Las exportaciones valencianas se disparan un 22,2 % durante 2022

La Comunitat Valenciana vivió en 2022 un año histórico en el valor de sus exportaciones, que se acercaron por primera vez a la barrera de los 40.000 millones de euros (39.621) impulsadas por una inflación que elevó el coste de las materias primas y de la energía y que, no obstante, también impidió que ese buen rendimiento se tradujera en un superávit comercial histórico. Nada más lejos de la realidad.

Porque según los datos dados a conocer este jueves por la Dirección Territorial de Comercio de la Comunitat Valenciana correspondientes a los doce meses del pasado ejercicio, la autonomía cerró 2022 con la balanza entre ventas y compras en 323 millones de euros (287 de ellos anotados en el mes de diciembre), una caída de este superávit del 87,41 % respecto al dato del año previo (2.566 millones) y muy alejado del máximo histórico registrado en 2016 (4.780 millones). El motivo tras ello también está en la subida inflacionaria, que elevó hasta en un 31,7 % el coste de las importaciones a la autonomía y lo situó en los 39.298 millones, otro máximo histórico.

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Sin embargo, pese a este marco, la valenciana fue la única entre las cuatro principales autonomías exportadoras de España que acabó el ejercicio de 2022 en positivo. No en vano, Andalucía tuvo una diferencia negativa entre compras y ventas en el exterior de 4.210 millones, mientras que en Cataluña (-16.872 millones), Madrid (-51.539 millones) y la media nacional (-68.112 millones) esta caída fue todavía más acuciada.

Energía y automoción

La ventaja valenciana se vislumbra a través de los registros de los distintos sectores. Sin ir más lejos, el valor exportador de los productos energéticos se disparó un 121 % -una realidad derivada de los efectos de la guerra de Ucrania- hasta superarse los 2.552 millones de euros. A pesar de ello, la alimentación -que solo aumentó un 5 % su dato respecto a 2021- sigue siendo el principal aliado de las exportaciones valencianas, cuya partida alcanzó los 7.722 millones de euros. Y ello pese a que los cítricos, el producto estrella del campo valenciano, haya caído en sus cifras de ventas en el exterior un 1,3 % hasta quedarse en los 2.415 millones.

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Positivo también ha sido el avance de sectores como el del automóvil, que se colocó como el tercero en valor exportador de la Comunitat Valenciana gracias al impulso en la venta de automóviles (4.530 millones, un 36,3 % más que el año previo), superado por las semifacturas no químicas -que engloban la producción cerámica- que se quedó en los 6.834 millones de euros tras vivir un impulso del 22,5 %.

En el lado importador, destacan los incrementos que se dieron no solo en los productos energéticos -donde la compra de gas se disparó un 739 % y la de petróleo un 68,5 %-, sino también en los bienes de equipo (33,2 %) que se erigieron con sus 7.200 millones de coste en la partida de mayor impacto (con la maquinaria industrial y los aparatos eléctricos como principales magnitudes) en las adquisiciones de las empresas valencianas. También llamativa fue la subida del 42,7 % hasta los 2.266 millones de euros que se dio en la importación de los componentes de vehículos en medio de una crisis de suministros que provocó un Erte y paros productivos en plantas como la que Ford tiene en Almussafes.

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Las ventas, a los socios europeos

En cuanto a los mercados, más de la mitad de las ventas de productos valencianos fueron a parar a los países de la Unión Europea, con Italia (3569 millones de euros), Alemania (4.421) y Francia (4.966) como principales socios, un registro en el que también destacan las exportaciones a Reino Unido (2.675) y Estados Unidos (3.279). En el lado importador, destacan las adquisiciones desde China (6.174 millones) y, dentro del Viejo Continente, las procedentes desde Italia (2.780) y Alemania (2.672).

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