Nuevo palo al turismo del Imserso: el Gobierno ha rechazado todas la enmiendas a los presupuestos que pedían subir las tarifas, y el programa 2023-2024 seguirá con los mismos precios que rechaza la patronal hotelera. El Ministerio de Derechos Sociales sigue ignorando la protestas del sector, del Consell y del propio Ministerio de Turismo, y el año que viene las cifras serán las mismas de este año en que el programa se ha salvado gracias a la inyección de 5 millones de euros aportados por el Consell a cuenta del presupuesto Turismo. Es decir para la temporada 2023-2024 se mantienen las 816.029 plazas ofertadas, 250.000 en la Costa Blanca. Los precios para los jubilados oscilarán entre los 196 euros (alojamiento en pensión completa sin transporte) a los 269 euros por persona con el transporte incluido y para una estancia de 10 días. El Ministerio de Derechos Sociales no ha tenido en cuenta ni la inflación, disparada por encima del 7%.

La enmiendas, lideradas por el PP, en boca del diputado benidormense, Agustín Almodóvar, reclamaban un “rediseño y reestructuración y mejora del programa del Turismo Social” para las personas mayores. En concreto, la habilitación de todos los créditos necesarios para incorporar mejoras en el programa y en la rentabilidad de los hoteleros como proveedores de servicios. También se pedía una adaptación de los precios al mercado, “ajustados los costes reales de producción en coyuntura actual, preservando parámetros de calidad en las ofertas de los viajes y los servicios prestados”. Todo con una máxima: Garantizar a los pensionistas el mantenimiento de los precios pero no a costa de los hoteleros.

El Imserso cobra entre 24,5 y 26 euros (pensión completa o si a esta si se añade el transporte) a los jubilados que optan por el programa. Mientras, los hoteleros reciben 23 euros, cuando el coste de la plaza está entre 30 y 33 euros. Hoteles que pagaban 14.000 euros al mes ahora pagan 60.000 euros.

A esto se suma el aumento de los costes sociales por el nuevo convenio de hostelería. Se han subido los salarios a las plantillas un 5,5% este año, y se elevarán otro 5% a partir de enero de 2023. "Solamente en sueldos vamos a subir más de un 10% a nuestros empleados", subrayan fuentes de la patronal hotelera.

Cien millones de euros en pérdidas, 5.000 trabajadores en ERTE, 250.000 turistas perdidos, 65 hoteles cerrados y un golpe letal para la imagen del sector turístico de la Costa Blanca en toda Europa fue el balance de la cancelación del programa en 2020 debido a la pandemia. El Imserso operaba hasta este año con 65 hoteles de Benidorm, Calp, Dénia, l’Alfàs del Pi, Gandía, Guardamar, Xàbia, Peñíscola, Vinaroz, Alicante y Torrevieja. Esta temporada los retrasos, la guerra de los precios y el miedo a viajar redujeron un 60% el programa.

Turisme trata, de nuevo, de evitar los cierres de los hoteles con un subvención de cinco millones de euros para apoyar a los hoteles de cara la temporada 2023-24. Lejos todavía sobre el peso que tiene el sector turístico en la provincia de Alicante pero la Generalitat se ha mostrado este año más generosa -el área está adscrita a Presidencia- que en otras ocasiones y Francesc Colomer contará en 2023 con un presupuesto total de 94,5 millones de euros, lo que significa un crecimiento del 4,59% sobre las cuentas de este año.

Destaca la partida de cinco millones de euros para reforzar la opción del turismo social en la Comunidad (el Gobierno central sigue sin mover ficha tampoco el año que viene), con lo que la subvención autonómica permitirá, en principio, la apertura de entre 50 y 60 hoteles, el 85% en la provincia de Alicante, y la vacaciones de unos 150.000 jubilados de toda España con destino la Costa Blanca, una parte importante llegados de ciudades y pueblos de la propia Comunidad Valenciana, el 65% de turismo nacional.

El precio fijado por el Imserso y los adjudicatarios obliga a los hoteles españoles, la mayoría de cuatro estrellas, a trabajar a un precio neto de 2e€ por persona y día, un presupuesto económico en el que se incluye, alojamiento, pensión completa con vino y agua incluido, wifi gratis, calefacción y aire acondicionado y todos los servicios de un hotel de su categoría. Esta temporada ya se han producidos los primeros problemas, en concreto, en la costa de Almería donde los jubilados han denunciado la poca variedad de los alimentos. Con una inflación disparada y la obligación de la pensión completa y el alojamiento por 23 euros las cuentas no salen.