Industria europea

Proteccionismo, incentivos fiscales y subvenciones: la receta de Bruselas ante la crisis del sector automovilístico

La Comisión Europea anuncia un fondo de 1.800 millones para la fabricación de baterías y lanzará una consulta entre los países para impulsar los incentivos más eficaces para la compra de coches eléctricos

Archivo - La presidenta de la Comissió Europea, Ursula von der Leyen

Archivo - La presidenta de la Comissió Europea, Ursula von der Leyen / Alexis Haulot/European Parliamen / DPA - Archivo

Bruselas

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su receta anti-crisis para el sector del automóvil, que incluye un fondo para la fabricación de baterías, flexibilizar el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones, fomentar el ‘made in Europe’ y la compra de coches eléctricos, y endurecer los requisitos para las inversiones extranjeras con el fin de proteger la fabricación local. 

"Nuestro objetivo es claro: garantizar que la próxima generación de vehículos no solo se fabrique en Europa, sino que también se innove en Europa, esté impulsada por tecnología europea y se base en valores europeos", ha dicho el comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, en rueda de prensa. 

Según cifras de la Comisión, la industria automovilística representa aproximadamente el 7% del PIB de la Unión Europea con más de 13 millones de personas trabajando en el sector. Pero el estancamiento de las ventas, la competencia feroz desde China o Estados Unidos, y las dificultades para hacer frente a la descarbonización han puesto a la industria en jaque. 

La Comisión ha presentado este miércoles un plan de acción con el que espera abordar algunos de esos problemas. Buena parte de las medidas ya las anunció el pasado lunes la presidenta, Ursula von der Leyen, tras una reunión con los representantes del sector. La alemana lanzó a principios de año un diálogo con la industria precisamente con el objetivo de dar forma al plan. 

Próxima consulta a los países

Von der Leyen ya anunció el lunes que la Comisión presentaría una enmienda urgente para retrasar las multas por incumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones, manteniendo la meta de cero en 2035. Una de las razones que esgrimían los representantes del sector para pedir esta moratoria era la falta de demanda de coches eléctricos. Ese es uno de los problemas que Bruselas trata de abordar con este plan. 

La Comisión ha anunciado que lanzará una consulta entre los países para identificar prácticas que hayan resultado efectivas para incentivar la compra de coches eléctricos. El objetivo es poder desarrollar una estrategia común. Entre las areas a las que apunta Bruselas están las flotas corporativas. 

Actualmente, las flotas corporativas representan un 60% de las nuevas matriculaciones en la UE según la Comisión. Esto engloba desde los coches de empresa, hasta los contratos de leasing o los coches de alquiler. Entre las medidas que contempla Bruselas están las ventajas fiscales por la compra de vehículos eléctricos, como hace Bélgica, la amortización libre de vehículos limpios y estaciones de carga dedicados a actividades económicas que practica ya España. 

Bruselas también pone como ejemplo ciudades como Hamburgo o Ámsterdam que se han puesto como objetivo 2030 para que todos sus taxis sean emisiones cero. Ambas ciudades ofrecen subvenciones. La propia Comisión ha recordado en este sentido la posibilidad de hacer uso de las ayudas de estado para apoyar la transformación. Pero el ejecutivo se ha comprometido a presentar una propuesta legislativa antes de verano

Ayudas para el sector

Von der Leyen propuso también poner en marcha una alianza para que las empresas del sector puedan compartir recursos, desde el desarrollo de software hasta la tecnología necesaria en el ámbito de la fabricación de vehículos autónomos. Este miércoles ha anunciado 1.000 millones de euros en ayudas en este ámbito. 

El otro ámbito donde la presidenta prometió ayudas fue en el desarrollo de baterías. Aquí, la Comisión ha anunciado 1.800 millones, que se suman a los 3.000 que ya puso sobre la mesa en diciembre. Otros 570 millones irán a la puesta en marcha de infraestructuras de carga, fundamentales también para fomentar la demanda.

Bruselas plantea así ayudas directas al sector de fabricación de baterías en la UE, pero con condiciones. La Comisión abre la puerta a financiar proyectos en los que participen empresas extranjeras, siempre y cuando “garanticen el intercambio de competencias, conocimientos técnicos y tecnología, así como un valor añadido suficiente para la UE”. 

También darán prioridad a los componentes de fabricación doméstica. “El aumento de la producción europea de componentes de vehículos también debería reducir el riesgo de posibles vulnerabilidades de seguridad, garantizando la integridad de los sistemas críticos”, asegura el ejecutivo comunitario en su comunicación. 

Proteccionismo frente a la competencia

La Comisión aspira a "garantizar la competitividad global de la industria automotriz europea y mantener una sólida base de producción en Europa”. Por eso, gran parte del plan pasa por diseñar medidas que estimulen la producción en la UE, pero también por proteger a la industria europea de la competencia desleal extranjera. 

De hecho, Bruselas ha puesto las inversiones extranjeras en su punto de mira. La Comisión ha anunciado que propondrá endurecer condiciones a las inversiones extranjeras para garantizar que contribuyen “en mayor medida a la competitividad” de la industria europea, especialmente cuando haya financiación pública de por medio. 

Según el ejecutivo comunitario, esto podría incluir requisitos específicos para la creación de empresas conjuntas, de representación en puestos directivos, el fomento de la contratación o el uso de cadenas de suministro locales, o la transferencia de tecnologías. Este tipo de requisitos serán especialmente importantes en ámbitos estratégicos como la producción de baterías. 

Cuando la UE habla de prácticas desleales, en gran medida habla de China. Bruselas ha impuso el pasado mes de octubre aranceles de hasta el 35,5% a los coches eléctricos chinos al considerar que el gobierno infla desproporcionadamente la industria con ayudas de estado. Una medida controvertida para algunos países y sobre todo, la industria. Sin embargo, el ejecutivo comunitario defiende su decisión y advierte que tomará nuevas medidas si identifica prácticas desleales "en niveles superiores de la cadena de suministro”, incluidas las baterías. 

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