Canarias romperá la barrera de los 16 millones de turistas foráneos en 2025

Canarias tuvo el año pasado un nuevo récord de visitantes extranjeros con más de 15 millones. Y de cumplirse la previsión del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2025 se registrará otro máximo histórico, por segundo año consecutivo, con más de 16 millones de foráneos.

A falta de las cifras exactas –no se conocerán hasta el 3 de febrero, cuando el INE actualizará la estadística de Movimientos turísticos en frontera con los datos de diciembre de 2024–, el ministro Jordi Hereu avanzó este miércoles que España recibió el año pasado a 94 millones de visitantes extranjeros. Un 10,4% más que en 2023, cuando con casi 85,2 millones de turistas foráneos ya se había contabilizado la mayor cantidad de siempre.

De esos 94 millones de extranjeros que en 2024 disfrutaron de sus vacaciones en España, alrededor de 15,5 millones lo hicieron en Canarias. Una cifra que representa un doble hito en la particular historia del motor de la economía regional: por un lado porque supone un nuevo récord –el techo estaba en los 14,2 millones de 2017– y, por otro, porque es la primera vez que se rebasan en un año los 15 millones de turistas foráneos. Todo parece, sin embargo, que este nuevo récord será efímero.

Más de 67.000 empresas isleñas suscriben un manifiesto en defensa del motor económico

El propio Hereu adelantó que es previsible que durante 2025 vacacionen en el país en torno a cien millones de extranjeros, y que en España se alcancen los nueve dígitos en el contador de visitantes implica que en el Archipiélago se superen, sí o sí, los 16 millones. Así que si el pronóstico de los técnicos del Ministerio es acertado, la industria turística de las Islas también establecerá este año una nueva plusmarca en la llegada de extranjeros con 16,5 millones, un 6,5% más. Una previsión más que sólida si se tiene en cuenta, como también adelantó el ministro, que ya solo en el primer cuatrimestre de 2025 –de enero a abril– se calcula que vendrá a España un total de 26 millones de visitantes foráneos, un 9% más que en el mismo período de 2024. Unos 26 millones de los cuales alrededor de seis millones elegirán a Canarias como lugar de vacaciones.

Con todo, para la salud del destino es más relevante el gasto que hacen los turistas durante su estancia en las Islas que el número mismo de turistas. Dicho de otro modo: siempre será mejor que vengan diez ingleses, alemanes o franceses que se dejen en el Archipiélago un millón de euros –en comida, alojamiento, transporte, espectáculos...– a que vengan cien y se gasten 500.000 euros. A ello se refirió el ministro al apuntar que España, y por ende Canarias, «quiere ganar la liga de la calidad y ser líder en gasto de los turistas internacionales». De momento, las Islas también se anotaron aquí un nuevo récord el año pasado.

La Asociación de Municipios Turísticos pide no criminalizar la actividad ni culparla de los problemas sociales

Otra vez a falta de las cifras exactas de cierre de ejercicio –en este caso hay que esperar a que se actualice la Encuesta de gasto turístico, que también se publicará el 3 de febrero–, ya puede asegurarse que el desembolso de los visitantes extranjeros superó en 2024, y por primera vez, los 22.000 millones de euros. En este caso es el tercer récord anual consecutivo –récords espoleados, eso sí, por la inflación– tras los 17.452,7 millones de euros de 2022 y los 20.332,5 millones de 2023. Si nada se tuerce, 2025 traerá una nueva plusmarca, la cuarta seguida.

En este escenario de registros e hitos históricos, una docena de entidades y asociaciones empresariales, que representa a unas 67.000 empresas canarias, ha suscrito el Manifiesto en defensa de la industria turística, un alegato en favor del turismo como solución, y no causa, de las carencias socioeconómicas del Archipiélago. En esta línea, el presidente de la Asociación de Municipios Turísticos, José Miguel Rodríguez Fraga, pidió que no se criminalice a la primera industria de las Islas por problemas como el de la falta de viviendas, cuando lo que se necesita, subrayó, es un plan «serio» para paliar la carestía inmobiliaria.

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