El cambio climático, la pandemia por la covid-19 o la guerra en Ucrania han evidenciado la enorme dependencia de la Unión Europea respecto a las fuentes de combustible fósiles y los terceros países que se las suministran.

De este modo, los países comunitarios afrontan el reto de acometer una transición energética hacia un modelo más democrático y participativo, cimentado sobre las energías verdes.

En este punto, Levante-EMV organizó un encuentro informativo, con la colaboración de Caixa Popular y Prosolia Energy, para analizar cómo se debe realizar esa transición hacia el nuevo modelo energético y debatir el papel de cada agente social en todo este proceso hacia la descarbonización de la economía.

El encuentro, que tuvo lugar en la sede de Prosolia Energy en València, estuvo dirigido por la directora de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica en València, Silvia Tomás, y contó con la participación de Javier Martínez, CEO de Prosolia Energy; Alejandro Ramón, concejal de Emergencia Climática y Transición Energética en el Ayuntamiento de València; Carlos López, responsable del sector energético de Caixa Popular; Marcos Lacruz, presidente de Avaesen; Cristina Martínez, presidenta de la Agrupación Arquitectura y Medioambiente del COACV; y Carlos Sánchez, CEO de la Fundació València Clima i Energia.

Durante la jornada, todos los participantes coincidieron en señalar que el presente y el futuro deben pasar por las energías renovables. «La situación geopolítica y los sobrecostes lo han convertido en el momento perfecto para concienciar a la gente, que ha visto en su bolsillo qué implica el actual modelo energético», subrayó Javier Martínez. El CEO de Prosolia Energy presentó a las renovables como «una de las energías más democráticas» y «una oportunidad para ser independientes respecto a terceros países con los que no conviene tener relaciones tan estratégicas».

Durante su intervención, Marcos Lacruz destacó la capacidad de la energía fotovoltaica para «hacer bien esta revolución energética», haciendo partícipe a la sociedad desde el principio. «Tenemos que aprovechar la especialización que tenemos en tecnología fotovoltaica para posicionarnos en un sector en auge y positivo para el planeta», señaló el presidente de Avaesen. Además, Lacruz remarcó que esta puede contribuir a atraer industria electrointensiva y generar mejores puestos de trabajo en la Comunitat Valenciana.

Por su parte, Alejandro Ramón identificó la placas solares como la herramienta capaz de solucionar las principales preocupaciones de la ciudadanía: la creación de empleo, la lucha contra el cambio climático y el aumento de la factura de la luz: «La placa solar va a ser la gran protagonista de los próximos años». En este sentido, el concejal de Emergencia Climática y Transición Energética apuntó que, en lo que llevamos de 2022, se han instalado en València más placas solares que en los tres últimos años: «Tenemos que favorecer y facilitar a la ciudadanía el cambio del gas a la placa solar».

Asimismo, Carlos Sánchez destacó que «estamos haciendo historia» e identificó como el gran reto del futuro la necesidad de poner la energía en manos de las personas: «Estamos construyendo la transición energética que, durante tanto tiempo, hemos demandado. Ahora, tenemos que empoderar a la ciudadanía para que sea dueña de su propia energía y evitar que vuelva a estar en manos de unos pocos».

A la vanguardia energética

València se ha consolidado como una de las ciudades que encabeza la transición energética a nivel europeo. En los últimos años, el Ayuntamiento de València ha introducido bonificaciones de hasta el 50 % en el Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI) y del 95 % del Impuesto sobre Construcciones Instalaciones y Obras (ICIO) en instalaciones solares térmicas y fotovoltaicas; ha impulsado una nueva ordenanza para promover las instalaciones fotovoltaicas de particulares; ha creado una Oficina de la Energía para asesorar a la ciudadanía en la tramitación de ayudas a la instalación de placas solares o la optimización del uso energético; ha creado la primera comunidad energética local en la ciudad; y ha modificado el plan general para poder instalar placas solares en el casco histórico y en zonas protegidas.

«València ha hecho los deberes», afirmó Alejandro Ramón. El concejal aseguró que en València se ha producido un cambio de 180º en los últimos años. «Hemos pasado de tener una regulación que desincentivaba la instalación de energías renovables a una serie de políticas que favorecen la implantación de placas solares».

Al respecto de ello, Marcos López calificó al Ayuntamiento de València como «un ejemplo a nivel nacional» de consistorio preocupado por la transición energética. Sin embargo, el presidente de Avaesen lamentó la dilación excesiva en la tramitación de los proyectos energéticos: «La burocracia y el trámite en la Administración está frenando el desarrollo de las renovables en la Comunitat Valenciana».

