En el corazón de la gigafactoría: Así es la megafábrica de PowerCo en Sagunt

La capacidad de producción prevista por Volkswagen casi triplica la del proyecto original

La planta consumirá 20 millones de litros de agua al día y utilizará láser y ultrasonidos para reducir los residuos

En el corazón de la gigafactoría en Sagunt: así es la megafábrica de PowerCo

Daniel Tortajada

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

La apuesta de PowerCo (filial de baterías de VW) por Sagunt ha subido. La capacidad máxima de producción de celdas prevista por el grupo automovilístico alemán para Sagunt casi triplica la del proyecto anunciado en 2022, según revela la declaración de impacto ambiental de la planta que acaba de aprobar la Generalitat. La documentación confirma que la gigafactoría se va a construir en tres fases (la primera terminará este año, la segunda en 2028 y para la tercera no hay fecha). El informe detalla cómo será la megaplanta y revela que cuando estén concluidas las tres fases utilizará tecnología láser para reducir los residuos y consumirá 20 millones de litros de agua (la compañía utilizará agua regenerada en depuradora). La planta operará 330 días al año en tres turnos que cubrirán las 24 horas.

Avances de la obra de la gigafactoría.

Avances de la obra de la gigafactoría. / Daniel Tortojada

Volkswagen tenía intención de construir seis gigafactorías de celdas en Europa, pero ahora apuesta  por concentrar la producción en plantas más grandes para aprovechar la economía de escala. De momento, el grupo solo trabaja en Europa con las gigafactorías de Salztgitter en Alemania y la de Sagunt. Originalmente, la planta valenciana iba a tener una capacidad de producción de 40 gigavatios hora al año -GWh- (celdas para 800.000 vehículos eléctricos de tamaño pequeño y medio), pero en el acto de colocación de la primera piedra la multinacional ya desveló que barajaba una ampliación para llegar a 60 GWh.

Una capacidad máxima 108 GWh

La documentación con la que ha obtenido la declaración de impacto ambiental, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, precisa ahora que «la capacidad de producción máxima planificada en la gigafactoría se estima que sea de 108 GWh al año» (36 GWh al año en cada una de las tres fases).

Panorámica de las obras de la planta de Volkswagen en Sagunt.

Panorámica de las obras de la planta de Volkswagen en Sagunt. / Daniel Tortajada

La gigafactoría se está construyendo en una parcela de 1.293.842 metros cuadrados y el área de actividad ocupará una extensión equivalente a 260 campos de fútbol. Los edificios de la gigafactoría «se agrupan en unidades de producción llamadas Standard Factory Block (bloque estándar de fabricación)». En cada fase se construirá un bloque y cada uno de ellos tendrá dos edificios de producción de celdas, dos edificios de carga inicial de las pilas y evaluación de rendimiento (proceso denominado de formación y envejecimiento), dos edificios logísticos de recepción de materias primas y salida de las celdas, y un edificio de servicios de agua, electricidad, aire comprimido y nitrógeno.

Salas limpias y secas

Algunos procesos que se desarrollarán en los edificios de producción exigen unas condiciones físicas y de higiene muy estrictas para garantizar la seguridad y la calidad de las celdas. Estas condiciones se consiguen dentro de instalaciones denominadas salas limpias y secas. «Buena parte del proceso productivo tiene lugar en estas salas limpias y secas, que requieren de su propia instalación para mantener las condiciones adecuadas de humedad, temperatura y renovación de aire», recoge el expediente de evaluación ambiental.

Instalación de helio

La planta contará con una instalación de helio, que es necesario para el ensamblaje de las celdas. «La función principal del helio es facilitar las pruebas de fugas y el control de calidad», según recoge el informe. La gigafactoría también contará con «una instalación radioactiva, compuesta por un conjunto de máquinas cuya principal finalidad es garantizar la calidad de la celda en distintos puntos de fabricación».

Láser y ultrasonido

PowerCo utilizará herramientas láser y de ultrasonido de precisión avanzada para soldar las láminas conductoras y recortar los electrodos con el objetivo de reducir los residuos. La gigafactoría tendrá un elevado consumo de agua, que llegará a los 20 millones de litros cuando esté a su máxima capacidad con las tres fases. La mayor parte del consumo será para la refrigeración (18,5 millones de litros al día) y para uso industrial la planta necesitará otros 1,7 millones de litros de agua al día. VW va a aprovechar «el agua que se generará en la depuradora de Parc Sagunt II para su reutilización».

La fábrica producirá los dos tipos de celdas más comunes

La gigafactoría de PowerCo en Sagunt producirá los dos tipos de celdas de iones de litio más comunes en el mercado: baterías de níquel-manganeso-cobalto (NMC) y de litio-ferrofosfato (LFP). Las baterías de NMC pueden almacenar más energía que las de LFP, pero son menos seguras en caso de accidente.

Una batería es un elemento en el que se acumula electricidad y el principal componente de la electricidad son los electrones. De manera muy básica, el funcionamiento de una batería depende de tres elementos: el electrolito, el ánodo y el cátodo. El electrolito es el elemento que contiene iones libres, algo así como los transportadores de los electrones de los que se compone la corriente eléctrica. En la mayoría de las baterías actuales, tanto de los coches como de otros dispositivos electrónicos, ese electrolito está compuesto por iones de litio. Los otros dos encargados de dar vida a una batería son el ánodo y el cátodo. El ánodo pierde sus electrones que viajan a través de los iones libres del electrolito hasta el cátodo, que es el que los recibe. Esta reacción química es la que produce la energía eléctrica. El ánodo, electrodo negativo, suele estar hecho de compuestos de grafito, pero el cátodo (electrodo positivo), el que recibe los electrones, puede variar su composición. Los catodos de NMC utilizan una aleación de níquel-manganeso-cobalto, de ahí sus iniciales, mientras que las LFP emplean en la composición del cátodo es de fosfato de hierro y litio. La principal diferencia para que un fabricante de automóviles se decida por uno u otro tipo está en el coste de producción. Las baterías LFP resultan más baratas porque en su composición se evitan dos materiales muy caros, el manganeso y el cobalto. 

Los materiales activos NMC y LFP no se pueden mezclar en la misma celda por lo que «la fabricación del electrodo catódico se hará por lotes y el electrodo producido podrá ser 100 % NMC o 100 % LFP en cada una de las líneas» de producción de la gigafactoría, según la documentación aportada por PowerCo a la Administración.

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