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Duro Felguera afirma que no pidió preconcurso y que tiene el apoyo de sus socios mexicanos

Suspendida ayer la cotización del grupo por la acumulación de órdenes de venta l El presidente llama a la confianza y tranquilidad de la plantilla

El logotipo de Duro Felguera en las pantallas de la Bolsa de Madrid en una imagen de archivo.

El logotipo de Duro Felguera en las pantallas de la Bolsa de Madrid en una imagen de archivo. / EP

Javier Cuartas

"No hay ningún documento de preconcurso o de concurso ingresado en el juzgado", afirmó ayer a mediodía a los trabajadores de Duro Felguera el presidente de la compañía, el mexicano Eduardo Espinosa, durante una videoconferencia interna con toda la plantilla.

La empresa, cuya cotización fue suspendida a las 13.37 horas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la espera de "información relevante" de la empresa sobre su situación, transmitió tranquilidad a los 1.500 empleados. Fuentes laborales presentes en la reunión telemática atribuyeron al presidente de la sociedad la afirmación de que ésta no está tampoco proyectando acogerse a un concurso ni preconcurso, posibilidad que circuló el fin de semana.

Espinosa, representante del grupo mexicano Prodi (dueño desde febrero, junto con Mota-Engil México, del 54,66% de la sociedad), y que estuvo acompañado durante su intervención por el comité de dirección de la compañía asturiana, expresó el respaldo a la ingeniería y su futuro por parte de los accionistas mayoritarios de la empresa.

El presidente de la sociedad pidió la colaboración de todos los empleados, les aconsejó "tranquilidad" y les emplazó a "confiar" en los accionistas. Espinosa dijo, según fuentes laborales presentes, que los dueños mayoritarios siguen y van a seguir trabajando por el futuro del grupo.

La reunión la convocó la cúpula de Duro ayer mismo ante el nerviosismo existente entre los 1.500 trabajadores por las noticias sobre la situación de la empresa, y que se agravaron tras comunicar Duro al mercado (a las 0.54 horas de la madrugada de ayer) que la empresa estatal argelina de electricidad y gas Sonelgaz reclama al grupo asturiano 349,2 millones en un arbitraje planteado por el cliente por la paralización desde junio de los trabajos de construcción de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa.

La suspensión cautelar de la cotización se produjo a las 13.37 horas porque a lo largo de la mañana no fue posible casar la oferta y la demanda para fijar precio, dado que muchos inversores optaron por desinvertir en masa y no había suficientes compradores para absorber tantos títulos a la venta. La prolongación sin éxito de la fase de subasta para intentar establecer un precio aconsejó al regulador suspender la negociación a la espera de información "relevante" por parte de la compañía, que anoche, horas después del cierre del mercado, aún no se había producido, aunque es habitual desde hace años que Duro aguarde a emitir sus comunicados hasta cerca o después de la medianoche.

En el encuentro con los trabajadores, que se produjo antes de la suspensión de la cotización, la compañía transmitió serenidad y confianza en la compañía, según testimonios de trabajadores que siguieron la videconferencia interna.

La reclamación argelina, a la que responderá Duro con la petición al cliente de una "indemnización" por "incumplimientos", se produce en un contexto de negociación para revisar las condiciones contractuales, que se remontan a hace una década y que han atravesado numerosas vicisitudes, y no solo por desencuentros entre las partes, y las incidencias habidas, sino también por el conflicto diplomático hispano-argelino de 2022.

Duro Felguera ya había anunciado el 30 de septiembre la posibilidad de que no hubiese acuerdo y ya entonces comunicó al mercado que estaba "trabajando en una potencial solicitud de arbitraje para hacer valer sus derechos contra Sonelgaz", dado que las conversaciones estaban avanzando, dijo, muy lentamente.

Argelia reclama 349,2 millones al grupo por parar la obra de Djelfa

La ingeniería, que se opondrá al arbitraje pedido por Sonelgaz, solicitará una indemnización al cliente por sus "incumplimientos"

La compañía estatal argelina Sonelgaz reclama más de 349,21 millones de euros a Duro Felguera por la paralización el pasado mes de junio de las obras de construcción de la gran central térmica de ciclo combinado de Djelfa que la ingeniería asturiana construye para la energética magrebí. Sonelgaz Production d'Electricité (SPE) ha presentado una solicitud de arbitraje ante la Cámara Algerina de Comercio e Industria (CACI) para exigir a Duro que reanude los trabajos y el pago de la indemnización por la demora en la que se ha incurrido. Duro Felguera comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que presentará antes del próximo día 10 en la CACI un escrito de oposición al arbitraje y de rechazo de la reclamación planteada por Sonelgaz. La empresa asturiana alegará que la suspensión del contrato por iniciativa de Duro Felguera es "conforme a derecho", dados "los incumplimientos", dijo, "en que ha incurrido SPE". Por ello, la ingeniería propiedad de los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil México solicitará, entre otras cuestiones, una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por el cliente en el proyecto de Djelfa. El consejo de administración de Duro Felguera decidió el 17 de junio parar los trabajos de construcción de la planta "ante la necesidad de ajustarlo a la realidad concurrente, alterada sustancialmente desde su origen por causas no imputables a Duro Felguera y tras múltiples intentos de solución". Duro dijo entonces que promovería "las actuaciones necesarias para alcanzar una solución definitiva para todas las partes". El contrato de gran central de ciclo combinado argelina, la mayor adjudicada hasta entonces a Duro Felguera, con más de 1.250 megavatios de potencia, fue contratada hace diez años a la compañía asturiana por la argelina Societé de Production de L'Electricité (SPE), filial del grupo estatal de electricidad y gas Sonelgaz, con un presupuesto de 544 millones. Durante el último decenio, la obra ha dado pie a sucesivos desencuentros, acciones judiciales y arbitrajes cruzados entre el cliente y el adjudicatario, y la suspensión y reanudación de las obras. Duro dijo en enero que estaba "en un proceso de negociación de sobrecostes incurridos" que se vieron "seriamente afectados" por "el conflicto diplomático" entre España y Argelia y que dieron "lugar a retrasos tanto en los cobros como en el ritmo de ejecución del proyecto". De la planta queda un tercio del proyecto por ejecutar. "La obra está suspendida, pero no paralizada y no hemos desmovilizado a personal", dijo en junio la compañía gijonesa. Durante un encuentro telemático con los 1.500 trabajadores de Duro, el presidente de la sociedad, Eduardo Espinosa, reiteró ayer la voluntad de la compañía de llegar a un acuerdo con el cliente que sea satisfactorio para las dos partes y que permita reanudar la obra, señalaron fuentes laborales presentes.

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