Ací Europa. Agroalimentación

La traslación de la tecnología y la innovación al campo, al trabajo de los agricultores, es uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana, ante la llegada de los fondos Next Generation. Esta ha sido la principal conclusión del encuentro informativo ‘Ací Europa’, organizado por Levante-EMV, centrado, en esta ocasión, en el sector primario y la industria alimentaria.

Con el trasfondo del Día Mundial de la Agricultura, que se conmemora en el día de hoy, los ponentes analizaron la innovación y otros retos —hubo posturas optimistas y otras más pesimistas— a los que se enfrenta el sector como son la pérdida de competitividad, la sostenibilidad, la digitalización o la profesionalización del sector.

El evento, celebrado en el Centro de Experiencias Cajamar en Paiporta, estuvo moderado por Silvia Tomás, directora de Relaciones Institucionales de esta cabecera. Fue la encargada de propiciar una mesa de diálogo y debate en la que participaron el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes; Carlos Baixauli, responsable del Centro de Experiencias Cajamar de Paiporta; Regina Monsalve, presidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y Agrícolas de Valencia y Castellón (COITAVC); Baldomero Segura, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL); Carolina Maset, International Brand Manager de Suterra; y Chelo Escrig, responsable de Agricultura y Medio Acuático de Aimplas. 

El contexto para el debate era el más propicio, puesto que el sector espera la llegada de los fondos Next Generation de la Unión Europea, que destinan cerca de 1.800 millones de euros para la transformación del sector agroalimentario. «Llevamos años reclamando que la agricultura sea un sector estratégico —expresó Llanes— y, ahora, esto se reconoce tanto a nivel europeo como nacional, como ya venimos haciendo desde el gobierno valenciano». Según el secretario autonómico, es la oportunidad para «competir haciendo tecnología y aplicándola», olvidándose de disputarse el mercado con países que apuestan por una competencia desleal y «buscando un valor añadido con conciencia medio ambiental, digitalización e innovación». 

Regina Monsalve, presidenta COITAVC Fernando Bustamante

«Necesitamos involucrar a los jóvenes en el campo. La edad media es la más alta de España»

REGINA MONSALVE - Presidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón

El sector agrícola valenciano

«La Comunitat Valenciana es muy competitiva en el sector agroalimentario». Así de contundente lo afirmó Baldomero Segura, quien apuntó la fortaleza del desarrollo e incorporación de tecnologías, la capacidad «de adaptarnos a los gustos cambiantes del mercado» y la investigación; uno de los puntales del sector porque, según Monsalve, la región cuenta con «las mejores universidades agrónomas de España». 

Sin embargo, Baixauli de Cajamar, así como otros participantes, señaló una de las problemáticas del sector: «la tecnología no se termina aplicando en el campo». Por ello, el sector agroalimentario valenciano adolece de una dualidad entre la industria agroalimentaria, donde la digitalización y la innovación tienen mucha presencia, y el campo que, según Llanes, «está perdiendo competitividad». 

«A pesar de tener un producto maravilloso —, comentó Monsalve— el valor añadido se lo llevan otros países que han apostado por la transformación».  

Carolina Maset, Suterra. Fernando Bustamante

« El agricultor debe perder el miedo a innovar, cosa que le permitirá ser rentable y sostenible»

CAROLINA MASET - INTERNATIONAL BRAND MANAGER DE SUTERRA

Por este motivo, «tenemos que conseguir que el agricultor pierda el miedo a la innovación», argumentó Maset. La representante de Suterra incidió en la necesidad de formar a los profesionales del sector para vencer esas reticencias y para que «tradición e innovación vayan de la mano». A pesar de su lenta implantación, Escrig (Aimplas) explicó que se atisba «un cambio de tendencia porque los agricultores ven que las investigaciones mejoran el suelo». 

En este sentido, la Comunitat Valenciana está beneficiándose del desarrollo de proyectos —algunos como Plataforma Tierra de Cajamar, los productos de plasticultura biodegradables de Aimplas o el control sostenible de plagas que lleva adelante Suterra— que apuestan por la sostenibilidad, la cual «debe comenzar desde el campo», afirmó Maset. Se trata de un valor añadido que «genera rentabilidad».

