València, Torrent y Elda lideran el incremento del precio de la vivienda en la Comunitat Valenciana, según revela la tasadora Tinsa. En el último año, el precio de compra ha subido un 9,7 % en la capital del Túria, un 8,9 % en Torrent y un 11 % en Elda. El coste medio del metro cuadrado en Valéncia está en 1.765 euros, lejos de los 3.599 euros de Barcelona o de los 3.528 euros de Madrid. La subida es generalizada en toda la ciudad.
La estadística Tinsa IMIE Mercados Locales del tercer trimestre del año muestra una moderación de la tendencia alcista con incrementos interanuales de precios ligeramente inferiores a los periodos precedentes. El valor medio de la vivienda nueva y usada en España se situó en 1.708 €/m2 en el tercer trimestre, un 8,5 % más que un año antes, tras incrementarse un 1,3 % respecto al trimestre anterior. El mercado residencial modera el crecimiento después de tres trimestres consecutivos con una revalorización media superior al 2 % en tasa trimestral.
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, explica que “la inflación persistente en niveles altos que erosiona el poder adquisitivo de los hogares, unida a la caída del índice de confianza del consumidor ante las perspectivas de ralentización del crecimiento económico y el incremento de los tipos de interés que encarece las hipotecas, pueden actuar como elementos desaceleradores de la demanda de vivienda en los próximos meses”.
Distritos más caros
Los precios en la ciudad de València han subido un 1,9 % en el último trimestre. El análisis de Tinsa apunta que la rentabilidad bruta del alquiler en la capital es del 4.7 %. Los precios más caros en la capital del Túria se pagan en Ciutat Vella (2.632 euros el metro cuadrado), l'Eixample (2.396 euros), el Pla del Reial (2.210 euros), Campanar (1.953 euros) y Extramurs (1.949 euros) .
El gran consuelo de los profesionales de la compraventa en España es que el precio medio acumula una revalorización del 32,3% desde los mínimos registrados en el tercer trimestre de 2015 y se mantiene un 20,7% por debajo de los máximos de finales de 2007. Por ello, cualquier movimiento de los precios arriba o abajo puede contentar a los inversores y no dilapidar de cuajo las oportunidades de revalorización.
