La banca restringe el crédito a pymes y familias para la compra de viviendas

Las entidades bancarias, ante un momento de mayor riesgo derivado de las subidas de tipos del BCE por la inflación, endurecen las condiciones de su financiación sobre todo a los hogares

Tormenta. Esa podría ser la palabra que mejor definiera la situación que está viviendo la economía en los últimos meses. El impacto inflacionario experimentado hasta cotas no vistas en décadas ha obligado al Banco Central Europeo (BCE) a elevar el precio del dinero hasta un 3,75 %, un escenario que ha desembocado en que las entidades bancarias hayan decidido encarecer no solo el tipo de interés de sus préstamos, sino también se han visto abocadas a restringir el nuevo crédito que otorgan por la menor actividad económica y por la voluntad de evitar riesgos. Y son las pymes y las familias las que están sufriendo más el endurecimiento de condiciones.

Así lo detecta, en un informe, el catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València y director adjunto el IVIE, Joaquín Maudos. En su texto, realizado para la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), refleja que el crédito a nuevas operaciones concedido a las familias se ha ralentizado en 21 puntos en el último año, pasando de crecer un 23 % en febrero del pasado ejercicio al 2 % de este marzo. El golpe, en este sentido, ha sido especialmente relevante en la financiación para la vivienda, donde se ha recortado esa tasa anual hasta un 2 % cuando a finales de 2021 rondaba el 40 %. Incluso, señala Maudos, "llega a ser negativa si comparamos el crédito concedido en los últimos tres meses" respecto al mismo periodo de 2022. Muestra inequívoca de cómo los bancos están cerrando el grifo a una velocidad considerable.

Más crédito a empresas

No en vano, solo los préstamos bancarios destinados al consumo de los ciudadanos resisten en valores similares (6 %) a los que se vivían doce meses atrás, ya que para el resto de horizontes se está produciendo un decrecimiento en la concesión de crédito del 4 % cuando por las mismas fechas de 2022 este valor se elevaba hasta un 23 %. Menos reticente a ofrecer nuevo crédito está siendo el sector bancario español con las empresas, a pesar de que el porcentaje de alza de este indicador financiero se haya visto reducido desde el pasado noviembre del 25 % anual al 11,7 %. Eso sí, remarca el catedrático, con un mayor endurecimiento en las condiciones que aplica a las pymes que a las grandes firmas.

Una sucursal bancaria en València en una imagen de archivo.

Una sucursal bancaria en València en una imagen de archivo. / M.A. MONTESINOS

Todos estos movimientos se enmarcan en un contexto económico marcado por la inflación y por unas subidas de tipos del BCE destinadas a rebajar ese alza de los precios. En este contexto, la reducción del crédito ofrecido por los bancos apunta en esa misma línea, ya que con una menor oferta de financiación sumada también a un descenso de la demanda ciudadana -con un menor poder adquisitivo disponible y mayor incertidumbre, se tiende a reclamar menos préstamos- se está yendo en la dirección que pretende el BCE en ese camino para recortar la inflación.

Diferencias con Europa

Más allá de la propia concesión, la realidad es que los intereses que están ofreciendo en sus préstamos los bancos españoles resultan diferentes a los de Europa. Mientras los tipos para nuevo crédito a las compañías se situaban en el 4,11 % en marzo, una décima menos que la media de la Eurozona, tanto en el caso de la financiación bancaria para la compra de vivienda (3,54 % español frente al 3,44 % europeo) como para el consumo (7,94 % frente a 7,28 %) se están ofreciendo intereses más altos que los de la media en Europa.

La vivienda ha vivido uno de los encarecimientos en los préstamos.

La vivienda ha vivido uno de los encarecimientos en los préstamos. / Levante-EMV

Ante esta realidad de subidas de intereses, Maudos señala que tanto empresas como familias deberán destinar "una mayor parte de su renta disponible al servicio de la deuda". Así, en 2022, las mercantiles destinaron 14.356 millones a este pago de pasivo mientras que los hogares aportaron 6.442 millones. Sin embargo, con el previsible alza en el coste de la deuda, el informe estima que este año "los tipos de interés a pagar por parte de empresas y familias será como mínimo de 33.000 millones de euros".

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