ENERGÍA

El Gobierno resiste la presión y mantiene el cierre de Cofrentes en 2030

La ministra Sara Aagesen asegura que Iberdrola y Endesa no han pedido formalmente el posible cambio en el calendario del apagón nuclear

Central Nuclear de Cofrentes.

Central Nuclear de Cofrentes. / MA Montesinos

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

El Gobierno resiste de la presión de la industria nuclear y el PP y mantiene el calendario del cierre nuclear en España, que prevé el apagón de Cofrentes en noviembre de 2030. La vicepresidenta tercera del Ejecutivo y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, aseguró ayer que el Ejecutivo "siempre está abierto al diálogo", pero insistió en que "no hay ninguna novedad" y ninguna operadora ha pedido la modificación del calendario de cierre de las plantas. Iberdrola, propietaria de Cofrentes, y Endesa están abiertas a replantear el calendario nuclear, pero lo condicionan a una rebaja en los impuestos y la tasa Enresa (que financiará el desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos).

Sara Aagesen limitó las peticiones por parte de las operadoras a la fiscalidad y en ningún caso a un posible cambio en el calendario de cierre. "Nos vemos, nos hablamos, nos llamamos y hasta ahí puedo leer porque no hay nada más concreto. Las cartas que nos enviaron -las operadoras- fueron para decir, oye, sigamos hablando y no hay novedades", señaló en declaraciones a la prensa tras una reunión con 50 asociaciones del sector energético e industrial recogidas por Europa Press.

Arrecia la presión

La presión para evitar el cierre de los reactores nucleares en activo ha arreciado según se acerca la fecha para el apagón del primero (el extremeño Almaraz I). La Junta de Extremadura (gobernada por el PP) lideró en un principio el frente contra el apagón nuclear, la Generalitat Valenciana se sumó a la campaña en octubre y el PP nacional lidera la batalla política en el Congreso. El Gobierno ve en el cierre de las centrales nucleares un "ejercicio de responsabilidad" e insiste en que es una decisión pactada en 2019 con las empresas propietarias de las plantas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP).

España cuenta en la actualidad con siete reactores nucleares que generan el 20% de la energía del país: Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II (Tarragona), Vandellós II (Tarragona), Cofrentes y Trillo (Guadalajara). El calendario de cierre establece que los primeros reactores en dejar de operar son los de Almaraz I (1 de noviembre de 2027), Almaraz II (1 de octubre de 2028), Ascó I (1 de octubre de 2030) y Cofrentes (30 de noviembre de 2030). La industria nuclear advierte de que el apagón de una central entra en un punto de no retorno tres años antes de la fecha fijada por la burocracia aparejada a la prórroga de la vida útil, la compra de uranio enriquecido que se hace con mucha antelación y la necesidad de formar personal de supervisión de las plantas.

Impuestos y tasa Enresa

Las operadoras aseguran que no están dispuestas a mantener abiertas las centrales si no se produce una rebaja en los impuestos y la tasa Enresa. Las nucleares españolas deben abonar unos 28 euros por megavatio hora (MWh) en impuestos y tasas con independencia del precio de la luz. Esta situación provoca que cuando el precio de la luz cae por debajo de esos 28 euros por el incremento de la energía renovable las centrales nucleares producen a pérdidas. Esta situación se produjo en marzo del año pasado e Iberdrola paró la central de Cofrentes casi un mes.

Aagesen defendió ayer que el Gobierno no ha aumentado la carga fiscal sobre las nucleares. "El único cambio que ha habido es que por fin tenemos un séptimo plan de gestión de residuos radiactivos" y "son 20.000 millones que las empresas tienen que poner encima de la mesa en ese calendario de cierre", añadió.

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