La recogida de paquetes impulsa el comercio local valenciano

Las tiendas de barrio ejercen de punto de recogida y envío de paquetería a cambio de una comisión y potenciales clientes

Recepción de un paquete en Perfumarte Maria Cristina.

Recepción de un paquete en Perfumarte Maria Cristina. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Sentarse ante el portátil, entrar a través de un clic en el catálogo de la tienda de moda que deseas, seleccionar esa prenda que tanto te gusta, elegir la talla, pagar el producto y, entonces, llega la gran decisión: ¿dónde enviarlo si no voy a estar en casa para recogerlo en el momento que se me indica? La solución, cada vez con más frecuencia, se está encontrando en el corazón del comercio local, negocios que están hallando en el movimiento de paquetes una vía secundaria de ingresos y publicidad en tiempos de inflación. Da igual si es una floristería, un estanco o una papelería, la realidad es que este servicio ofrecido en España por empresas como InPost cada vez coge más fuerza en tiendas de barrio de prácticamente todas las ciudades españolas, que actúan como un punto pack dentro del conocido como envío a no domicilio.

La tienda, a fin de cuentas, se convierte en un espacio de recepción de paquetes que llegan, por ejemplo, tras una compra online si -como sucede en InPost- se tiene un acuerdo con las principales empresas de moda y retail para poder dejar sus pedidos. Sin embargo, también actúa como punto de salida para envíos entre particulares o para una devolución a un comercio a través de un mecanismo sencillo. Como explica Pilar Ibáñez, dueña de Perfumarte Maria Cristina -tienda situada en el centro de València y punto pack de Inpost-: "Tras imprimir una etiqueta identificativa, los clientes nos dejan sus paquetes y, tras recepcionarlos con una PDA, los metemos en una saquita. Cuando llega el reparto, se los damos para que los lleven al resto de las ciudades". En 48 horas como mucho, ese producto ya se halla en manos de su destinatario. 

En un día cualquiera, ese proceso de recepción de paquetería puede llegar a ser de 25 o 30 artículos. No obstante, como destaca Ibáñez, la cifra "en épocas como el Black Friday puede crecer hasta los 50 o 60 paquetes". Es un alto volumen de movimiento que también experimenta Víctor Sierra, gerente de otra tienda valenciana especializada en artículos de hogar como Mas Masiá, que desde hace más de una década ejerce también como punto pack. "En el último mes, entre entregas y envíos, podemos salir aproximadamente a 1.000 paquetes", destaca. En toda España, el director de Red Punto Pack y Lockers de InPost, Julio Suero, asegura que se superan los 100.000 paquetes diarios movidos por la compañía entre los 4.500 puntos (tiendas) que esta tiene repartidos por todas las provincias española.

Mas Masiá, unta tienda del hogar en València que también recoge paquetería.

Mas Masiá, unta tienda del hogar en València que también recoge paquetería. / Fernando Bustamante

De ocasional a disparada

No en vano, el boom que ha experimentado el comercio digital en los últimos años está siendo clave para que este servicio coja vuelo. Según el último dato trimestral (de abril a junio de 2022) dado a conocer en enero por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el e-commerce en el país alcanzaba ya los 18.190 millones de euros en ventas, el 33% más que el año anterior. Datos al alza a los que se suma también el auge de plataformas como Vinted, con las que comprar y vender artículos de moda directamente entre particulares que no tienen por qué estar en la misma ciudad. Con ese escenario, el envío de paquetes no ha podido hacer otra cosa que subir. "Al principio era ocasional, pero con el paso de los años la entrega se está disparando", remarca Sierra.

Pero más allá de la comodidad para el usuario -que como reconoce Suero tiene a su disposición «un servicio más barato y más sostenible» al recogerse todos los paquetes en el mismo sitio-, el no domicilio presenta sobre todo ventajas para los comercios que actúan como punto pack. La primera es directamente económica, porque, como destaca la propietaria de Perfumarte, por "cada paquete entregado pagan 30 céntimos, y por los recepcionados, 15". En un mes puede sacar "200 o 300 euros", que en tiempo de inflación, encarecimiento de materias primas, energía y tras la pandemia de la covid-19 sirven para paliar algunos gastos. "Para pagar la luz o el agua viene bien", dice Ibáñez. "Es una ayuda que acaba yendo a los gastos generales", concuerda Sierra.

Recepción de paquetes en Perfumarte Maria Cristina.

Recepción de paquetes en Perfumarte Maria Cristina. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Los mayores beneficios

Sin embargo, la mayor ventaja para este tipo de negocios, resaltan ambos propietarios, viene de forma indirecta. "A mí, lo que me interesa -destaca Ibáñez- es que todo el que viene a por un paquete es una persona que vive por la zona y al final es un cliente potencial al que yo siempre le ofrezco un perfume". Y, con esa táctica, asegura que "siempre acaban viniendo" de nuevo, ganando con ello «quizá unos 10 o 15 clientes a la semana».

La paquetería y los beneficios para las tiendas crecen en un momento en el que el e-commerce se encuentra al alza

"Lo que más nos aporta es que mucha gente del código postal, del barrio, que no conocía el comercio, al acercarse a por los paquetes, acaba sabiendo que existe este establecimiento", coincide el propietario de Mas Masiá, que sintetiza que lo más importante es que "trae esa pequeña publicidad a la tienda". La paquetería, a fin de cuentas, se convierte en un claro impulso al alza para el comercio local.

Suscríbete para seguir leyendo