PUERTOS

Las navieras se replantean volver a navegar por el mar Rojo tras la ofensiva militar de EE UU y Reino Unido

El sector de la automoción se prepara para posibles faltas de componentes en sus fábricas

La patronal CEV y AVA-Asaja advierten de los riesgos para las exportaciones industriales y agrarias si se desvían los buques por Sudáfrica

Buque de la armada de Estados Unidos, navegando por aguas del Mar Rojo

Buque de la armada de Estados Unidos, navegando por aguas del Mar Rojo / Europa Press

José Luis Zaragozá / Juanma Vázquez

València

Las grandes navieras se replantean volver a navegar por el mar Rojo tras la ofensiva militar de Estados Unidos y Reino Unido en esta zona de conflicto que sirve de paso a los buques procedentes de Asia hacia Europa a través del canal de Suez y que es clave para las operaciones de carga y descarga de mercancías en puertos como el de València, líder en tráfico de contenedores del Mediterráneo. La danesa Maersk ha asegurado en un encuentro con la Autoridad Portuaria del Canal de Suez que quiere reanudar "lo antes posible" sus operaciones en la citada zona de Oriente Medio ante los elevados costes de redirigir sus cargueros hacia el cabo de Buena Esperanza, lo que supone entre 12 y 14 días más de navegación para llegar a puertos del sur de Europa.

Mientras otras navieras como MSC, CMA CGM, Cosco, ONE o Hapag Lloyd replantean sus rutas transoceánicas, según un comunicado del Gobierno egipcio, los responsables de Maersk han trasladado al Ejecutivo la "necesidad de proporcionar la protección necesaria" a los buques, al tiempo que recuerdan las repercusiones de estos ataques en la economía mundial.

Por el canal de Suez navegan más de 19.000 cargueros anualmente, lo que supone el 11% del tráfico marítimo global, además de ser el camino más rápido entre los puertos asiáticos y el Mediterráneo. Para la Comunitat Valenciana y el área de influencia del recinto del Grao -incluido Madrid-, este paso es clave para el comercio exterior, tanto para las importaciones como las exportaciones con el sudeste asiático. Tal como ha recordado esta semana la Cámara de Comercio, las empresas agroalimentarias de la Comunitat Valenciana exportaron por valor de 130 millones de euros en productos perecederos a los mercados asiáticos, entre los que destacan naranjas, cebollas, algarrobas, lechugas, caquis, carne o miel natural

Los sectores productivos valencianos vinculados con el comercio exterior están pendientes de las decisiones de las navieras. El 40% de las mercancías importadas de Asia son bienes intermedios para la industria manufacturera valenciana, lo que provoca incertidumbres de cara a las próximas semana a las cadenas de suministro y elevan los costes de fabricación.

Tensión en los sectores valencianos

Así las cosas, como explica Salvador Navarro, presidente de la patronal CEV, la escalada del conflicto ya está provocando retrasos en la llegada de los suministros desde Asia “de entre 15 y 20 días”, retrasos que podrían aumentar si “crece la tensión”. De momento, ya está dificultando “la importación de materias primas, productos semifacturados o alimentación, entre otros”, problemas que pueden tener afección en “sectores como el esmaltero o el del automóvil”.

Trabajadores en una planta de componentes del automóvil, en una imagen de archivo.

Trabajadores en una planta de componentes del automóvil, en una imagen de archivo. / ANTONIO PINACHO

En esta última rama, ayer, el clúster de la industria auxiliar de la automoción valenciana, Avia, destacaba que la mayor parte de las firmas del sector en la autonomía aún “no se han visto afectadas” por la crisis del mar Rojo debido a que sus principales componentes “vienen por la ruta del Atlántico”. Pese a ello, desde la organización destacan que si el conflicto persiste “es probable que los suministros se vean afectados”, algo que desembocaría en “un incremento de los precios”. Por este motivo, las compañías del sector “están avanzando sus estrategias para paliar los posibles efectos” de una demora del conflicto.

De darse esta situación, la CEV concluye que en el medio y largo plazo, la crisis “puede afectar a la exportación, agravando la situación de nuestra industria” en un contexto “en el que las empresas ya están soportando una subida generalizada de sus costes”.

Mercados agrarios

Respecto a la situación de la crisis en el mar Rojo para el campo valenciano, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, reconoce que los productores valencianos no mueven un gran volumen de mercancía en esa ruta, pero sí llegan a alguno de los destinos afectados con productos que son perecederos y no pueden aguantar un retraso de varias semanas en el trayecto. "Por ello, posiblemente se desvíe parte del producto destinado a esos países hacia otros mercados", lamenta el dirigente de la organización agraria. "El sector agario tendrá que buscar otros mercados, sobre todo en Europa, si persiste el bloqueo en el mar Rojo", concluye Aguado.

Los fletes de exportación desde Valenciaport crecen por segundo mes consecutivo

Los fletes de exportación desde el Puerto de València crecen por segundo mes consecutivo y en diciembre registran un incremento del 4,66%. Así lo refleja el València Containerised Freight Index (VCFI) – que mide la tendencia y evolución de los fletes del recinto valenciano- y que en el mes de diciembre se sitúa en los 1.239,93 puntos, manteniéndose en niveles similares a los registrados durante el segundo trimestre del 2020. El VCFI acumula un crecimiento desde el inicio de la serie histórica en enero de 2018 del 23,9 %. Este indicador constata también un descenso de los fletes de exportación desde los muelles de Valenciaport al área de Lejano Oriente (-9,64%) que, que en noviembre subió un 43,1%. Asimismo, también decrece el subíndice del Mediterráneo occidental: -6,5 %. Con todo, el VCFI al cierre de 2023 no refleja aún las variaciones provocadas por la crisis del Mar Rojo -el incremento observado en el mismo es marginal- y la alta volatilidad en los niveles de los fletes ha empezado a hacerse efectiva en los inicios del presente 2024. En este sentido, hay que esperar a ver cómo evoluciona el conflicto geopolítico para analizar sus consecuencias en el medio plazo. Tras los numerosos eventos disruptivos de los últimos años -la crisis generada a raíz de la pandemia o las consecuencias de la guerra de Ucrania- la tensión en Oriente Medio, se suma a lo apelado como la “tormenta perfecta logística”, siendo un lastre para las cadenas de suministro, y, por tanto, para la economía a nivel global.

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