El presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE)Juan Manuel Rodríguez de Poo, ha presentado su dimisión este lunes, según ha adelantado el diario ABC y ha podido confirmar este diario. Tras varios días de rumores en torno a su inminente cese por parte del Gobierno en el marco de una reestructuración general del INE, Rodríguez de Poo ha confirmado vía e-mail a su equipo directivo de su renuncia al cargo por "motivos personales"

Poco después, el propio Ministerio de Economía, del que depende el INE, ha confirmado la noticia en un comunicado en el que expresa su propósito de reforzar el sistema estadístico estatal con una reforma legal y un nuevo estatuto para el INE que será aprobado en las próximas semanas por el Consejo de Ministros. "El actual presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez Poo, ha liderado este proceso de modernización y refuerzo de la institución desde su nombramiento en octubre de 2018. Logrados los objetivos, ha expresado su voluntad de dejar el cargo por motivos personales. Se abre un proceso de sustitución para este puesto que se espera cerrar en los próximos días", afirma el departamento que dirige Nadia Calviño en su comunicado.

La salida de Rodríguez Poo se produce después del desconcierto expresado en diferentes ocasiones por distintas representantes del Gobierno, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, o la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre los últimos datos de la Contabilidad Nacional que, desde el punto de vista del Ejecutivo, no estarían reflejando la situación real de la recuperación de la economía española que sí estaban mostrando los datos de recaudación fiscal y de creación de empleo. Los datos del tercer trimestre del año pasado fueron objeto de una intensa revisión al alza a final de año después de que el INE hubiera estimado meses antes que la economía había 'pinchado' en el verano (la revisión supuso pasar de una estimación inicial del 1,2% de crecimiento trimestral, al 2,6%, más del doble).

De este desconcierto estadístico -que el INE justificaba en cada una de sus notas por la excepcionalidad de la pandemia- también participaban algunos de los principales servicios de estudios del país. Desde hace meses se había abierto un diálogo entre el Ministerio de Economía y el INE para la adecuación de la medición del PIB en el contexto de la postpandemia.

La medición del IPC también se había convertido en una causa de fricción por el retraso del INE en incorporar a su metodología de medición de los precios de la electricidad en el mercado libre, del que participan la mayoría de los consumidores. En lugar de esto, el IPC sólo incorpora en sus cálculos la tarifa regulada, que ha sufrido el mayor encarecimiento en el último año, lo cuál ha contribuido a disparar una inflación que, al final, acaba repercutiendo al alza en el gasto en pensiones y en la negociación de los salarios.

Entre los rumores que han precedido en los últimos días a la dimisión de Rodríguez Poo, se ha difundido la posibilidad de que Israel Arroyo, que dejó la semana pasada la secretaría de Estado de la Seguridad Social, pasara a ocupar la presidencia del INE, un extremo sobre el que el Gobierno no se ha pronunciado.