Se acabó la espera. Tras meses de tensa inquietud, Ford ha escogido finalmente la factoría de Almussafes para albergar la plataforma de próxima generación que le permitirá fabricar coches eléctricos. El dictamen, conocido este mediodía, supone garantizar la viabilidad de la planta valenciana de cara a la próxima década y deja en el más que probable escenario de un desmantelamiento a partir de 2025 a la planta alemana de Saarlouis.

Según ha confirmado la multinacional a través de un comunicado y ante los medios, esta adjudicación a la planta valenciana supone "acelerar hacia un futuro totalmente eléctrico y conectado en Europa". En este sentido, Ford ha señalado que Almussafes es la "preferida para ensamblar vehículos basados en una arquitectura de vehículos eléctricos de nueva generación" propia de la marca del óvalo.

Respecto a los mismos, el director de Ford Europa, Stuart Rowley, no ha especificado qué modelos concretos se producirán. Solo que se "comenzará a producir en esta década innovadores vehículos eléctricos y conectados".

Según el comunicado de la marca con sede en Detroit, "traer nuestra arquitectura completamente nueva de vehículos eléctricos a Valencia nos ayudará a construir un negocio rentable en Europa, asegurar empleo de alto valor y aumentar la oferta de Ford de vehículos eléctricos premium, de alto rendimiento y totalmente conectados que satisfagan la demanda de nuestros clientes europeos".

“Estamos comprometidos con la construcción de un negocio vibrante y sostenible en Europa como parte de nuestro plan Ford+, y eso requiere enfoque y tomar decisiones difíciles”, reflejó por su parte en el comunicado Jim Farley, presidente y director ejecutivo de Ford.

Un paso crítico en su transformación

Según el texto dado a conocer por la multinacional, la arquitectura de próxima generación "es un paso crítico en la transformación de Ford en Europa para lograr un futuro totalmente eléctrico y construir un negocio próspero al tiempo que realiza una contribución positiva a la sociedad y reduce las emisiones en línea con el Acuerdo Climático de París". En este sentido, sus planes pasan por "un futuro completamente eléctrico en Europa" que respaldan "el objetivo global de más de 2 millones de producción anual de vehículos eléctricos para 2026 y un margen EBIT ajustado de la compañía del 10 % para 2026".

La decisión anunciada esta mañana es el siguiente paso a la finalización de un periodo de consultas exhaustivas con los equipos de ambas plantas. Según Rowley, en la elección valenciana ha tenido que ver la estrategia para ser neutral en carbono en 2035 y la apuesta por la sostenibilidad.

Pese al golpe en Saarlouis, Ford también avanzó una inversión de dos mil millones de dólares de sus operaciones de Colonia (Alemania), para comenzar a producir vehículos eléctricos de pasajeros a partir de 2023. "La estrategia europea de Ford incluye una emocionante gama de vehículos eléctricos, incluida una versión eléctrica del popular Ford Puma, y ampliar su liderazgo en el segmento de los vehículos comerciales con los vehículos eléctricos y servicios conectados Ford Pro. Para 2026, Ford en Europa planea vender 600.000 vehículos eléctricos al año", destaca el texto dado a conocer.

El resultado deseado

A horas de la decisión final y pese a la entendible expectación, el ambiente en la planta valenciana, según apuntaron fuentes de varios sindicatos de la factoría a este diario, ya resultaba "positivo" y "esperanzador" hacia el sentido de un dictamen que ha resultado finalmente el deseado. "Hay bastante expectación y confianza en que el acuerdo laboral firmado en enero en Colonia dé sus frutos", aseguraban horas antes de conocer la noticia desde UGT-Ford. No en vano, "no alcanzar un acuerdo no era una opción, nos eliminaba directamente", añadían.  

En el citado acuerdo, a la postre el preferido por la multinacional del óvalo, se pactó una flexibilidad laboral para poder mover jornadas de producción, así como incrementos lineales no consolidables en las tablas salariales de la plantilla que ascienden a 7.000 euros entre 2022 y 2025 y retornar al IPC en 2026, condiciones que se suman a un marco de mayor efectividad como el que ofrece Almussafes. Todas ellas habrían sido pilares clave en la elección de Almussafes sobre las condiciones -que a día de hoy no se han hecho públicas- ofrecidas por la planta alemana.

Hasta la decisión, Almussafes -con 6.000 trabajadores, a los que se suman decenas de miles más indirectos gracias a la economía generada su alrededor- solo tenía garantizada en 2025 la fabricación del Kuga

Hasta la decisión, Almussafes -con 6.000 trabajadores, a los que se suman decenas de miles más indirectos gracias a la economía generada su alrededor- solo tenía garantizada en 2025 la fabricación del Kuga, que eso sí desde inicios de año y hasta mayo ha supuesto casi el 60 % de los vehículos que se ensamblaron en la planta. En este sentido, contar solo con un modelo ya mostraba la obligación de la llegada de la plataforma para fabricar coches eléctricos -a día de hoy todavía se desconoce en concreto qué modelos eléctricos se adjudicarán- para garantizar la viabilidad de la planta, una realidad que finalmente se dará.

Tras conocerse la noticia, y según apuntan desde el diario alemán Saarbrücker Zeitung, el comité de empresa de Saarlouis e IG Metal, sindicato mayoritario de la planta alemana, ha tildado de "farsa" la adjudicación y ha señalado a la dirección de Ford Europa por incumplir su palabra. Por ello, desde el sindicato llamaron a los empleados de Ford a manifestarse hoy a las 14.30 horas.

Un escenario de "redimensionamiento"

Pese a la positiva decisión, ahora el escenario que se abre de cara a los próximos meses encara un nuevo reto. Lo dijo el propio director en Europa de Ford, Stuart Rowley hace pocos meses: la apuesta por una u otra factoría no evitaría "un redimensionamiento" de la estructura actual de la planta vencedora, en este caso Almussafes. Faltará saber cuándo se encararán estas negociaciones y qué impacto tendrán para la plantilla. De momento, esta mañana ha evitado realizar nuevas afirmaciones al respecto.

Reacciones empresariales

Tras conocerse la noticia, las principales instituciones empresariales de la Comunitat Valenciana han mostrado su satisfacción por la adjudicación. Como ha explicado el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, "la confirmación de que Ford Almussafes producirá los nuevos modelos eléctricos de la firma es, sin duda, una noticia muy positiva, histórica, y una garantía de futuro de la planta y de toda la industria automovilística de la Comunitat Valenciana".

En esta misma línea, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, ha señalado que la decisión de Ford "es la mejor noticia que podíamos tener los valencianos en este momento, primero porque es una fuente de innovación, de atracción de talento e inversiones, tanto para la propia planta como para toda la industria de componentes, industria que en estos momentos nos posiciona como el centro de transformación en el ámbito europeo del principal sector que es el automóvil".

Bajo esa misma perspectiva, la presidenta de AVIA, Mónica Alegre, ha expresado, en nombre de todo el clúster de automoción de la Comunitat Valenciana, la "enorme satisfacción" por el dictamen y ha asegurado que este, largamente esperado, afianza la Comunitat Valenciana como “la región europea referente en movilidad eléctrica y sostenible, así como en un polo de inversión tecnológico”. “Es, además -ha remarcado- un balón de oxígeno para el conjunto de la industria valenciana, no solo para el sector del automóvil”.

Por su parte, el presidente de la patronal metalúrgica Femeval, Vicente Lafuente, la adjudicación de la plataforma asegurará "el futuro de cientos de empresas de la industria auxiliar del metal" en la Comunitat Valenciana dependientes de Ford.