Chelo Escrig, Aimplas. Fernando Bustamante

« Los fondos se tienen que aprovechar para que la producción sea más sostenible»

CHELO ESCRIG - RESPONSABLE DE AGRICULTURA Y MEDIO ACUÁTICO DE AIMPLAS

Más reticente se mostró Segura, quien preguntó «cuál es la diferencia de coste para un agricultor» entre los métodos tradicionales y la innovación. Y, aunque, los ponentes reconocieron que es elevada, en un primer término, todos la consideraron necesaria para el futuro del sector.

Hacia la profesionalización

Otro de los grandes consensos del foro ‘Ací Europa’ fue la necesidad de profesionalizar el sector y abandonar el modelo del «agricultor de fin de semana», que según Monsalve sigue vigente y conseguir «el cambio a una mentalidad empresarial». 

Baldemoro Segura, decano COIAL. Fernando Bustamante

« El Perte es un documento elaborado, pero no sabemos cómo se ejecutará»

BALDOMERO SEGURA - DECANO DEL COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS AGRÓNOMOS DE LEVANTE

Esta es una de las dificultades que Segura observa ante la llegada de los fondos Next Generation que cuentan con un Perte «muy elaborado», pero que «no tenemos claro cómo se ejecutará». El decano de COIAL reconoció que «la mayoría de empresas —especialmente las pequeñas del sector agroalimentario y los agricultores— no tienen capacidad de responder a las exigencias y justificaciones de las ayudas», al no contar con los suficientes recursos humanos. Por ello, expresó su temor a que «la disponibilidad de los fondos se quede en el camino por las trabas burocráticas».

Carlos Baixauli, Cajamar. Fernando Bustamante

«Somos una potencia mundial. Podemos ser la despensa agrícola de toda Europa» RESPONSABLE del CENTRO DE EXPERIENCIAS CAJAMAR de paiporta

CARLOS BAIXAULI - RESPONSABLE del CENTRO DE EXPERIENCIAS CAJAMAR DE PAIPORTA

Aún así, Regina Monsalve quiso transmitir optimismo: «los fondos europeos apoyan y respaldan al sector». Esta circunstancia, según Baixauli, «es positiva» y una oportunidad para reivindicarse como «una potencia mundial» y «la despensa hortofrutícola de toda Europa». 

Llanes: «Al año, se invierten 150 millones en el sector agrícola»

Roger Llanes intervino explicando las líneas de subvención del sector. Fernando Bustamante

El encuentro informativo sirvió para exponer las cifras de la inversión pública en políticas agrarias de las diferentes administraciones. Ésta asciende, según los datos aportados por el secretario autonómico, a los 150 millones de euros anuales.

De hecho, es una de las apuestas de la Generalitat Valenciana, cuya inversión en el sector agroalimentario ha aumentado en un 60 % desde el año 2015. En la actualidad, «hay una importante apuesta por la investigación con una dotación anual de 14 millones de euros y la participación de 54 investigadores en plantilla», afirmó Llanes.

Además de esto, se fomentan los programas operativos que, anualmente, se llevan entre 30 y 37 millones, «dependiendo de las necesidades de las cooperativas y otras entidades» porque, como recordó Llanes, «éstos no tienen un techo financiero», por lo que se adaptan «a la demanda». A esta cantidad, se suman otros cerca de 65 millones para impulsar la industria agroalimentaria y el sector vitivinícola y sus bodegas.

Otras de las líneas de inversión son los PAC de la Unión Europea que, aunque «es cierto que son menores que en otras regiones, han generado —así lo concretó Llanes— un valor de 4.600 millones a lo largo de los últimos 15 años».

Con la llegada de los 1.800 millones de los fondos Next Generation —500 de ellos para el regadío— la Generalitat respalda dos grandes consorcios (Ainia e Insomnia), que implican a cerca de 60 empresas valencianas que «han buscado aliados» para revalorizar la cadena de valor alimentario».