La expansión de la metodología BIM requiere de la colaboración público-privada para «que todos rememos en la misma dirección», expuso la DG de Innovación Ecológica en la Construcción, Nuria Matarredona. 

Por ello, desde la Conselleria de Vivienda están llevando a cabo tres proyectos piloto en València, Castelló y Alcoi, con el objetivo de que la administración «sea un ejemplo para el sector». Además de ello, han organizado sesiones de formación en BIM, tanto a profesionales del sector como al personal técnico de la administración.

«El objetivo principal es aumentar la competitividad del sector», expresó. En otros países el mandato BIM «es obligatorio», por lo que aplicando esta metodología las pymes valencianas «tendrán más oportunidades que las que se les presentan actualmente».

Entre las principales ventajas, está la eficiencia de recursos porque, como remarcó la directora general, «con solo trazar una línea, BIM ofrece una cantidad infinita de datos». Sin embargo, la metodología incluye beneficios en objetivos ODS como la sostenibilidad, la disolución de la brecha de género o el registro de la huella de carbono de cada instalación.

« BIM es beneficioso también para las pymes —, argumentó— que podrán ahorrar entre un 13 y un 21 % en la fase de construcción o entre un 7 y un 10% en la de operaciones».