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La vaca de Ale-Hop ya factura 170 millones de euros gracias a las nuevas aperturas

La cadena de la familia Grimalt inauguró 48 nuevos establecimientos en el último ejercicio y supera los 280 puntos de venta

Una de las tiendas de Ale-Hop, con la popular vaca que es su emblema.

Una de las tiendas de Ale-Hop, con la popular vaca que es su emblema. / Pilar Cortés

David Navarro

La cadena de tiendas de regalos Ale-Hop disparó el año pasado un 70% su facturación, gracias a la mejora de las ventas tras la pandemia, pero, sobre todo, a la aceleración de sus planes de expansión, que le llevaron a abrir hasta 48 nuevas tiendas en un solo ejercicio. Un nuevo récord para la compañía de la vaca, que ha conseguido hacer frente al coste de estas aperturas gracias a su política de deuda cero y reinversión de beneficios.

De esta forma, la firma cerró 2022 con una facturación de 170 millones de euros, según la información facilitada por el consejero de la firma, Darío Grimalt. Una cifra que supera en un 70% a la registrada en 2021, cuando consiguió 100 millones de euros, y que también deja atrás los 140 millones de euros de 2019, hasta la fecha su mejor ejercicio.

Eso sí, como aclara el propio Grimalt, el nuevo récord de ingresos viene dado por el fuerte crecimiento del número de tiendas de la cadena en este tiempo, ya que a perímetro constante las ventas por establecimiento aún finalizaron el año pasado algo por debajo de lo que era habitual antes del covid, una situación que la compañía espera revertir por completo en este 2023.

El consejero de Ale-Hop Darío Grimalt.

El consejero de Ale-Hop Darío Grimalt.

Frente a los recortes de otras empresas, los responsables de Ale-Hop aprovecharon el parón de la pandemia para elaborar un plan estratégico y apostaron por acelerar su expansión, aprovechando la fortaleza de su balance y también los huecos que los cierres de otros comercios dejaban en el centro de las ciudades. En este sentido, una de las decisiones de la compañía fue ampliar su radio de acción, hasta entonces muy centrado en zonas turísticas, y llevar su modelo a todo tipo de ciudades e incluso centros comerciales.

Fruto de este esfuerzo la cadena ha crecido aumentado considerablemente sus puntos de venta, que ya superan los 280 tras el nuevo récord de 48 aperturas que la compañía realizó a lo largo del pasado ejercicio. "Fue un trabajo frenético", reconoce Grimalt, que apunta al objetivo de alcanzar los 300 establecimientos a lo largo de este año.

Igualmente, la firma también ha apostado por reforzar su presencia internacional, más allá de Portugal, donde ya estaba implantada. Así, primero dio el salto a Croacia y, posteriormente, entró en el mercado mexicano. Eso sí, en estos casos se trata de una expansión más pausada –de momento solo tienen dos tiendas en cada uno de estos países-, ya que, según explica en ejecutivo, la compañía prefiere "madurar" el proyecto –es decir, analizar primeros los gustos y tendencias de sus compradores en cada mercado- antes de aumentar el ritmo de nuevas aperturas. En este sentido, la compañía también está a punto de entrar en un quinto país.

El centro logístico de la cadena.

El centro logístico de la cadena.

En cuanto a los efectos de la inflación, Darío Grimalt reconoce el impacto que ha tenido la subida del transporte, las materias primas, los alquileres o los salarios en la cuenta de resultados de Clave Denia, la denominación social de Ale-Hop. Para hacerles frente, la cadena ha abogado por una doble estrategia. Por un lado, ha jugado con su catálogo. Así, cuando ha considerado que los costes dejaban el precio de algún producto por encima del mercado, ha optado por sustituirlo por otro. Algo que ha acelerado aún más la renovación de su cartera, que componen más de 6.000 referencias.

Por otro lado, la compañía también ha invertido en la mejora de todos sus procesos para mejorar la eficacia y reducir los gastos. Una tarea para la que han creado un equipo específico, que trabaja con todos los departamentos de la firma.

En los últimos años, Ale-Hop también ha reforzado su equipo de diseño para ofrecer más novedades y más diseños propios, que sean originales y creativos, según apunta Grimalt. En estos momentos la sala de I+D+i ya ocupa 2.000 metros cuadrados.

Por último, la compañía está inmersa en la apertura de un nuevo centro logístico en Oliva, de un tamaño similar al que ya tiene en Bellreguard. Serán 20.000 metros cuadrados de nuevas instalaciones para aumentar su capacidad, que prevén que estén operativos a finales de 2023.