyectos ya registrados es el D-Hub, el plan impulsado por QEV Technologies y Btech para la reindustrialización de las fábricas de Nissan en Barcelona por 305,1 millones. También Irizar presentó su proyecto para descarbonizar la cadena de valor del autobús.

Por su parte, Stellantis prepara dos proyectos para sus tres plantas en España: uno específico para la de Zaragoza (223 millones) y otro para Vigo y Madrid, con una inversión prevista de 43 millones.

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