Actualmente, en la Comunitat Valenciana hay 452 proyectos de energías renovables en tramitación (con una potencia de 7.000 MW). «Para cumplir con el plan del Consell —alcanzar 6.000 MW fotovoltaicos y 4.000 MW eólicos—, todos estos proyectos deberían contar con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), la autorización administrativa previa y la autorización de construcción antes de nueve meses», explicó Marcos López, quien confesó estar «profundamente preocupado».

La misma situación se da en los proyectos que aspiran a acceder a las ayudas europeas para la rehabilitación de edificios. «La cantidad de burocracia que se requiere echa para atrás a mucha gente y paraliza muchas actividades», aseguró Cristina Martínez. Además, la arquitecta criticó que, en algunos casos, «la Administración Pública nos pone zancadillas que impiden que el proceso fluya».

Por su parte, Carlos López agradeció las facilidades que aporta la Administración —con la cesión de cubiertas y el asesoramiento—, aunque instó a dar un paso más a través de «una inversión con vertiente social que llegue a las familias en riesgo de exclusión».

Comunidades energéticas locales

La ciudad de València se ha marcado como objetivo ser autosuficiente en la producción y el consumo de energía antes de 2030. Para ello, desde el consistorio trabajan en el impulso de las denominadas comunidades energéticas locales. «Es la unidad más eficiente desde el punto de vista energético y económico», destacó Carlos Sánchez. Además, el CEO de la Fundació València Clima i Energia lo catalogó como «el modelo a replicar».

En este sentido, el Ayuntamiento de València, a través de la Fundació València Clima i Energia, está en el último trámite para la creación de la primera comunidad energética local de València con participación totalmente ciudadana. «No es un modelo replicable al 100 %, porque hay mucho espacio cedido por el ayuntamiento y todavía nos cuesta encontrar la palanca que haga que las comunidades de vecinos ofrezcan sus cubiertas para este modelo, pero es un primer paso», explicó Sánchez.

«Estamos en una crisis energética»

«Estamos en una crisis», remarcó Marcos López. El presidente de Avaesen recordó que, durante la pandemia los gobiernos reaccionaron con celeridad a través de restricciones, la instalación de hospitales de campaña o la fabricación de mascarillas, entre otras medidas. «Llamemos a esto una crisis energética con gravísimas consecuencias y llegarán las soluciones», aseveró López, quien instó a construir «plantas fotovoltaicas de campaña».

Por otro lado, durante los últimos años muchas empresas evitaron abordar el proceso de transición energética y ahora afrontan las consecuencias. «Las empresas que hicieron los cambios están más adaptadas para absorber esta situación. En cambio, cualquier empresa que quiera empezar hoy no va a conseguir un cambio drástico en tres meses», aseguró Javier Martínez.

En este sentido, las pymes han sido las más afectadas por los sobrecostes de la energía y muchas de ellas empiezan a solicitar reestructuraciones financieras; sin embargo, estas deben pasar por «una solución que tome la empresa en su modelo de consumo energético», explicó Carlos López. El representante de Caixa Popular alertó que peligra el futuro de algunas empresas que, pese a ser conscientes de la necesidad de hacer un cambio, no pueden abordarlo: «Haber hecho los deberes a tiempo en el consumo energético es un factor que determina la concesión del riesgo por parte del banco».

Por último, el presidente de Avaesen se mostró optimista respecto al futuro. «Vamos a alcanzar los objetivos energéticos y en diez años nos sorprenderá ver algún techo sin placas fotovoltaicas, porque la alternativa es la muerte», sentenció.

La mayor planta solar urbana pública de España

El Ayuntamiento de València avanza en la tramitación del plan ‘Réquiem in Power’ (RIP), que aspira a crear en la ciudad la mayor planta solar urbana pública de España.

El plan consiste en la instalación de 7.000 placas solares en las cubiertas de los nichos de los cementerios municipales, con las que esperan generar 2,8 millones de MW para autoconsumo, el equivalente al consumo anual de casi un millar de viviendas. Además, el ayuntamiento espera destinar parte de esta producción de energía a la ciudadanía.

«Estamos muy orgullosos. Hay muchas plantas fotovoltaicas en el interior, pero lo complicado es tenerlas dentro de la ciudad», explicó el concejal de Emergencia Climática y Transición Energética del Ayuntamiento de València, Alejandro Ramón; el inicio de la instalación de placas está previsto para dentro de dos meses.

Recientemente se ha aprobado la licitación para la instalación de las placas solares en los cinco cementerios de la ciudad por un importe de más de cuatro millones de euros.

La licitación, que se ha llevado a cabo por un procedimiento abierto con todas las garantías, está dividida en cinco lotes: el primero, de 94.000 euros, corresponde al Cementerio del Grao; el segundo, de 195.000 euros, al de Benimaclet; el tercero, de 373.000 euros, al de Campanar; el cuarto, de 894.000 euros, al del Cabanyal; y el quinto, de 2,5 millones de euros, al Cementerio General.