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Precio del combustible

Portugueses abarrotan las gasolineras de Galicia aprovechando el descuento estatal

Las largas colas retornan tras el encarecimiento del combustible al otro lado de la 'raia' | Siete de cada diez clientes de estaciones de servicio en la frontera gallega son lusos

Coches con matrícula portuguesa haciendo cola, ayer, en una estación de servicio de Repsol en el concello de Tui (Pontevedra). P. Hernández

El precio de los carburantes ha aumentado desde el lunes en Portugal y el contexto poco ayuda, teniendo en cuenta que la alianza de productores de petróleo OPEP+ (liderada por Arabia Saudita y Rusia) decidió este mes disminuir su producción en dos millones de barriles diarios: el mayor recorte desde mayo de 2020, casi al comienzo de la pandemia del coronavirus. Con el litro de diésel y gasolina disparándose en el país vecino entre once y siete céntimos por litro respectivamente, la subida más pronunciada de las últimas seis semanas, cientos de automóviles lusos se están desplazando a la comunidad gallega para repostar, aprovechando la bonificación impulsada por el Gobierno que tiene como objetivo aliviar el bolsillo de los españoles.

“Este fin de semana hubo bastantes colas, estábamos a reventar”, aseguran desde la estación Cepsa localizada en Salvaterra do Miño, destacando que todo el día estuvo llena de vehículos “que llegaban hasta la carretera”. Indicando que son bastantes los ciudadanos que cruzan la frontera y vienen a Galicia para adquirir combustible, manifiestan que siete de cada 10 clientes son portugueses. El dato, significativo ya que el negocio está en terreno nacional, es compartido por diferentes estaciones como la de Avia en Arbo o la de Galp en Verín.

Ambas se mantienen en las mismas cifras, con pequeñas diferencias: en la segunda van a más y sitúan el porcentaje entre el 70% y el 80%, mientras en la primera se mueven entre el 60% y el 70%. Sea como fuere, la presencia de ciudadanos lusos en gasolineras españolas es un hecho patente. Precisamente Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, pudo comprobar la existencia de largas colas en el establecimiento que Repsol posee en Tui, donde los automóviles se acumulaban para llenar sus depósitos a media mañana. Desde dicho negocio, a preguntas sobre este fenómeno y el impacto que tiene en la economía regional, se optó por no hacer declaración alguna.

¿Una cuestión de ética?

A ojos de Benigno Redondo, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio de Pontevedra, la diferencia de precios entre ambas naciones es lo que está llevando a que se registren importantes aglomeraciones en determinadas zonas fronterizas con Portugal. “Legal debe ser cuando se hace”, manifiesta, aun reconociendo que “los españoles estamos sufragando ese descuento”. Planteándose si es ético este comportamiento por parte de quien lo practica, hace hincapié en que pese a la alta demanda sus márgenes de beneficio son muy bajos: “Estamos ganando menos que nunca”.

“La ciudadanía europea tiene muchísimas ventajas y algunos inconvenientes”

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En la misma línea, Julio César López, presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes), comenta que lo que sucede en A Raia puede extrapolarse a la situación que acontece en el paso francés, donde son los españoles quienes lo atraviesan para aprovisionarse de combustible, puesto que allí es más económico. “La ciudadanía europea tiene muchísimas ventajas y algunos inconvenientes”, apunta al respecto, admitiendo que aquellos que se aprovechan de los descuentos de otras naciones también pagan en ellos sus tributos.

Medidas en ambos países

Si se compara, España sale ganando frente a Portugal. Con precios más bajos en carburantes, el Gobierno aprobó el Real Decreto-ley 6/2022, que establece que las estaciones de servicio harán una bonificación de 20 céntimos por litro de carburante, que les será devuelta por la Administración. Mientras tanto, el país vecino se decantó por reducir el impuesto sobre los carburantes (ISP) a fin de crear un efecto equivalente al que tendría rebajar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) al 13%. Ambas medidas seguirán vigentes hasta 2023.

Fegaes advierte de nuevos cierres en zonas del rural

Los responsables de Fegaes –su presidente, Julio López, y su vocal, Jesús García– expusieron ante el vicepresidente segundo del Gobierno gallego, Francisco Conde, el difícil momento que vive el sector y la preocupación que suponen los cambios que se avecinan. Así, se informó de los nuevos cierres de gasolineras en el rural y solicitaron ayudas para mantener las actuales.

“La opinión pública debe saber que se trata de pequeños negocios familiares, donde muchas veces no existen márgenes para contratar empleados y tampoco se cuenta con la liquidez suficiente para adelantar la bonificación de 20 céntimos y esperar al menos un mes hasta que Hacienda devuelva el dinero que el gasolinero avanza para que el usuario pueda disfrutar de esa bonificación en el acto”, indican en un comunicado.

Además, se hizo hincapié en que son muchos los dueños de estaciones de servicio que no cuentan con instalaciones digitalizadas o tan siquiera formación para llevar a cabo un proceso de digitalización, requerido –por ejemplo– para el cobro de las mencionadas bonificaciones gubernamentales.

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