Copropietario de Grupo Palacios y presidente de Fevauto

Raúl Palacios: "Estaremos vendiendo coches durante bastantes meses para sustituir el parque tras la dana"

En una época incierta para el automóvil, Palacios aboga por «diversificar» más allá del coche

Tras la dana, Palacios cree que las compras se elevarán con unas ayudas del Gobierno que cree que se podían haber «articulado mejor» para favorecer también a la segunda mano

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana. / Francisco Calabuig

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

Una vida ligada al automóvil

Nacido en València pero criado en Xàtiva, la trayectoria de Raúl Palacios va ligada al automóvil, donde es presidente de la patronal de talleres Fevauto y, hasta noviembre, también lo era de Ganvam (distribuidores). Tras estudiar Ciencias Económicas en el ‘cap i casal’, «quería irme por ahí, pero teniendo el negocio familiar acabé metiéndome». Fue su primer paso en una firma –nacida en Xàtiva pero que ha ido aumentando en puntos de venta y en nichos de negocio (motos, coches de ocasión, más marcas de Stellantis, etc.)– que comparte con sus dos hermanos, factura alrededor de 100 millones y cuenta con 250 empleados.

La dana se ha llevado por delante más de 120.000 vehículos. ¿Cuándo cree que se recuperará el parque automovilístico?

Creo que aún no estamos en el punto álgido de las renovaciones a pesar de que, por ejemplo, hemos tenido una Feria del Automóvil de récord en todos los aspectos. Según el Consorcio vaya liquidando a la gente el valor de su coche siniestrado es cuando realmente vamos a empezar a ver un tráfico de gente muchísimo mayor por las exposiciones. Estaremos durante bastantes meses, bien entrado 2025, vendiendo coches para sustituir ese parque.

¿Eso significa que van a producirse 120.000 compras o va a haber ciudadanos que opten, si han perdido dos, por adquirir solo uno?

Habrá los dos efectos. Habrá gente que decida no renovar el coche. Pero también, cuando algo se empieza a vender, tiene un efecto llamada. Eso también va a provocar que mucha gente que todavía está dándole vueltas a cambiarse de coche lo va a hacer por el simple hecho de que hay alrededor gente, amigos, vecinos que se han comprado un vehículo nuevo y que eso les ayuda a dar el paso para cambiar su vehículo. Hay que tener en cuenta que la media del parque en España es de más de 14 años. Mucha gente no se cambia de coche porque no sabe cuál comprar, pero todo esto yo creo que va a provocar que mucha gente se decida.

Las primeras compras

De momento, ¿se está apostando por adquirir coches baratos para salir del paso o por nuevos?

En un primer momento, hubo una presión muy fuerte por la compra de vehículos de segunda mano. Sin embargo, cuando se han anunciado las ayudas del Gobierno, todo este boom se ha redirigido hacia la compra de vehículos nuevos porque me dan 10.000 euros por comprar un vehículo con etiqueta CERO y me dan 5.000 por uno con etiqueta ECO. Si en vez de ser nuevo tiene seis meses, pasan a pagarme 4.000 y 2.000. Esto de verdad que ha hecho que suba muchísimo las peticiones de nuevos. Serán matriculaciones que se irán viendo a lo largo del tiempo. Pero esto ha provocado una distorsión en la oferta y ha dejado bastante perjudicado al sector del vehículo de segunda mano, porque estos tienen vehículos más baratos, de más de tres años, que no los cubren las ayudas del Gobierno. Se podría haber articulado un poquito mejor para que la gente que no tiene capacidad para llegar a ese volumen de gasto en un coche nuevo, pues hubiese podido también adquirir un vehículo.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana. / Francisco Calabuig

Muchas economías están delicadas tras la dana y hay denuncias de subida de precios repentinas. ¿El sector está aprovechándose?

Creo que estamos buscando tres pies al gato. En una economía de mercado, es ley de oferta y demanda. Aquí desaparecieron la gran mayoría de los vehículos que estaban en los stocks o en las campas, tanto de compraventas como de concesionarios. Eso hay que reponerlo y cuando se reponen se sale al mercado a comprar. Cuando empiezan a entrar muchas peticiones de compra, en la subasta o el renting, te empiezan a subir los precios. Esto ha generado incrementos para toda España, porque hay que renovar 120.000 vehículos. Eso es lo que ha provocado la subida de precios.

