Pocas veces el consumo de energía eléctrica había estado tan en el punto de mira como este año. La guerra en Ucrania ha provocado que los precios se disparen -pese a la mejora en los costes que ha supuesto la excepción ibérica- respecto al año pasado y, con ello, también lo ha hecho la preocupación por la factura. Sin embargo, esto no impidió que el consumo en los hogares valencianos se incrementara el pasado julio un 5,5 % respecto al mismo mes de 2021, un repunte que elevó este gasto doméstico de los valencianos hasta los 633.616 megavatios-hora (MWh).
Esta subida es especialmente llamativa si se tiene en cuenta que el precio del MWh, en algunas jornadas de julio, fue casi el doble que el que se registró el año pasado. Con ello, la lógica llevaría a pensar que los ciudadanos -en un momento de subida paralela de la inflación en la alimentación o los servicios- se habrían apretado el cinturón y consumido menos electricidad que en 2021, cuando esta variable no se producía. No fue así. Entre los posibles motivos sobresale, por ejemplo, un alza considerable de las temperaturas.
Porque en julio de 2021, los termómetros de media se situaron en el territorio valenciano en los 24,4 ºC, valor muy cercano a la media de la climatología de referencia para el mes (24 ºC). Sin embargo, este año la temperatura valenciana promedio se ha situado en los 25,9 ºC, convirtiéndose así en el segundo mes de julio más caluroso en la Comunitat desde que se tienen registros. Este dato casi seguro obligó a encender, pese al mayor coste para el bolsillo, más ventiladores o aires acondicionados para tratar de sobrevivir al calor. De hecho, el alza del consumo respecto a junio de 2022, menos caluroso, fue del 19,2 %.
Evolución de los sectores
La subida del consumo de luz contrasta con lo sucedido en la industria, un sector que este julio utilizó un 0,2 % menos de electricidad que en el mismo periodo de 2021, quedándose en los 661.076 MWh. Dentro de ella, la metalurgia y la extractiva y de refinado fueron las ramas productivas que más rebajaron su uso eléctrico -con una caída del 6,9 % y del 4,8 %, respectivamente-, mientras que la industria de los productos minerales no metálicos -como, por ejemplo, la cerámica y sus derivados- rebajó su consumo un 3,7 %, hasta los 191.960 MWh.
En el resto de sectores, por su parte, la agricultura y la ganadería aumentó también un 7,4 % su uso eléctrico (62.053 MWh), mientras que los servicios lo elevaron un 16,1 % hasta 839.558 MWh. Dentro de estos, como dato significativo, la hostelería y los comercios incrementaron su consumo un 15,7 % (446.357 MWh).
