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El naval asiático devora el mercado: China, Corea y Japón facturan el 80% del negocio

Este acopio de contratos relega a la industria española a un puesto testimonial pese a haber doblado su cartera | Pekín ya horada el nicho tradicional europeo con su segundo crucero

Operario, en Armón Vigo, una de las mayores operadoras de España. RICARDO GROBAS

Carnival Corporation, de capital británico-estadounidense, es el mayor operador mundial de cruceros. Bajo su manto operan navieras como AIDA Cruises, P&O Cruises, Costa Cruceros o Cunard Line. Las restricciones impuestas para contener la pandemia del coronavirus dejó al holding, como a todas las empresas de su competencia, en el dique seco. Y, como las demás, llamó a las puertas de las administraciones públicas para sortear el bache sin incurrir en impagos. Solo del Ejecutivo británico recibió ayudas por 25 millones de libras (cerca de 28,9 millones de euros, al tipo actual de cambio), como consta en los registros del Banco de Inglaterra, además de las facilidades financieras que su filial AIDA –cliente premium de astilleros europeos, como Werften– obtuvo del Ejecutivo alemán durante 2020. Pero, a la hora de explorar nuevos nichos de negocio y expandir la compañía, los propietarios de Carnival han preferido irse a China. Allí creó una alianza (joint venture) con el conglomerado público de astilleros China Shipbuilding Industry Corporation (CSIC), que propició que, por primera vez, el naval de este país asumiera la construcción de un crucero desde cero. Acaba de empezar el segundo. El nicho por excelencia de los mayores astilleros europeos galopa deste modo hacia Asia, que ya factura el 80% de todo el negocio mundial.

Lo constatan los registros de Clarksons Research, la mayor compañía de análisis de esta industria, facilitados a FARO por la Asociacion Cluster Naval Gallego (Aclunaga). Hasta cierre del mes de junio, la cartera global de pedidos superaba los 283.400 millones de dólares, de mano de 3.590 contratos en vigor. De este importe, más de 221.000 millones están en la hucha de astilleros de China, Corea del Sur y Japón. En comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, la cuota de mercado de la industria asiática –donde conviven una pujante Vietnam con otros países como Singapur, Filipinas o la India– medró en más de cinco puntos, hasta acariciar ese 80% actual. Y todo a costa del naval europeo, que ahora tiene en cartera (por importe de los contratos) dos de cada diez euros en su conjunto. Solo los astilleros chinos, en un mercado canivalizado por las maniobras de Pekín a través del CSIC, cuentan con el doble de encargos que todas las empresas de la Unión Europea juntas.

En este contexto de grandes magnitudes económicas mundiales, el naval español resultaría anecdótico si no fuera por su extrema especialización. Como ha analizado FARO, solo los astilleros de Vigo –Armón y Freire– convierten a esta industria en el principal polo de buques de investigación oceanográfica, con contratos para Islandia, Emiratos Árabes o Estados Unidos. En el primer semestre de este año, la construcción naval dobló su cartera en comparación interanual, hasta los 64 contratos –15 de ellos para Galicia–, por un importe aproximado de 1.600 millones de euros. Por valor de los buques, España estaría en el podio de la industria europea, pero con un escaso 0,5% del volumen global.

Dos reparaciones, la nueva carga de trabajo para la antigua Barreras

Las instalaciones de la antigua Barreras, rebautizadas Astilleros Ría de Vigo tras su adquisición por parte de Armón, recibirán a finales de este mes dos remolcadores para su reparación. Este trabajo se suma a los preparativos para la construcción de un buque de pesca de 50 metros de eslora para Argentina. Así, actualmente se encuentran en el astillero unos 60 operarios ultimando la reanudación de la actividad y realizando labores de mantenimiento de grúas, gradas y otro tipo de maquinaria.

Por otra parte, los nuevos dueños de la unidad productiva, Armón, prevén iniciar esta semana los trabajos de demolición de la antigua nave de Aucosa, para unir así sus instalaciones con las de Hijos de J. Barreras y ganar espacio, habida cuenta de que sus propios terrenos están al límite de capacidad por su cartera de pedidos. Así, tras la entrega de un oceanográfico para Irlanda, Armón Vigo se encuentra inmersa en la construcción de otro oceanográfico, para el CSIC, el Odón de Buen, de 85 millones de euros, y que será botado en junio del año que viene y entregado en junio de 2024. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, pudieron comprobar ayer el estado de esta construcción.

Asimismo, está en proceso de construcción de otro de estos buques para Nueva Zelanda y prevé empezar otro para Islandia. A ellos se suma un buque de pasaje para Balearia, un barco híbrido de cero emisiones que hará la ruta entre Ibiza y Formentera, y que será botado el próximo 28 de septiembre.

  • El coste, al alza

    El volumen de pedidos de la industria a nivel mundial ha caído en los seis primeros meses del año, pero el valor de los mismos es más alto por la subida de precios.

  • La competitividad

    Aunque los astilleros españoles tengan apenas el 0,5% del importe de los contratos, la especialización los sitúa a la vanguardia global en segmentos como pesqueros de última generación o buques de investigación oceanográfica.

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