La burocracia bloquea la retirada de los 120.000 coches amontonados en campas
Los desguaces, encargados de llevarse definitivamente y tratar esos coches, esperan que el Gobierno central apruebe un real decreto para llevar a cabo esos retiros rumbo a sus instalaciones
El Consell anuncia un plan para despejar vehículos pero su puesta en marcha depende de la medida del Ejecutivo de Sánchez

Una de las campas en Catarroja repleta de coches afectados por la dana. / Levante-EMV
Miles de coches se amontonan unos sobre otros en 60 campas improvisadas tras el paso de la dana. En enclaves que van desde Catarroja a Aldaia o Benetússer, pasando por la ZAL del puerto de València y un sinfín más de municipios golpeados se puede observar la devastación que la catástrofe ha supuesto para aproximadamente 120.000 vehículos. Una realidad inusual cuya solución -en forma de retirada- se mantiene a día de hoy aún bloqueada por la burocracia. Sobre ello, el Consell anunció ayer un plan para agilizar ese retiro en caso de que este proceso se dilate, aunque desde los desguaces apuntan a un real decreto del Gobierno central como la medida a priori necesaria para solucionar la situación.
No en vano, como explica el director técnico de la patronal valenciana de este sector (Adecova), Pere Anrubia, para poder llevarse esos coches rumbo a sus instalaciones "previamente tiene que haber una decisión del último propietario que diga que se ha acabado su vida útil", una situación cuyos plazos ordinarios están impidiendo avanzar. El último balance del que tiene conocimiento señala, sin ir más lejos, que lo que "ha repuntado hasta ahora son las bajas temporales" -un proceso sin coste, que se puede revertir fácilmente y que impide utilizar el vehículo, eximiendo eso sí de pagar el impuesto de circulación anual-, pero no así las definitivas.
Estas están en muchos casos pendientes aún de que los propietarios puedan localizar sus vehículos, comprobar si funcionan y peritarlos, algo que está haciendo que actualmente "aún no haya un aluvión". "Ahora mismo tenemos solo 1.500 bajas definitivas más que el año pasado", afirma Anrubia antes de apuntar que "el papel de los desguaces va a ser decisivo", pero antes tiene que haber "una solución jurídica".

Coches amontonados en una campa en Sedaví. / Germán Caballero
La medida necesaria
Sobre la misma, el dirigente ha asegurado que aunque se está trabajando en coordinación con las distintas administraciones para "poder retirar ágilmente esos vehículos", es necesario que el Gobierno central impulse "un real decreto para poder acortar los plazos y que ese coche pase a ser un residuo más rápidamente". Sobre cuándo podría estar, el director técnico de Adecova evita fijar un plazo, aunque confían desde la patronal en que esta medida "se ponga en marcha en un plazo razonable. Barajamos que sea de días".
Es la visión que expresó ayer la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Tourís, que destacó que desde el Gobierno central -representado este miércoles en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska- se había apuntado que "el primer real decreto ley que se apruebe contemple la declaración como residuo municipal de todos aquellos vehículos que ya no tengan uso". De momento, el Consell anunció ayer la activación de una resolución provisional que permita un dispositivo para realizar estas labores de manera "inmediata". El mismo, según ha podido saber este diario, serviría como un plan b en caso de que la medida del Gobierno se acabara ditalando más allá de unos pocos días o hubiera cualquier tipo de problema.

Los coches en una de las campas de Catarroja. / Levante-EMV
Así, desde los desguaces se insiste en ese real decreto como fórmula para asegurar esa retirada, la cual resulta "imprescindible" por dos motivos. El primero, destaca Anrubia, es porque acciones como quitar el líquido de frenos, el combustible que hay aún dentro de muchos de esos vehículos o, directamente, achatarlos solo se puede realizar "correctamente" en instalaciones como las suyas. La segunda, después de haberse registrado "algunos casos de malas prácticas", es mantener "siempre el respeto a la voluntad del propietario, ya que si no lo hacemos eso puede ocasionar una demanda".
Cementerios de coches
A la espera de ese desbloqueo, la imagen de esos enclaves se asemeja a la de un cementerio de vehículos. Desde algunos municipios como Catarroja -con cuatro campas en su casco urbano, además de otras gestionadas con Albal o dirigidas por la Generalitat- se destaca que se está haciendo la retirada de vehículos, pero falta una mayor coordinación que permita tener un registro del número de vehículos que hay actualmente en esos espacios.
Mientras, en otras localidades como Aldaia, fuentes del consistorio remarcan que "la prioridad" es retirar esos vehículos de garajes y calles. Sucede algo similar en Benetússer, donde fuentes del consistorio explican que se han retirado "aproximadamente unos 5.000 coches" que se están dejando en ubicaciones como un almacén cercano al camposanto de la localidad o en el campo de fútbol del polideportivo. Sin embargo, el peritaje se está concentrando hoy en otras ubicaciones como la plaza de Lepanto y, cuando llegue el turno de esas campas, la idea es que ese perito "venga in situ, se contacte con el propietario y se le diga si quiere que el ayuntamiento gestione y, si dice que sí, pues nos encargamos de él como residuo". En este sentido, reconocen que ya se está "hablando" con desguaces para que puedan llevar a cabo esa faena.
Por su parte, la Policía Local de València ha retirado de la vía pública o de solares de las pedanías de La Torre, Forn d`Alcedo y Castellar l'Òliveral, hasta este miércoles, 2.569 vehículos arrastrados por la riada del pasado 29 de octubre. Los vehículos han sido trasladados a once campas situadas dentro del término municipal de la ciudad. Los titulares de los vehículos pueden conocer su localización y acceder a ellos para iniciar los trámites necesarios para el cobro del seguro a través de la web del ayuntamiento.

Coches, unos encima de otros, en Sedaví. / Germán Caballero
Posibles problemas
Y, hasta que ese proceso se complete, ¿hay riesgo por el amontonamiento de vehículos? En palabras de Pere Anrubia, un coche "nunca puede estar expuesto a que los componentes tóxicos que tiene acaben en el suelo, aunque entendemos que es una emergencia". Sobre ello, descarta que vaya a haber "un problema de salubridad" como sí podría pasar con residuos que fueran orgánicos. Eso sí, tanto desde Adecova como en los municipios consultados coinciden en que, "cuanto antes se quiten estos vehículos, mejor".
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