Entonces, ¿sus márgenes siguen siendo los mismos?

Sí, por una razón muy sencilla y es que los coches de aquí los están vendiendo en toda España, no solo en Valencia. Que los coches estén tan caros ahora mismo es más culpa del proceso de descarbonización y de cómo se ha querido regular esta transición del vehículo de combustión al eléctrico, sobre todo aquí en Europa. La subida de precios viene, primero, porque sube el del coche nuevo. Y si se eleva el coste del coche nuevo, arrastra ya todo. El precio de ese vehículo nuevo ha subido por todas las inversiones en un eléctrico que no está aceptando el mercado. La gente no quiere comprar vehículos eléctricos en la medida en la que los Gobiernos quieren que se vendan. Y nosotros vendemos lo que la gente quiere. Entonces, tenemos que ir al vehículo eléctrico, pero no creo que las políticas que estamos utilizando para la descarbonización sean las acertadas. Y las pagamos entre todos.

Se ha señalado que las compras tras la dana eran una oportunidad para electrificar el parque. ¿Cree que este objetivo se va a cumplir?

Hay tres elementos a mejorar ahora mismo para electrificar el parque: precio, autonomía y estructura de recarga. Con estos 10.000 euros actuamos sobre uno, pero te siguen quedando los otros dos, que son tan importantes o más que el precio. Está muy bien que ataquemos con el precio, es un buen motivo para atraer a gente al vehículo eléctrico. Pero si en base a su uso diario no tiene suficiente autonomía o si no dispone de un punto para cargar el vehículo todos los días, sigue siendo imposible. 

El impacto en los talleres

Preside también la patronal autonómica de los talleres. ¿Van a poder asumir esos negocios el auge de demanda de reparaciones de esos coches que se han ‘salvado’?

La mayoría de coches que están afectados por la dana es muy peligroso repararlos, porque ha podido entrar agua. Veo noticias que dicen que se ha conseguido arrancar un coche. El problema no es ese, sino que en los siguientes meses puede fallar. Entonces no deberíamos de tener tantos problemas los talleres porque no deberían de poder repararse tantos coches. Otra cosa es que esto ha tocado a un tercio de la población del área metropolitana de València y me preocupa que todos los talleres que habían en aquella zona han desaparecido. Es muy pesado tener que reponer todos los materiales, las herramientas, los sistemas informáticos, etc. Y habrá mucha gente que dirá: ‘mira, no vale la pena seguir porque ya estoy en una edad en la que no estoy preparado para volver a meterme en este follón’.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana. / Francisco Calabuig

Muchos de ellos siguen hoy sin poder acometer grandes reparaciones por falta de medios. ¿Son necesarias ayudas especificas para recuperar la maquinaria?

No es que sean necesarias, es que son imprescindibles. Hay muchos talleres que llevan muchos años funcionando y, por su maquinaria, el precio que les va a pagar el Consorcio va a ser ínfimo. Si yo tenía un elevador que tiene 25 años y luego me voy al mercado a buscar ese elevador, va a ser muy difícil que lo encuentre. Y, aunque lo encuentre, no me va a costar lo mismo que me está pagando el Consorcio. Estamos hablando de una maquinaria muy especialista que necesita una ayuda específica porque, si no, no voy a poder afrontar el pago.

Antes hablaba de esos coches afectados por la dana. ¿Hay temor a que muchos de esos ‘supervivientes’ se acaben vendiendo de segunda mano aprovechando la necesidad de la ciudadanía?

Sí lo hay. Es cierto que en todo el sector se está extremando el procedimiento de peritación de esos vehículos, porque desde luego es muy complejo, pero hay un problema también que es que ese coche, una vez se ha limpiado, el daño lo tiene por dentro. Puede estar completamente perfecto por fuera, pero el daño está dentro y no lo vas a saber. Nosotros hemos hecho un llamamiento a las compañías de seguros y, sobre todo, al Consorcio para que a la hora de acreditar esos vehículos sean consecuentes y lo suficientemente hábiles para darse cuenta de que la mayoría de esos coches se tienen que dar como siniestro total. Pero vamos a ver que pasa.

Más allá de la dana, una de las denuncias del sector es que faltan mecánicos. ¿Qué se necesita para cubrir la demanda?

