Apoyar el consumo de productos ecológicos es una necesidad para conseguir un mundo más sostenible. El problema es que los llamados productos 'eco' son mucho más caros, de media tres veces más que sus equivalentes de marca blanca: así lo demuestra nuestro estudio de precios elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Este informe reconoce que el sector convencional ha sido criticado por conseguir precios más bajos a cambio de externalizar sus costes medioambientales, reducir la biodiversidad y contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero. La producción ecológica es parte de la solución, pero hacer las cosas bien tiene un precio.

Así, la agricultura ecológica tiene menor productividad porque necesita más mano de obra, debe mantener la fertilidad del suelo a base de rotar cultivos y no emplea plaguicidas químicos y fertilizantes sintéticos. 

También la ganadería ecológica emplea más tiempo de cría en algunas especies, necesita más terreno o reducir el número de animales en la misma superficie y la alimentación de pasto y cereales produce menos rendimiento que la de piensos y forraje. 

Por su parte, la pesca sostenible tiene cuidado con el tipo de especie, la zona y el arte de pesca, los ciclos de reproducción de los caladeros, la alimentación y el manejo de las instalaciones en la acuicultura. 

La producción ecológica es parte de la solución, pero hacer las cosas bien tiene un precio.

En productos de limpieza y cosmética es importante el coste de la inversión en innovación para lanzar productos de buena calidad sin ingredientes nocivos y también influye el precio más alto de algunas de las materias primas que emplea. Además, en los productos certificados como “ecológicos” hay que sumar el coste de la certificación, que garantiza al consumidor que, al menos, algunos aspectos de la sostenibilidad medioambiental están cubiertos. 

El resultado es que los productos ecológicos tienen un precio más alto, que no siempre está al alcance de los consumidores: son necesarias políticas públicas que apoyen de manera decidida la producción y el consumo sostenible.

El precio de lo 'eco' en 17 cadenas 

La OCU recaba los precios de 24 familias de productos de alimentación, droguería y cosmética en 17 cadenas de supermercados. Los productos se agrupan en tres categorías: productos de marca líder, productos de marcas blancas y productos con certificación ecológica o con términos como “bio”, “eco” o “ecológico”, que solo se pueden usar si respetan la normativa.

Selecciona las cadenas de supermercados más importantes teniendo en cuenta su representatividad en el mercado español y su oferta de productos ecológicos. Pero dos de las grandes cadenas, Mercadona y DIA, no se pudieron incluir porque en la fecha del estudio (junio 2021) no tenían suficientes productos ecológicos. Además de las cadenas más representativas, incluimos 4 cadenas especializadas en el mercado ecológico: Veritas, Herbolario Navarro, Planeta Huerto y Merkabio.

Un 216% más caros que los de marca blanca

Las conclusiones son claras, los productos ecológicos analizados son, de media, un 77 % más caros que los productos de marca líder y un 216% más caros que sus equivalentes de marca blanca. Los productos ecológicos de Lidl, Aldi y Carrefour son un 50% más baratos que los de Herbolario Navarro y Merkabio, aunque estas últimas presentan mayor variedad de marcas ecológicas, una mayor oferta que es muy apreciada por los consumidores. Entre las cadenas ecológicas especializadas Veritas destaca por su variedad y por contar con precios más ajustados. 

Las mayores diferencias

Las mayores diferencias de precio entre productos convencionales y eco se han detectado, en el caso de productos de droguería y cuidado personal en el gel de ducha, el jabón de manos en pastillas y las compresas de absorción normal con alas. En alimentación, el yogur natural sin azúcar, el arroz de grano redondo y los garbanzos cocidos son los que salen peor parados.

La diferencia de precios para productos de la misma marca en versión convencional y eco supone un incremento de un 60% para la compra ecológica.

El estudio sólo se refiere a productos certificados de venta en supermercados, pero hay otras alternativas que podrían ser más asequibles, como los productos sostenibles pero sin certificación ecológica, productos caseros o los que se venden en canales alternativos: compra directa al productor, cooperativas de consumidores...