La Comisió Ciutat-Port lleva a Bruselas la ampliación del Puerto de València

Una delegación de la entidad se desplazó hasta la capital de la UE para mantener una reunión con instituciones y organismos del Parlamento Europeo

Representantes de la Comissió Ciutat-Port, en Bruselas.

Representantes de la Comissió Ciutat-Port, en Bruselas. / Levante-EMV

Joan Batalla

La Comissió Ciutat-Port se ha reunido esta semana en Bruselas con la Comisión Europea y miembros del Parlamento Europeo para abordar la ampliación norte del Puerto de València. Las reuniones de la plataforma ecosocial se han celebrado con miembros de la dirección general de Medio Ambiente de la Comisión Europea y varios europarlamentarios. En las sesiones se han desgranado los efectos "irreparables por la ciudadanía", la economía y el medio ambiente que comportaría la ampliación del Puerto de València, así como la opacidad e irregularidades de toda su tramitación por parte de la Autoridad Portuaria de Valencia. Las reuniones han culminado con acuerdos sobre nuevas vías de actuación político-administrativa.

Una delegación de la Comissió Ciutat-Port se desplazó hasta la capital de Bélgica para mantener una reunión con múltiples instituciones y organismos del Parlamento Europeo, pidiendo el desistimiento definitivo del proyecto de ampliación del Puerto. Asimismo, el encuentro con varios miembros del parlamento europeo ha consolidado una nueva estrategia internacional frente a la expansión de infraestructuras portuarias a petición de navieras multinacionales que provocan sobredimensionamientos y efectos irreparables en la economía, salud y territorios

Expansión de espacios

Esta jornada, realizada en el núcleo de las instituciones europeas, "no sólo ha servido para plantear la problemática que existe en la ciudad de Valencia respecto a su Puerto, sino también para evidenciar que la expansión de los espacios portuarios es una dinámica compartida por muchos puertos de España, pero también en muchos países miembros de la Unión Europea, a un contexto de monopolio logístico y de privatización de servicios e infraestructuras públicas, al que se supone que caminamos hacia la descarbonización y el acortamiento de las cadenas de distribución", asegura un comunicado de esta entidad.

Miembros de la Comissió Ciutat-Port, en Bruselas.

Miembros de la Comissió Ciutat-Port, en Bruselas. / Levante-EMV

 Durante la rueda de prensa que han ofrecido los miembros de Comissió Ciutat-Port en las instalaciones del Parlamento Europeo, David Adrià, miembro de la plataforma, ha querido dejar constancia de que la problemática del Puerto de València no es una cuestión local: “Las narrativas de las ampliaciones portuarias son comunes en toda Europa y buena parte del planeta. Los proyectos se defienden alegando horizontes especulativos de crecimiento y sin un análisis coste-beneficio claro, haciendo la promesa de puestos de trabajo, pero sin decir las condiciones de los mismos. La adopción de una expansión gigantista se refiere a una idea de progreso grotesca, porque ignora los límites planetarios y genera un déficit democrático. Es una ideología abanderada por políticos que quieren patrocinadores y autoridades portuarias y empresarios que ignoran que las infraestructuras tienen un rol social”.

La Comissió Ciutat-Port ha sido crítica con la posición del Ministerio de Transición Ecológica

Laura Rodríguez, integrante también de la Comissió Ciutat-Port, ha sido crítica con la posición del Ministerio de Transición Ecológica y la deficiencia que el Estado español presenta respecto a los estándares ambientales europeos: “La pasividad que la máxima autoridad en materia de sostenibilidad muestra evidencia toda una serie de deficiencias que deben ser solucionadas. Más allá de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que el Defensor del Pueblo, incluso, describe como caduca y de otra época, el MITECO no puede seguir con esta política expansionista que obvia la dimensión social del territorio y entrega la transición ecológica a las mismas empresas que la han causado. El Estado debe adecuarse a las normativas europeas y aplicar el principio de precaución, lo que implica paralizar la ampliación norte y revertir las obras ya realizadas”.