Relaciones empresariales

La CEV trata de frenar la tensión con la Cámara de Alicante con una reunión

El presidente de la patronal autonómica en la provincia alicantina provoca un encuentro con parte de su ejecutiva, con Salvador Navarro y con Uepal en la que defiende el respeto institucional

Salvador Navarro y Carlos Baño, a la derecha

Salvador Navarro y Carlos Baño, a la derecha / José Navarro

Ana Jover

Alicante

La ciudad de Alicante sirvió el pasado jueves de escenario para que se diera un cónclave empresarial en el que había un único objetivo: reconducir las relaciones entre la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) y la Cámara de Comercio de Alicante. Para conseguirlo el presidente de CEV Alicante, Joaquín Pérez, dio un paso al frente y reunió a un grupo de empresarios y, según las fuentes consultadas, logró un consenso sobre el necesario freno a las recientes tensiones.

El empresario ilicitano, uno de los propietarios del Grupo Soledad, contó en el encuentro con el presidente autonómico Salvador Navarro, y también con otros responsables de la propia confederación y cercanos a la empresa familiar y a la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), una asociación próxima al presidente de la Cámara de Comercio alicantina, Carlos Baño.

El resultado final fue un acuerdo para rebajar la tensión, al menos de puertas afueras, y volver a la senda del «respeto institucional», un concepto que desde la patronal defienden por activa y por pasiva, como auténtica línea roja. Esta es la parte en la que se estaría de acuerdo entre ambas partes, pues la distancia no ha dejado de crecer en ambas direcciones.

Empresarios que asistieron al encuentro coinciden en señalar que hay muchos asuntos prioritarios encima de la mesa . «Cada uno que se dedique a lo suyo» es una de las frases con las que se quiere poner fin a una batalla que, ante todo, socava el ánimo de quienes apuestan por una imagen de unión desde Alicante.

Este acuerdo no escrito se sucede después de que desde el entorno del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se diera la orden de frenar la salida de empresas públicas de la CEV, después de que Feria Alicante (antigua IFA) lo hiciera en un consejo de administración donde Baño es el vicepresidente.

De la unidad a la red

Otras fuentes consultadas hablan de un «pacto de no agresión» para que no quede erosionada la imagen de la CEV y el trabajo hecho hasta ahora, pues las diferencias se entienden en un rango más personal –Salvador Navarro y Carlos Baño – que institucional; aunque ese punto no es correcto, ya que una cosa es la salida de Tescoma, empresa propiedad del presidente de la entidad cameral alicantina, de la CEV y otra cuestión ya fue la decisión de la marcha de la feria, lo que dejaba la puerta abierta a la salida de Feria Valencia y de Sitval, las sociedades públicas que también cuelgan del organigrama de la consellera de Industria, Marián Cano.

Diferencias

Las diferencias exhibidas en el seno de la reunión confirman que en la provincia de Alicante se ha pasado de la unión empresarial a la red empresarial y quizás este concepto encaje mejor en unas relaciones en las que se ha acordado ir a una en los temas importantes, volviendo a unos años atrás, donde todas las organizaciones empresariales se unieron en la demanda de una financiación justa para la provincia de Alicante. Ese es el objetivo en el corto plazo y, a priori, todos han dado el visto bueno, a falta del propio Baño. «Lo hecho, hecho está», señalaron en referencia a que la marcha de IFA de la CEV parece que no tiene marcha atrás y que se quedará como un señal de que la paz empresarial en la provincia alicantina es una mecha que se cortó a tiempo para que la traca no llegara a València. n

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