La alimentación gana peso en una industria valenciana que pierde ventas

El sector químico y el cerámico son dos de los grandes damnificados de 2023

La alimentación es el principal sector industrial valenciano

La alimentación es el principal sector industrial valenciano / Levante-EMV

València

La industria valenciana pierde fuelle. En concreto, el valor de las ventas de producción propia en la autonomía se redujo el año pasado en un 6,8 % y pasó de los 65.060 millones de euros de 2022 a los 60.752 de 2023. Por tanto, una caída cercana a los 4.300 millones, según los últimos datos del Institut Valencià d'Estadistica (IVE), que sitúa como uno de los sectores con mejor comportamiento al alimentario.

El contexto es el de un lento declive del sector secundario, criticado desde hace años por los empresarios y los sindicatos, que defienden que un economía pujante y sana debe contar con una potente actividad industrial, que es el fundamento de buena parte de la innovación y la productividad. De hecho, el lunes, el presidente de la Generalitat presentó la estrategia de la administración autonómica para impulsar la reindustrialización de la economía valenciana. El objetivo es invertir 2.000 millones de euros en los próximos cuatro años para propiciar una inversión inducida de 10.000 millones y lograr, al cabo, que la industria pase del 14,8 al 20 % del PIB autonómico.

Alimentación

El portal estadístico de la Generalitat detalla en términos porcentuales cuál es la distribución de las ventas de producción propia por divisiones de actividad. La primera posición corresponde a la industria de la alimentación, beneficiada por el factor arrastre que ejercen dos grandes cadenas de distribución española, como Mercadona y Consum, que son valencianas. Este sector alcanzó los 10.573 millones de euros en 2023, con un incremento de casi 400 millones respecto a 2022. Si en este último ejercicio representaba el 15,6 % del total, un año más tarde dicho porcentaje subía al 17,4 %.

La cerámica perdió mil millones en ventas

La cerámica perdió mil millones en ventas / Levante-EMV

La segunda actividad es la fabricación de vehículos de motor, condicionada por la Ford de Almussafes, que atraviesa serios problemas relacionados con la implantación del coche eléctrico. Sus proveedores, también afectados, están diversificando su negocio. Tal vez de ahí se derive que este subsector haya facturado por valor de 6.479 millones, prácticamente la misma cifra que el año anterior. Su participación en el conjunto de la industria, sin embargo, ha subido al pasar del 9,9 % al 10,7 %. La industria química, por su parte, reduce ventas, de 6.214 millones a 5.769 y su peso baja del 9,6 % al 9,5 %.

Cerámica

El cuarto sector -los cuatro primeros acaparan el 46,9 % del total- es la fabricación de otros productos minerales no metálicos y el descenso en este caso es más acusado, de 6.443 a 5.673, casi 800 millones, fundamentalmente por los malos ratos que el precio de la energía hizo pasar en 2023 al subsector de la cerámica, cuyas ventas cayeron de 4.829 millones a 3.829. El IVE también analiza la evolución de algunas actividades agrupadas -por ejemplo, añadir bebidas y tabaco a alimentación- y en este caso la que corresponde a extractivas y refinado, energía, agua y residuos explica en buena parte el descenso en la facturación de la industria entre 2022 y 2023. Y es que las ventas del conjunto de estos sectores cayeron de 7.317 millones a 4.450.

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