Menos del 10 % del comercio ha reabierto en Paiporta y solo un 20 % en otros municipios

El presidente de Confecomerç, Rafael Torres, afirma que muchos de los 8.000 negocios golpeados se enfrentan a inversiones "de entre 100.000 y 150.000 euros" para poder reabrir

El dirigente de la patronal del pequeño y mediano comercio avisa que "más del 20 % de los afectados podrían cerrar"

Venta de pan en un puesto reabierto en la zona cero.

Venta de pan en un puesto reabierto en la zona cero. / Eduardo Ripoll

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

Tres semanas han transcurrido desde el paso de una dana que golpeó, en mayor o menor medida, a unos 8.000 negocios en municipios de Valencia. En este periodo de tiempo, sus propietarios han tenido que quitar el barro que anegaba sus negocios para poco a poco intentar recobrar la -nueva- "normalidad" volviendo a levantar la persiana de sus locales. Sin embargo, esta vía -como explica el presidente de la patronal del pequeño y mediano comercio, Confecomerç, Rafael Torres- resulta a día de hoy aún imposible para muchos de ellos. Tanto es así que en zonas como Paiporta "no ha reabierto aún ni el 10 % de los comercios", mientras que en otras poblaciones donde el daño ha ido "casi por calles" solo ha podido retomar su actividad "aproximadamente un 20 %".

Y eso que este balance de esperanza, que jornada a jornada se actualiza en los distintos municipios de la zona cero, mejora progresivamente. Por ejemplo, esta semana Paiporta comunicaba en sus redes sociales la reapertura de uno de sus hornos, el Forn Pastisseria Rial, además de un negocio hostelero, el de Don Jamón Tasca. En otros como Benetússer, la lista de reaperturas es más larga, yendo de estancos a estética, carnicerías o farmacias, algo que se repite también -entre otros- en una Catarroja que presenta más de una veintena de locales comerciales ya operativos en su página web.

El obstáculo económico

No obstante, como explica Torres, para muchos otros todavía queda por superar un gran obstáculo para reabrir, el económico. Y es que, a día de hoy, las ayudas anunciadas por el Gobierno central -de 5.000 euros para los autónomos y de 10.000 euros para aquellas firmas que facturan menos de un millón de euros- no son "suficientes". "Los negocios, en algunos casos, se enfrentan a inversones que están entre 100.000 y 150.000 euros, porque para abrir necesitan rehacer paredes, conexiones eléctricas y de agua que han perdido", destaca al respecto el dirigente comercial, que señala que hay negocios que, incluso, necesitarán "más de 200.000 euros" para reponer todo lo perdido y ponerse de nuevo en marcha.

Un hombre corta el pelo a un cliente en una peliquería afectada de Paiporta.

Un hombre corta el pelo a un cliente en una peliquería afectada de Paiporta. / Eduardo Ripoll

"Solo volver a poner pladur y hacer la instalación eléctrica ya te vale más que esos 10.000 euros", enfatiza sobre unos fuertes desembolsos que llegan, además, en un contexto con complicaciones. Por un lado, "muchos comercios tienen un seguro más básico" porque si "cubrían todo pues a lo mejor les ahogaba". Tanto que, según calcula, entre "un 30 % y un 40 % podían no tener un seguro que cubriera el contenido de sus negocios", algo que reduce el importe que recibirán del Consorcio de Compensación de Seguros tras el golpe de la dana.

La herencia de la covid-19

A ese hecho se suma la herencia de la covid-19. "Todo el que pidió un crédito ICO en pandemia todavía no lo ha devuelto y buena parte de los afectados pueden estar en esa situación", destaca Torres sobre una realidad que condicionará quién pueda embarcarse de nuevo en las peticiones de estos avales, que fueron puestos en marcha por el instituto que dirige Manuel Illueca la pasada semana para beneficiar hasta a 32.000 empresas. "Estamos en un momento en el que la gente está perdiendo hasta la esperanza", insiste el presidente de Confecomerç, que alerta de que "más del 20 % de los afectados podría llegar a cerrar".

No en vano, recuerda el dirigente comercial "más del 60 % de los autónomos que se dedican al comercio tienen más de 60 años". Por eso, cree que estos propietarios "no van a endeudarse" para devolver unos préstamos que "acabarían de pagar después de retirarse". "Nadie se va a llevar a la jubilación una deuda que no va a poder pagar", concluye.

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