Esto es cíclico. A corto plazo, se necesita que empiecen a salir chavales de la FP de mecánica y, sobre todo, que haya más gente que se meta en esta FP. Y eso siendo profesiones que cada vez van perdiendo más su interés. Meterte a mecánico cuando te están diciendo que quieren dejar de fabricar coches de combustión en 2035 en Europa, pues es complicado. Entonces, hoy la manera más efectiva de solucionar problemas es traer del extranjero mano de obra que, aunque no esté cualificada al 100%, ya tenga conocimientos y aquí la podamos adaptar rápidamente con un proceso de formación exprés.

Evolución de su firma

Es copropietario de Grupo Palacios. ¿En qué punto se encuentra la compañía en un contexto que, antes de la dana, estaba marcado por la caída de matriculaciones?

Tenemos dos partes. Por un lado, no somos capaces de llegar a nivel nacional al millón de matriculaciones [sumando todas las marcas del mercado]. La gente es reacia a renovar su vehículo porque no tiene claro que comprarse. Por otro lado, tenemos también la vertical de vehículos usados, que eso sí que funciona muy bien, porque parece que este mercado es el que sigue tirando y tiene más estabilidad. Pero esto va por marcas. Si eres un concesionario de las que ahora están tirando porque sus vehículos están muy enfocados al micro híbrido, la cosa te va a ir mejor. Nosotros en Stellantis ahora mismo la verdad es que con la salida de [el exCEO de Stellantis, Carlos] Tavares sí que se están renovando las direcciones en casi todas las áreas y en casi todos los países. Parece que hay un compromiso más serio por parte de Stellantis de apoyar tanto a sus propios empleados como sus fábricas, proveedores y a la red comercial. Y creo que estamos al final de un cambio de modelo de negocio. Lo que ha sido tradicionalmente el sector, con los concesionarios de un determinado tamaño, de solo vender coches, etcétera, creo que ha llegado a su fin. El vehículo usado sabes que es la apuesta segura y el resto de cosas es estar a la expectativa.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana.

Raúl Palacios, en uno de los concesionarios de Grupo Palacios en València, esta semana. / Francisco Calabuig

¿Preocupa esa estrategia de las marcas de reducir cada vez más los concesionarios oficiales?

Por supuesto que preocupa. En el caso de Stellantis hubo concesionarios que abandonaron las marcas del grupo porque directamente Stellantis les rescindió el contrato y en ese momento lo vieron fatal. Gracias a ello, pues cogieron una serie de marcas chinas y se especializaron. Y ahora les está yendo muchísimo mejor que a muchos de los que se han quedado. Estamos en un momento de cambio y te vas a tener que ir adaptando por el camino porque no sabes exactamente. Tampoco tenemos muy claro si al final se impondrá el modelo digital. Está claro que el 90 % de la gente se mete primero en Internet a la hora de comprar un coche, pero acaba de comprarlo en un sitio físico. Si al final esta tendencia se revierte, pues ya te digo que la concentración está más que asegurada.

Cada vez hay menos modelos y estos son menos asequibles para el cliente por sus precios. ¿Eso no es una estocada para negocios como el suyo?

Si suben los precios, yo vendo menos. Pero lo que no sabe la gente es que, a la vez que suben el precio, me bajan a mí el margen. Creo que ningún fabricante quiere cargarse la red [de concesionarios] porque, al final, sigue siendo quién le vende los coches. Lo que sí que está claro es que todas estas inversiones que se tienen que hacer hacia el vehículo eléctrico, que será una transición que no está siendo rentable, la tienen que pagar de algún lado y van apretando de todos los sitios.

Una última, en clave sector. ¿Cómo ve el contexto actual de Ford Almussafes y una industria auxiliar tan importante para el tejido económico valenciano?

Hay temor. Ford está muy penalizada en Europa por la electrificación. A mí me da rabia los discursos que veo de ciertos políticos nuestros en un ámbito y no ven la realidad de lo que pasa en nuestras casas. Aquí estamos intentando fabricar cosas que la gente no quiere comprar todavía. Que mañana cierren una fábrica en Almussafes, que las cierren en Alemania, que tengan que hacer ERTE y que la gente se vaya a la calle es algo que es real. Quiero saber antes si lo que se va a mejorar a nivel ambiental compensa todo el daño que se está haciendo a la economía.

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