El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas) obtuvo en 2021 el premio Empresa y Sostenibilidad en la categoría de Medio Ambiente otorgado por Banco Sabadell y Levante-EMV.

A continuación, la líder de Reciclado Mecánico en Aimplas e investigadora principal del proyecto Oceanets, Sonia Albein, explica en qué consisten estos proyectos y la importancia de haber recibido este reconocimiento.

Aimplas ha sido galardonada con el premio Empresa y Sostenibilidad de Banco Sabadell gracias a su proyecto Oceanets. Explíquenos, ¿en qué consiste Oceanets?

Oceanets es un proyecto de I+D+i cuyo objetivo es prevenir y valorizar las basuras marinas, concretamente las redes de pesca abandonadas o extraviadas en el mar. 

Para ello se han desarrollado herramientas tecnológicas de geolocalización para prevenir su pérdida marcando los puntos en los que suelen quedar atrapadas con mayor facilidad y también marcando aquellos lugares en los que se extravían para su posterior recuperación. 

Además, se han desarrollado tecnologías de reciclado para poder recuperar el valor de las redes en desuso en forma de nueva materia prima con la que fabricar prendas textiles, entre otros productos. 

¿Cómo surgió la idea?

En Aimplas ya llevábamos tiempo trabajando en la valorización de basuras marinas y el tema de las redes de pesca nos llamaba mucho la atención porque era un residuo muy abundante

Por eso se pone en marcha este proyecto para dar una solución tanto desde el punto de vista de la gestión como de la valorización de este tipo de residuos con el objetivo de obtener productos de uso cotidiano como en este caso prendas deportivas.

¿Cómo consiguen llevarla a la práctica?

Oceanets es un proyecto de I+D+i que ha sido posible gracias a la financiación facilitada por el EASME (European Maritime and Fisheries Fund) de la Unión Europea y que ha estado liderado por Aimplas. Además, ha contado con la participación de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Asociación Vertidos Cero, ECOALF, la Universidad de Vigo y Sintex. 

Se trata de entidades con gran conocimiento en sus respectivas áreas que han trabajado alineadas para dar respuesta a un problema tan grave como el de las basuras marinas. Cada uno representa a un eslabón de la cadena, desde los pescadores a entidades de investigación y dedicadas a la protección del medio marino hasta el fabricante del producto final en el que se ha valorizado el residuo. 

¿Cómo puede identificar un consumidor que el objeto que compra procede de un entorno de economía circular? 

En el mercado ya funcionan muy bien las ecoetiquetas y certificaciones que avalan la procedencia postconsumo de un material, por ejemplo. Gracias a ellas se ha conseguido confianza en nuevos materiales sostenibles medioambientalmente conforme se iban introduciendo en el mercado. 

Hablamos por ejemplo del material reciclado, como decía, o de los bioplásticos. En este proyecto hemos desarrollado una tecnología que puede ser utilizada de forma complementaria. Se trata de un material que se incorpora a la materia prima y que actúa a modo de trazador. Sería como una marca de agua visible únicamente bajo una luz infrarroja que garantiza que el producto contiene, en este caso, redes de pesca en su composición. 

En su caso, los productos que logran reciclar se encuentran muy deteriorados. ¿Qué herramientas emplean para poder darles esa nueva vida?

En el proyecto se han utilizado tecnologías de reciclado mecánico y de reciclado químico para hacer posible la recuperación en forma de materia prima de un producto muy degradado como son las basuras marinas, en este caso redes de pesca. 

Su exposición al medio marino y a todos los organismos que lo habitan hacen que sea necesario estudiar cuáles de los distintos procesos de reciclado mecánico y reciclado químico hacen posible su recuperación hasta obtener una materia prima con las mismas propiedades que la que se utilizó para fabricarlas.

¿Qué valor tiene la innovación en todo este proceso?

La innovación está presente en todo el proceso, desde la localización y prevención de la pérdida de redes hasta el marcaje de los productos como comentaba. 

Concretamente en este punto Aimplas se ha encargado de las investigaciones que han hecho posible incorporar a las poliamidas un aditivo que actúa como un trazador y revela su presencia en el tejido al ser expuesto a los rayos infrarrojos. 

De esta forma es posible por primera vez demostrar la trazabilidad de las materias primas con las que se ha elaborado un tejido y su procedencia en este caso de aparejos de pesca.

 

Aparte de reciclar, ¿qué propone también Aimplas para colaborar en la reducción de la contaminación en los océanos?

Aimplas lleva a cabo distintos proyectos de I+D+i relacionados con la prevención y la valorización de las basuras marinas. Es el caso de Repescaplas, que tras cuatro anualidades ha permitido desarrollar todo un sistema de gestión de los plásticos recuperados del mar y su posterior reciclado para la fabricación de nuevos productos con valor comercial. 

Gracias a la colaboración de distintas cofradías de pescadores ha sido posible conocer más sobre las basuras marinas y recuperarlas para su posterior valorización en forma de papeleras, clipboards, maceteros e incluso como fuel para las propias embarcaciones gracias al reciclado químico.

Además, se están llevando adelante proyectos para el análisis y la prevención de los microplásticos mediante el desarrollo de nuevas metodologías para su análisis y de nuevos métodos de filtrado.

En cualquier caso, como el 80 % de las basuras marinas siguen procediendo de tierra firme, en Aimplas seguimos trabajando en la prevención de todo tipo de residuos plásticos así como en tecnologías eficientes para su valorización que por fin nos hagan ver los residuos como una valiosa fuente de materia prima y como un recurso.