VIVIENDA

Las inmobiliarias pagan 500 euros a vecinos que avisan de pisos para vender

La falta de viviendas disponibles en el mercado lleva a las agencias valencianas al límite

El sector apunta que el 20 % de empresas está en riesgo de cierre ante la carencia de inmuebles para hacer negocio

Un hombre pasa ante el escaparate de una inmobiliaria con pisos vendidos.

Un hombre pasa ante el escaparate de una inmobiliaria con pisos vendidos. / Germán Caballero

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

València

La falta de pisos disponibles en el mercado de venta está llevando a las inmobiliarias valencianas al límite. Las dos principales asociaciones del sector apuntan que el 20 % de las agencias está en riesgo de cierre porque no hay suficientes viviendas en venta para que el negocio sea rentable. Hay inmobiliarias que no tienen ni un solo piso en venta en la capital del Túria y el coste medio de levantar la persiana es de 15.000 euros al mes. Ante esta situación, algunos profesionales pagan 500 euros a vecinos e intermediarios que alertan de viviendas disponibles, según confirma el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia.

Vicente Díez, portavoz del Colegio de los API de València, explica que el pago de los 500 euros se produce en caso de que la vivienda sea finalmente vendida, algo sencillo con la voracidad actual del mercado. Cristina Recasens, fundadora de Recasens Real Estate, asegura que este tipo de pagos "se ha hecho toda la vida con conserjes. Se negocia con ellos para que te avisen. Cuanto más les pagas más te avisan". La novedad, según explican otros profesionales del sector, es que esta práctica se ha extendido a vecinos o conocidos de propietarios interesados en poner su vivienda en venta y que todavía no han dado el primer paso. A los conserjes en València se les suele pagar entre 500 y 600 euros.

La demanda de viviendas en las grandes ciudades de la Comunitat Valenciana es mucho más alta que la oferta. Tras 18 años (con el estallido de la burbuja inmobiliaria) en los que se ha construido mucha menos vivienda de la necesaria, el mercado está desequilibrado. La falta de obra nueva (en València quedan poco más de 130 pisos libres) ha incrementado la presión sobre el mercado de segunda mano.

Desplome del 50 % de la oferta

Nora García, presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), lamenta la falta de stock. "Hay compañeros que no tienen nada. Algunos lo están pasando muy mal", reconoce la presidenta de Asicval (asociación que representa a 400 agencias en las C. Valenciana y más de 1.200 profesionales). García confirma que la oferta de viviendas en venta ha caído más de un 50 % en los últimos cuatro años.

Un joven observa la oferta de pisos de una inmobiliaria de València.

Un joven observa la oferta de pisos de una inmobiliaria de València. / Loyola Pérez de Villegas

El portavoz del Colegio de API de Valencia, que es dueño de una inmobiliaria en la zona de Blasco Ibáñez de València, confiesa que él mismo ha tenido problemas de stock. "En septiembre me quedé sin pisos en venta en València. Nunca me había pasado. Estuve un mes así y funcionaba con los que tenía fuera de la capital", apunta Vicente Díez. "Ahora tengo tres. Uno reservado, que es un segundo sin ascensor de 65 metros al final de la avenida Blasco Ibañez y que está en venta por 170.000 euros; otro de 75 metros cuadrados con ascensor de 195.000 euros que tiene visitas constantes; y otro que es de más calidad y cuesta 390.000 euros", señala.

La representante de Asicval, que lleva 25 años en el sector, confiesa que nunca había visto una situación como la actual. "Durante la época de la burbuja había mucha oferta porque se construyó mucho y mucha vivienda. Con la crisis inmobiliaria, la oferta era muy alta, pero no había compradores. Ahora hay poca oferta y una demanda muy alta", advierte Nora García. La presidenta de la asociación de inmobiliarias asegura que se ha llegado a esta situación de escasez de pisos de segunda mano "por la falta de obra nueva".

Las inmobiliarias tienen listas de espera y los pisos de menos de 200.000 euros no llegan a salir al mercado

El portavoz de los API insiste en que hay un exceso de inmobiliarias en València ante la escasez de producto. "Sobra un 20 %", concluye. Nora García coincide en que hay una sobredimensión del 20 %. "Es imposible que todo el mundo pueda salir adelante. Muchos han venido del extranjero y trabajan de forma unipersonal. No tienen ni oficina. Sobreviven con una venta cada tres meses", explica la presidenta de Asicval.

Nora García, presidenta de Asicval.

Nora García, presidenta de Asicval. / Fernando Bustamante

Un gasto medio de 15.000 euros al mes

Una agencia inmobiliaria tipo está compuesta por un gerente, un coordinador y tres comerciales. Los gastos medios son de 15.000 euros al mes. "En nuestro negocio cobras cuando se produce la venta. Los compradores y vendedores pagan de media entre un tres por ciento del precio de venta cada uno", precisa García. Vicente Díez afirma que las inmobiliarias están pudiendo aguantar gracias a la subida de los precios de los pisos, que ha conllevado un incremento de las comisiones. La venta de un piso en Valencia de 300.000 euros puede llevar aparejada una comisión de 18.000 euros.

Lista de espera

La falta de producto ha provocado que las inmobiliarias abran listas de espera por lo que un gran número de pisos no salen al mercado. "Los pisos por debajo de 200.000 euros no llegan a salir publicados porque tenemos demanda guardada. En cuanto entra una vivienda de ese tipo avisamos a los que están esperando", revela Nora García.

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