Consumo
Innovación y contacto directo con el cliente para vender turrón todo el año
Marcas como Torrons Vicens y 1880 están apostando por productos novedosos y la apertura de tiendas propias para desestacionalizar las ventas
Las ventas por Internet es otra de las herramientas que ganan terreno, como las barras al corte que Alemany envía a domicilio en solo 24 horas
Miguel Vilaplana
Ingenio. Eso es lo que están aplicado diferentes empresas turroneras de las zonas tradicionales de Agramunt y Xixona para desestacionalizar y vender sus productos no solo durante las fechas navideñas, sino a lo largo de todo el año. Y las fórmulas son variadas, pero dirigidas a despertar el apetito de los clientes con recetas singulares e irresistibles, o bien dándoles todas las facilidades a la hora de la compra. Ejemplo de ello son Torrons Vicens y 1880, dos marcas de fuerte peso en el sector que están llevando a cabo una decidida apuesta por el desarrollo de turrones innovadores y la apertura de tiendas propias, sin descuidar un comercio on line que cada vez tiene un mayor peso en las ventas. También demuestran imaginación compañías que, aunque de menor tamaño, saben cómo tentar a los consumidores con propuestas como las barras de turrón al corte que la firma Alemany envía a domicilio en solo 24 horas.
El turrón es un producto que, inevitablemente, se identifica siempre con la Navidad, de ahí que la inmensa mayor parte de las ventas del sector se concentren en la recta final del año. El reto, por tanto, pasa por conseguir que los clientes se interesen también por este producto fuera de estas fechas. En ello está trabajando desde hace tiempo Torrons Vicens, una firma familiar de Agramunt que en sus orígenes, en 1775, se dedicaba a la elaboración de las típicas tortitas de turrón de avellana que se consumían en romerías y acontecimientos importantes. La empresa fue evolucionando con el transcurso del tiempo y las sucesivas generaciones que la han ido regentando, hasta que en el año 200o dio un paso decisivo a raíz de su adquisición por parte de Ángel Velasco, hoy gerente de la compañía, y su padre, fallecido recientemente, quienes procedían del mundo de la pastelería.
Las nuevas recetas cuentan con el aval de grandes chefs y la incorporación de ingredientes como el pistacho y el panetone
El elemento disruptivo estuvo, en primer lugar, en la apuesta por producir turrones innovadores, diferentes a los tradicionales duros y blandos, con el objetivo, según destaca el propio Velasco, de "desestacionalizar, que no sea un producto solo de la Navidad, y lo cierto es que los esfuerzos están arrojando sus frutos".
Ejemplos de esa apuesta son un exitoso turrón duro, pero con aire en el interior de la masa, que es más ligero y se adapta mejor a los gustos de un público más joven. Pero la principal apuesta son los acuerdos a los que han llegado con algunos de los más prestigiosos chefs del panorama culinario nacional, con el objetivo de elaborar turrones de alta calidad a través de la interpretación de postres elaborados en sus respectivos restaurantes. Este es el caso de Albert Adrià, con el que sacaron al mercado productos tan innovadores como el turrón de gintónic o mojito. Pero recientemente se han añadido otras colaboraciones con cocineros como Ángel León, popularmente conocido como el 'Chef del mar', que ha servido de inspiración para elaborar un turrón de plancton; Quique Dacosta, con el que se ha desarrollado un turrón de piñones, otro de arroz, naranja y azafrán, y un tercero de algarroba, todos ellos ingredientes típicos del Mediterráneo. Con Jordi Roca, por su parte, se ha lanzado el turrón láctico, en base a un praliné de leche de oveja.
Los artículos de la empresa están presentes en cadenas como Carrefour y el Corte Inglés a lo largo de todo el año, pero no conformes con eso, han querido contar con una cadena de nada menos que 64 tiendas, la inmensa mayor parte propias, con la finalidad de tener un contacto directo con el cliente y facilitarle la adquisición de la amplia gama de productos elaborados.
Velasco explica que a la hora de abrir las tiendas se han primado ubicaciones turísticas, teniendo en cuenta, subraya, que "muchos visitantes identifican el turrón como un producto típico que se llevan a sus países de origen como un souvenir gastronómico". Así, el primer comercio se inauguró en 2009 en la Junquera, y a partir de ahí han ido llegando todos los demás, hasta contar con 56 en toda España, cinco en México y tres en Francia, justo los principales mercados de la compañía.
Facturación millonaria
Torrons Vicens espera facturar este año alrededor de 100 millones de euros, de los que cerca de la mitad se corresponden con las ventas obtenidas a través de las tiendas.
Una estrategia similar está desarrollando el grupo jijonenco Confectionary Holding, propietario de las marcas 1880, El Lobo, Doña Jimena, Clair de Lune e Imperial Toledana. Una empresa de la familia Sirvent fundada en 1725, la más antigua de España del sector alimentario, y avalada, por tanto, por casi 300 años de tradición en los que han pasado por ella nada menos que 11 generaciones.
Forma parte de la última de ellas Isabel Sirvent, actual propietaria de la compañía junto a su prima Beatriz. Explica que las innovaciones, también en la senda de la desestacionalización, se centran en 1880. Según sus palabras, "es la marca referente en calidad principal para las categorías de Jijona y Alicante, y ello, sumado al apartado de frutos secos y nuestra adaptación a las nuevas tendencias de consumo, nos ha llevado a incorporar el turrón de pistacho cremoso y también el de pistacho crujiente".
A ello se le suma una nueva colección de mazapanes artesanos, que incluye figuritas con naranja y con pepitas de chocolate. La compañía, de igual forma, incorpora en su colección de chocolates de autor el turrón de galleta de spéculoos, así como el de panetone, a lo que hay que añadir, en la marca El Lobo, turrones más saludables elaborados con menos azúcar.
Con una facturación el último ejercicio de cerca de 25 millones de euros, la familia Sirvent ha inaugurado desde 2021 un total de 14 puntos de venta propios en España bajo la marca 1880, en lugares como Alicante, Madrid, Málaga, Toledo, San Sebastián, Palma o Ronda, también con el objetivo de captar tanto público local como turístico. Aparte, el grupo es el impulsor de los museos del turrón de Xixona, Toledo y Madrid, en los que además de degustar productos, es posible viajar en el tiempo para conocer la procedencia, modo de elaboración y algunas curiosidades de la tradición turronera.
Con todo, la innovación y la originalidad en las fórmulas de venta no es cosa solo de las grandes compañías. Torrons i Mel Alemany, una firma originaria de 1879 de la localidad leridana de Os de Balaguer, ha hecho del comercio on line una de sus principales armas de promoción y venta. Y además, a través de un concepto tan novedoso como la distribución de turrón al corte. "Hemos recuperado la forma en la que se vendía antiguamente en las pastelerías, lo que permite contar con un producto acabado de elaborar y, por tanto, más tierno", subraya Ferran Alemany, gerente de la empresa.
El año pasado arrancaron con éxito con el turrón blando y de yema tostada, al que han sumado ahora el duro de corte fino. Los tres llegan a las casas de los clientes en solo 24 horas y en cualquier punto de la península.
Con una facturación de seis millones de euros, hay otro elemento que distingue a Torrons i Mel Alemany, como es el hecho de que, explica el gerente: "Nos hacemos ayudar por centros especiales de discapacitados, que se encargan del etiquetado de los productos y la preparación de pedidos". Es la parte social del negocio.
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