La desigualdad se reduce en la Comunitat Valenciana tras la pandemia

La autonomía se sitúa entre el grupo de territorios que más han logrado recortar la distancia entre los ingresos de sus ciudadanos entre abril de 2020 y febrero de 2024, según datos de CaixaBank Research

Oficina de empleo en Alicante

Oficina de empleo en Alicante / David Revenga

Jordi Cuenca

Jordi Cuenca

València

La pandemia de la covid y su consiguiente crisis económica han permitido a la Comunitat Valenciana reducir su desigualdad interna. Es más, se ha convertido en uno de los territorios con mejor evolución en este parámetro. Así lo corroboran los últimos datos publicados por CaixaBank Research, con fecha de febrero de 2024, que ponen de relieve que la desigualdad medida por el índice de Gini después de las transferencias públicas fue dos puntos menor que antes de la covid. Dicho porcentaje sube dos décimas, hasta el 2,2 %, si no se toman en consideración los recursos de las administraciones. En el primer caso, el dato es superior al 1,8 % de la media española, mientras que en el segundo es inferior al 2,4 % del conjunto del país.

El índice de Gini es una de las métricas utilizadas para orientarnos respecto a la desigualdad económica. Cuanto mayor es este indicador, mayor es la desigualdad de los ingresos en la población. Es decir, unos pocos cobran más que el resto de la población. Al contrario, cuanto más cercano a cero es el coeficiente de Gini, menor es la desigualdad de los ingresos y, por tanto, menor es la desigualdad económica. Por su parte, las transferencias públicas engloban un conjunto de recursos abonados por el sector público y en ellas se incluyen partidas como las pensiones, los salarios de los funcionarios, las prestaciones por desempleo o la asistencia sanitaria.

Mejora

El análisis de CaixaBank constata que las autonomías que más han mejorado en términos de desigualdad son también las menos favorecidas en renta per cápita. Así, la reducción más abultada corresponde a Canarias (3,3 %), seguida por Extremadura (2,7 %) y Andalucía (2,1 %). A continuación figura la Comunitat Valenciana. El único intruso en este escalafón es, con un 2,1 %, el País Vasco, uno de los territorios más ricos del país, entre otros motivos por un modelo de financiación propio que le permite una mayor redistribución de los dineros públicos. El único caso negativo corresponde a Aragón, donde la desigualdad ha crecido una décima entre abril de 2020 y febrero de 2024.

Las pensiones forman parte de las tranferencias públicas

Las pensiones forman parte de las tranferencias públicas / Levante-EMV

Los datos de CaixaBank no hacen un desagregado por autonomías de cuál ha sido la evolución por sexo o edad, pero los resultados del conjunto de España son un indicativo de lo que puede haber sucedido en las regiones que la integran. Así, la desigualdad se ha reducido más entre las mujeres que entre los hombres, dado que en las primeras ha bajado un 2 % en el período analizado, mientras que en los segundos lo ha hecho en un 1,6 %, si bien el punto de partida era mucho más favorable para los varones. Los jóvenes son el colectivo que menos ha reducido la desigualdad desde la pandemia: un 1,6 % entre aquellos que tienen menos de 29 años. El porcentaje sube al 1,8 % entre quienes están entre los 50 y los 64 años y al 2,1 % en la franja que va de los 30 a los 49.

Distribución

CaixaBank Research se detiene, asimismo, a analizar la distribución de ingresos, pero en este caso también solo del conjunto de los españoles. Así, en febrero de 2024, después de las transferencias públicas, un 14,8% de los hogares no percibía ningún ingreso, un 20% tenía ingresos bajos, un 44,2% recibía ingresos medios y un 21%, altos. Para las personas cuya edad se encuentra entre los 16 y los 29 años, los porcentajes varían de forma sustantiva. Los que no tienen ningún ingreso suben al 23,5% de los hogares y bajan al 8,5% los de ingresos altos. En la categoría de entre 50 y 64 años, es decir los más próximos a la jubilación, el dinero que perciben es mayor y sus dificultades, por tanto, inferiores. Así, quienes no tienen ingresos solo son un 10,5 % de las familias y los que perciben emolumentos altos alcanzan un 27 % del total.

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