Alimento de moda

¿Quién controla el mercado del huevo en España? Radiografía de un sector en alza

Con una industria muy atomizada y una crisis sanitaria que ha azotado a EEUU y el norte de Europa, los productores españoles de huevos están estos días en el ojo del huracán por la subida del precio de venta al consumidor, que ha aumentado un 25% en dos semanas

Cartones con huevos en los lineales de un supermercado de Barcelona, la semana pasada.

Cartones con huevos en los lineales de un supermercado de Barcelona, la semana pasada. / Jordi Otix / EPC

María Jesús Ibáñez

Barcelona

La primera en llamar la atención sobre lo que está ocurriendo fue la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que a mediados de marzo advirtió de que los huevos más económicos del supermercado -los de categoría M, también los más consumidos- habían subido en torno al 25% en apenas 15 días. De los aproximadamente 2,10 euros que costaba la docena a principios de ese mes, constataba la OCU, habían pasado a valer 2,60. A fecha de hoy, siguen aún a ese mismo precio. Según los cálculos de la propia OCU, el huevo mediano habría aumentado su precio un 28,5% en el último año y un 61% desde 2020.

Este incremento tiene, fundamentalmente, dos detonantes: uno, el desabastecimiento que están sufriendo Estados Unidos y los países del norte de Europa por culpa de la expansión de la gripe aviar, que ha obligado a sacrificar granjas enteras de gallinas ponedoras, hasta los 50 millones de aves. Y, dos, el consumo creciente que se está registrando aquí, donde a estas alturas nadie discute que el huevo es el alimento de moda. Médicos, enfermeras y nutricionistas, pero también deportistas y entrenadores personales, lo recomiendan como fuente de proteínas y, si a eso se le suma el hecho de que son fáciles de cocinar, el resultado es que el consumo no deja de crecer de un año para el otro.

Huevos en un puesto del mercado municipal de El Ninot, en Barcelona.

Huevos en un puesto del mercado municipal de El Ninot, en Barcelona. / MANU MITRU / EPC

En 2023 (el último ejercicio del que hay datos completos), el aumento fue del 8,7%, lo que convirtió a los huevos en el alimento que más creció en volumen de compra en los hogares españoles, según los datos que recoge el Ministerio de Agricultura y Alimentación. El pasado noviembre, el consumo por parte de las familias mantuvo la tendencia y siguió creciendo hasta un 3,2% interanual. Así las cosas, los españoles estamos comiendo un total de 407 millones de kilos de huevos al año, el equivalente a 8,68 kilos anuales por persona, lo que vienen a ser tres huevos por semana, según datos facilitados por Inprovo, la organización interprofesional del sector en España. De media, cada persona gastó 28 euros en todo el año en este alimento.

"Y eso que el consumo doméstico no es el más importante. La hostelería y la restauración son determinantes en nuestras ventas y también lo es la industria alimentaria, que utiliza el huevo como base de muchas de sus recetas, de sus salsas o de sus reposterías", indica Anna Toda, directora de la Federació Avícola de Catalunya (FAC), que agrupa a 110 productores de huevos en esta comunidad.

El sector, prosigue Toda, "está muy atomizado, lo forman desde pequeños avicultores con unas cuantas gallinas que venden su producto a restaurantes vecinos o en mercados de proximidad" hasta grandes organizaciones como la valenciana Huevos Guillén, que suministra a Mercadona, o Hevo Group, nacido en 2021 de la unión de Dagu, Ous Roig, Granja Agas y Avícola Larrabe. El atractivo de esta industria en ascenso es evidente hasta el punto de que el pasado noviembre, el principal productor brasileño y uno de los magnates del huevo en Latinoamérica, Ricardo Faria, pagó 120 millones de euros para hacerse con el 100% del capital de Hevo.

Un negocio que va a más

En conjunto, el sector alcanzó, según los datos de Inprovo, una facturación de 2.278 millones de euros en 2023, un 30% más que el año anterior. El huevo supone el 8,2% del valor de la producción total ganadera española y el 3,5% de la producción agraria global. "Y eso que en los últimos años, hemos trabajado con unos márgenes comerciales muy ajustados, con unos costes de producción que subían tanto por culpa de la sequía como por la guerra de Ucrania", observa la directora de la FAC.

Pese a ello, el líder del sector, Huevos Guillén, cerró el ejercicio de 2023 con una facturación de 273,4 millones de euros, lo que supuso un 17,6% más que el ejercicio anterior. La compañía obtuvo un beneficio de 30 millones, un 63% más debido a la mejora de los márgenes del sector a lo largo de 2023, "los más altos de los últimos 10 años", indica la firma valenciana en su memoria de gestión. La empresa opera mayoritariamente en el mercado español al que destina el 99% del volumen de su negocio. La mayor parte de esta producción, un 77% del total, se envía a Mercadona, única cadena de distribución a la que Huevos Guillén destina sus productos en España.

Hevo Group, por su parte, es líder en presencia en retail como proveedor de las principales cadenas de distribución. Trabaja con un modelo de integración, es decir, lleva desde la compra de los cereales para la fabricación del pienso que se consume en sus 20 granjas (ubicadas en Guadalajara, Cuenca y Tarragona) hasta la clasificación y la venta final. Dispone de tres centros de clasificación y envasado, una fábrica de ovoproductos, tres fábricas de piensos y un laboratorio propio, cuentan fuentes de la compañía, que cerró el ejercicio de 2023 con una facturación de 155 millones de euros, un 21% más que en 2022. Otras marcas relevantes del sector son Liderou, Rujamar, Granja San Miguel o Pinilla.

Un mercado en tensión

Lo cierto es que, en estos momentos, el mercado del huevo español está tensionado. No solo por la alerta sanitaria que supone la gripe aviar (contra la que ya en enero pasado se extremaron los protocolos de bioseguridad en toda España) sino porque "es previsible que la situación en Estados Unidos y en los países de la UE afectados tarde aún unos meses en recuperarse", indican desde Inprovo. "Ampliar la producción de un día para otro es inviable, entre otras razones porque los permisos que tenemos que pedir los ganaderos no son inmediatos y, en segundo lugar, porque las aves necesitan de un tiempo para empezar a poner", señala Anna Toda. "Además, tengamos en cuenta que una gallina pone un huevo al día y eso no hay manera de que se pueda cambiar", subraya.

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