Las rebajas de verano iniciaron ayer su andadura antes de lo acostumbrado y con descuentos iniciales de aproximadamente el 50%. Todo un reclamo en un momento en que la sociedad vive con angustia una inflación disparada por encima del 8 % y con pocos visos de moderarse en los próximos meses. Por tanto, las bajadas de precios se convierten en una opción para el consumo, sobre todo después de dos años en que el comercio ha vivido acogotado por las restricciones de la pandemia del coronavirus.
Tras el inicio de rebajas en las apps y en internet, ayer empezaron los descuentos en las tiendas. El Corte Inglés, sin las tradicionales aglomeraciones a sus puertas en la apertura de sus establecimientos en València, oferta descuentos medios del 50 %, aunque el porcentaje varía en función de los productos. Así, la cadena de distribución informó ayer de que en aapatería los recortes se sitúan en torno al 30 %, al igual que en baño, mientras que en complementos llegan al 50 % y en parafarmacia, al 35 %.
El grupo Inditex inició los descuentos el miércoles en la web, con estrategias independientes para cada marca. Un informe de la consultora Kantar concluye que la mitad de los españoles comprará de media entre 6 y 7 productos en las rebajas de verano y dedicará entre 80 y 100 euros de su presupuesto a estas adquisiciones. Estas cantidades se aproximan al desembolso efectuado en las rebajas de verano de 2019, en donde el gasto medio por comprador fue de 80,26 euros, frente a los 77,35 euros de 2021, informa Efe.
Según una experta de la consultora, en los momentos inflacionarios actuales «poder ahorrar comprando más barato puede ser una buena oportunidad para aquellos consumidores que quieren renovar determinadas prendas o aprovechar para adquirir ropa de fondo de armario». No obstante y según el informe, hasta la llegada de la pandemia el porcentaje de prendas adquiridas con algún tipo de rebaja y descuento se situaba alrededor del 45 %, si bien en el último año ese porcentaje se ha visto reducido a un 35,5 %. Otra de las conclusiones es que los patrones de compra de artículos de moda de los españoles «han variado sustancialmente en los últimos años».
Debido al confinamiento en 2020, el consumidor «ha empezado a cambiar sus hábitos de compra» y lo hace «de manera más racional, aquellas prendas que necesita en el momento en que las requiere y, por lo tanto, dejando de buscar productos con algún tipo de descuento y sin esperar tampoco al periodo formal de rebajas«, según el análisis.
