AUTOMÓVIL
Ford Almussafes se aferra al Kuga para mantener la carga de trabajo hasta la llegada de los eléctricos
El 25% de las ventas de la marca en los principales mercados europeos ya es de este modelo fabricado en una planta valenciana que estará inmersa en un Ere durante los próximos meses
Si un asunto ha quedado claro en el último año es que el futuro de Ford Almussafes irá ligado al coche eléctrico. Hace casi nueve meses, la multinacional del óvalo garantizó que la plataforma GE2 para fabricar este tipo de vehículos sería la que llegaría a la planta valenciana, un horizonte que tiene su fecha clave en 2026 pero del que se desconoce todavía qué modelos en concreto serán los que lideren esa nueva etapa eléctrica. Sin embargo, a falta de ese anuncio oficial, Almussafes cada vez más tiene en sus líneas de fabricación una garantía a la que aferrarse en los próximos años. Y ese no es otro que el Ford Kuga.
Porque este SUV que se fabrica en la planta valenciana -el año pasado, aún marcado por las tensiones en la llegada de componentes por la crisis de suministros que vive el sector, 153.600 de los 245.500 unidades que salieron de la planta eran de Kuga- acabó el año pasado con casi 100.000 ventas (97.955) entre los cinco principales mercados de la automoción en Europa (Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y España). O lo que es lo mismo, una de cada cuatro vehículos de Ford vendidos en estos países durante 2022 fueron ya de este coche perteneciente al segmento C. Además, la crecida respecto al año anterior resulta significativa.
Atractivo al alza
Mientras la firma solo mejoró de media entre todos sus vehículos un 4,69 % sus datos de adquisiciones en los cinco mercados respecto a 2021, la pérdida de ventas experimentada por modelos históricos cada vez menos atractivos -como el Focus y, sobre todo, el Fiesta que desaparecerá de la producción a mitad de año- para los clientes la suplió con creces el Kuga, que aumentó un 27,7 % sus ventas.
En España, sin ir más lejos, se convirtió por primera vez en su historia en el modelo más vendido de la multinacional, superando al Puma -más pequeño y, también, más barato- y representando ya casi una de cada tres ventas de la firma, según los datos de matriculaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT). El inicio del año solo ha hecho que acrecentar esta realidad.
Y ello pese a que su encarecimiento ha sido superior en los últimos años al de otros modelos exitosos de otras marcas. Según datos publicados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) este pasado lunes, el Kuga es el tercero entre los quince analizados que más ha aumentado su precio en el último lustro, pasando de costar como mínimo 21.595 euros a 33.110 (un 53 % más). En paralelo, competidores que de base partían con un precio similar como el Kia Sportage (20.740) o el Hyundai Tucson (21.500) han elevado su coste menos, un 37 % y un 41 %, respectivamente, según la OCU.
A la espera del Ere
Más allá de cifras, el atractivo ritmo de ventas que está experimentando el Kuga supone un impulso en el horizonte más próximo de la planta a escasas semanas de que deje de producir dos de los cuatro vehículos que tiene en producción actualmente, el S-Max y el Galaxy. En este marco, y a la espera de unos eléctricos que requerirán menos manos de obra para ser fabricados, el pasado viernes la multinacional ya anunció que abría el proceso para aplicar un expediente de regulación de empleo (Ere) en la factoría. Fuentes consultadas ayer aseguraban que aún no se conocen los plazos o el volumen de la plantilla afectado por los despidos.
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