Comercio

Bruselas agrava su ofensiva contra Shein y Temu y plantea nuevos aranceles sobre este tipo de compras

La Comisión Europea ha mandado al Parlamento una serie de medidas para lograr un comercio electrónico "sano y sostenible", el mismo día que anuncia que investiga a Shein por "prácticas desleales e injustas"

Una 'pop-up store' de Shein en Barcelona, en una imagen de archivo

Una 'pop-up store' de Shein en Barcelona, en una imagen de archivo / FERRAN NADEU

Paula Clemente

Hace ya meses que Bruselas viene avisando de que tiene el ojo puesto en compañías como Temu o Shein. A la primera la avisó públicamente en noviembre de que frenara con los descuentos falsos o la información engañosa. A la segunda le ha caído este mismo miércoles el anuncio de una investigación formal por este tipo de cuestiones, las "prácticas desleales e injustas". Pero la ambición es mucho más profunda. "La Comisión está tomando acción para hacer frente a los riesgos derivados de las importaciones de bajo valor vendidas a través de comercios electrónicos y 'marketplaces' de fuera de la Unión Europea (UE)", resume el organismo en un comunicado.

Es su forma de sintetizar el documento de 23 páginas que ha remitido al Parlamento Europeo y a otros tres organismos comunitarios con medidas concretas para responder a los riesgos en términos de salud y seguridad que trae consigo la llegada de productos que no han pasado los filtros de garantía de la UE o la competencia desleal que supone esto para las compañías de la región. La mayoría son medidas ya acordadas (excepto un nuevo arancel), así que se trata más de un llamado a la acción, que de una nueva batería de propuestas.

El foco se pone sobre la importación de productos de menos de 150 euros. La medida más importante es eliminar la exención de la que gozan estas importaciones de "bajo valor" y añadir una nueva tasa de "no discriminación" sobre los artículos de 'e-commerce' de venta al público que vengan de fuera de la UE. La intención –indican– es que esto sean sobrecostes de los que se encargue el comercio electrónico, el importador o el intermediario, pero que no se puedan cargar sobre el cliente en el punto de recogida del paquete, por ejemplo.

También se plantea poner más énfasis en los controles aduaneros para lograr retirar del mercado productos que no cumplan con la normativa o lanzar campañas de promoción para concienciar a los consumidores.

¿Por qué ahora?

El detonante de que hayan enhebrado una aguja que hace tiempo que sostienen es haber constatado lo rápido que crece este negocio en Europa. De acuerdo con sus datos, en 2024 se registraron 4.600 millones de envíos de productos de menos de 150 euros, el doble que en 2023 y el triple que en 2022.

"Este crecimiento exponencial está suscitando numerosas preocupaciones. Primero, que cada vez son más los productos nocivos que entran en la UE, pero, además, los vendedores europeos, que respetan nuestras estrictas normas, corren el riesgo de verse perjudicados por prácticas desleales y la venta de productos falsificados", argumenta la Comisión Europea, que suma a todo esto, el impacto medioambiental de todo este tránsito.

El plan para responder a esta situación pasa por exhortar a los Estados miembros a que se pongan duros con estas prácticas y, en un año, revisar el impacto de las medidas propuestas.

Reacción de un 'e-commerce' europeo

Aunque aún es pronto y nada ha cambiado a la práctica, Zalando ya ha mandado un comunicado mostrándose completamente a favor de la medida.

"Zalando es una empresa orgullosa de ser europea, y somos la prueba viviente de que este continente puede producir empresas digitales de rápido crecimiento", reza un texto firmado por uno de los consejeros delegados de este comercio electrónico, Robert Gentz. "Por desgracia, hoy en día el mercado único de la UE no tiene salvaguardias contra los modelos de negocio de comercio electrónico externos a la Unión que explotan el mercado único, pero no cumplen las normas de la UE ni pagan aduanas por sus productos", lamenta.

Es por eso, sigue, que su compañía acoge "con satisfacción" que la UE "estudie soluciones pragmáticas para dar una respuesta". "Pedimos la rápida supresión de las exenciones de derechos de aduana y la aplicación coherente de las normas de la UE para todos los participantes en el mercado", concluye.

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