Bancos

Los cambios en Unicaja Banco complican la revaluación de Manuel Menéndez en julio como consejero delegado

El consejo tiene 6 vacantes, que llevará tiempo cubrir | Los vocales independientes se redujeron a 3, la mitad de los que exige el BCE

Por la izquierda, Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco, y Manuel Menéndez, consejero delegado.

Por la izquierda, Manuel Azuaga, presidente de Unicaja Banco, y Manuel Menéndez, consejero delegado.

Javier Cuartas

La Fundación Bancaria Unicaja, mayor accionista de Unicaja banco (posee el 30,24%), logró anteayer un gran gesto de autoridad en la sexta entidad financiera española al conseguir que la junta general de accionistas del grupo tumbase el nombramiento –que ya se había hecho efectivo meses atrás– de los consejeros independientes Isidoro Unda, expresidente de Crédito y Caución, y Maite Costa, expresidenta de la Comisión Nacional de la Energía, a los que la Fundación considera supuestamente afectos al consejero delegado del banco, el asturiano Manuel Menéndez.

También logró –aunque aquí sin sorpresa– la ratificación por la asamblea de los cuatro representantes que promovió en enero para reemplazar a sus anteriores vocales en el consejo, que solo hacía un año que habían sido ratificados por los accionistas para un nuevo mandato, pero a los que el nuevo patronato de la fundación también juzgó alineados con el llamado sector asturiano procedente de Liberbank.

Ambas operaciones suponen un gran avance en el intento de la fundación andaluza de evitar que la mayoría del consejo se incline por la continuidad de Menéndez cuando este verano deba ser revaluada su permanencia en el cargo.

La votación de anteayer deja sin embargo la evidencia de una fractura no ya solo en el consejo, sino ahora también en el accionariado. El cambio de los cuatro vocales de la Fundación tuvo el voto en contra de menos del 11% de los accionistas, pero la destitución de dos independientes, que ya habían recibido el plácet de BCE y llevaban solo unos meses ejerciendo, tuvo el rechazo del 45,47% de los votos en un caso y del 46,44% en otro.

Ahora el consejo va a operar transitoriamente con sólo 9 de sus 15 miembros. Será así hasta que el BCE dé el visto bueno a los cuatro consejeros designados anteayer a propuesta de la Fundación. Mientras tanto la Fundación solo tendrá un representante: los otros tres a sustituir hicieron efectiva su renuncia nada más finalizar la junta.

Así que para influir en la revaluación de Menéndez antes del 31 de julio la Fundación debe confiar en una pronta decisión del BCE, que suele tardar entre 4 y 5 meses. Más complejo parece que el banco, que anteayer se quedó solo con tres independientes, pueda contar a tiempo para esa cita tan crucial con los seis que exige el BCE. Los tres que faltan aún no han sido seleccionados y también deben pasar después por el examen del regulador. Y aún queda la duda de qué tiempo prudente de ejercicio del cargo deberían tener los siete nuevos vocales para poder pronunciarse con conocimiento sobre la idoneidad de Manuel Menéndez.

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