Los ingresos obtenidos por las empresas energéticas a partir de actividades a precio regulado quedarán fuera del nuevo impuesto sobre el sector que se tramita en el Congreso de los Diputados. Este miércoles, la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados a votado sin ningún voto en contra una enmienda pactada entre los grupos parlamentarios del PSOE, Unidas Podemos, PNV y PdCat a la proposición de ley para el establecimiento de gravámenes temporales energético y de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito para dejar fuera del nuevo gravamen del 1,2% sobre los ingresos obtenidos a través de la tarifa regulada de luz y gas, así como por las redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural. También quedarán fuera del tributo los ingresos obtenidos por las energéticas por actividades fuera del territorio español.

En definitiva, se trata de eliminar del gravamen sobre los ingresos regulados ya que se interpreta que ninguno de ellos reporta a las energéticas los "beneficios extraordinarios" que se pretende hacer tributar para obtener unos ingresos adicionales con los que atender medidas para los colectivos más vulnerables y la financiación de nuevas infraestructuras, según el portavoz en la Comisión de Economía de Unidas Podemos, Txema Guijarro

Impacto de los cambios

Las enmiendas transaccionales presentadas este jueves en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados también dejan fuera del gravamen del 1,2% de las energéticas los ingresos regulados que son aquellos marcados por el Gobierno. En concreto, el texto concreta el PVPC de electricidad (precio voluntario para el pequeño consumidor), la tarifa de último recurso (TUR) del gas y del gas licuado (GLP) tanto envasado como por canalización, así como "los ingresos regulados de las redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural y, en el caso de generación con retribución regulada y retribución adicional en los territorios no peninsulares, todos los ingresos de las instalaciones, incluidos los que perciben del mercado y el despacho económico".

En la práctica, estas enmiendas podrán reducir de forma muy importante la carga del nuevo impuesto sobre las energéticas, con el que Hacienda había previsto ingresar 2.000 millones de euros en cada uno de los dos años en que, en principio, estará en vigor el nuevo tributo (4.000 millones en total)

Iberdrola y Endesa han calculado un impacto por el impuesto de 400 millones de euros cada una. A modo de aproximación, en el caso de Iberdrola las nuevas enmiendas podrían reducir el impacto del impuesto a la mitad, mientras que para la segunda podría ser de al menos el 20%. Iberdrola obtuvo hasta septiembre unos ingresos a nivel global de 37.903 millones de euros, de los cuales menos de la mitad (15.526 millones de euros) fueron en España. Y de esta cantidad unos 1.286,7 millones de euros fueron por las redes eléctricas. Mientras que en Endesa el efecto es inferior por su menor presencia fuera de España. Así, de los 24.620 millones de euros de facturación hasta septiembre, la mayoría son ingresos en España, de los cuales unos 5.000 corresponden a actividades reguladas. Es decir, para la empresa que dirige José Bogas, el impacto se reduce un 20%.

Las enmiendas incorporadas este jueves en la proposición de ley que regula los nuevos gravámenes sobre energéticas y sector de financiero se suman a las ya presentadas la semana pasada y que, entre otras cuestiones, incorporan al texto la creación del nuevo impuesto sobre el patrimonio a partir de 3 millones de euros en comunidades autónomas donde este ha sido desmontado.