La humanidad afronta, en los próximos años, un reto mayúsculo para asegurar su abastecimiento alimentario en el futuro. Según la FAO, la población mundial aumentará en más de 2.000 millones de personas de aquí a 2050 y será necesario aumentar entre un 60% y un 70% la producción de alimentos para cubrir su demanda.

Nos acercamos al límite de los recursos naturales, por lo que es necesario repensar la producción mundial de alimentos hacia modelos más sostenibles y que, a su vez, respondan a la demanda alimentaria de una población creciente.

En este punto, el modelo alimentario del futuro deberá ser sostenible, integrador y responsable con la sociedad y el medio ambiente. Así pues, en los últimos años han proliferado nuevas fuentes de proteínas alternativas, de origen vegetal o basadas en insectos.

La proteína del futuro

El 77% de la superficie del planeta está compuesta por agua. Sin embargo, el consumo de alimentos procedentes de este hábitat apenas representa el 7% a nivel mundial.

En este sentido, los organismos supranacionales como FAO señalan el gran potencial del cultivo marino para convertirse en una de las principales vías de aprovisionamiento de alimentos a nivel mundial. De este modo, aumentar la producción de proteína procedente del mar podría ser una solución para corregir el actual modelo alimentario.

El cultivo marino debe convertirse en una de las principales vías de aprovisionamiento de alimentos. ED

Sin embargo, cabe tener en cuenta que sobrepasar la capacidad productiva natural de los ecosistemas es un riesgo real y que las poblaciones de peces en niveles sostenibles han disminuido del 90% al 65% en las últimas cuatro décadas, por lo que es fundamental incrementar su cultivo de forma controlada.

La acuicultura española, clave en la alimentación del futuro

En este punto, la acuicultura se ha convertido en una fuente de sustento fundamental para satisfacer las necesidades alimentarias, sin llegar a agotar los recursos hídricos naturales del planeta.

Pese a que se trata de una actividad milenaria y que, actualmente, representa la mitad de la producción del pescado que se consume a nivel mundial, todavía es una gran desconocida para la población mundial. Así pues, según un informe recientemente publicado por Apromar -asociación empresarial de Acuicultura de España- la mitad de la población española desconoce si el pescado que consume proviene de la acuicultura o de la pesca extractiva.

La acuicultura es un modo de producción sostenible de especies acuáticas, animales y vegetales, tanto en agua dulce como salada. Es la forma en que se cultivan pescados y algas con el reto de alimentar a una población creciente sin agotar las reservas naturales y con los mayores controles de seguridad.

Producto más fresco

España es uno de los mayores mercados de consumo de productos acuáticos. Sin embargo, tan solo el 23% de la ciudadanía española alcanza la ingesta semanal recomendada de pescado -tres o cuatro veces por semana-, según Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad).

En este punto, cabe destacar que la acuicultura ofrece una gran variedad de alimentos seguros y saludables a un precio accesible. Además, el cultivo controlado en los viveros garantiza unos precios estables y reduce el desperdicio alimentario.

Instalaciones en El Campello. ED

Por otro lado, la Unión Europea importa actualmente cerca del 70 % del pescado que consume. En este sentido, la acuicultura también contribuye a reducir la huella de carbono, ya que permite abastecer a las pescaderías, los supermercados y los restaurantes en menos de 24-36 horas, lo que garantiza un producto más fresco y con sus propiedades intactas.

Por último, la trazabilidad de la acuicultura abarca toda la vida del pez, lo que permite un exhaustivo seguimiento y cuidado de su hábitat y alimentación.

España, pionero en acuicultura

La geografía española, con más de 8.000 kilómetros de costa y numerosos ríos, y su diversidad de climas convierten a España en un país con unas condiciones excelentes para el cultivo en instalaciones de acuicultura.

Actualmente, España representa el primer productor acuícola de la Unión Europea (27%), con más de 319.000 toneladas anuales en sus más de 5.000 establecimientos, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Además, España destaca también por tener una gran diversidad acuícola, con más de 40 especies diferentes en sus viveros.

Todo ello conlleva un volumen de negocio superior a los 652 millones de euros en primera venta que generan 15.000 puestos de empleo directos y otros 40.000 indirectos.

A nivel autonómico, la Comunitat Valenciana es uno de los principales productores nacionales de pescado marino de acuicultura, con más de 16.000 toneladas anuales producidas en sus instalaciones. En este punto, destaca la producción de la dorada, la lubina, la corvina y la anguila.